Esta empresa de calzado logró facturar más de 1500 millones de euros de la mano de Inditex

Fuente: Cronista – Tempe, la empresa que provee calzado a las tiendas del grupo de Amancio Ortega, logró un récord de ingresos en 2023.

Tempe, fabricante de calzado y de complementos que provee en exclusiva a Inditex, también es récord. A lo largo de 2023 logró facturar 1508 millones de euros, al tiempo que logró duplicar el dividendo de sus acciones, por primera vez en su historia.

La empresa, localizada en la ciudad alicantina de Elche, vio subir sus ventas a lo largo del 2023 un 7,1% con respecto al 2022, algo por debajo del crecimiento en facturación que, en conjunto, lograron las marcas de Inditex, un 10,4%.

Propiedad en partes iguales del empresario Vicente García Peralta (Holding Promociones Azarbe) y de Inditex, Tempe alcanzó también los 142 millones de euros como beneficio. Esto equivale al 35,2% más que un año antes, superando, de esa manera, al 30,3% que creció el de la empresa de Amancio Ortega.

Tempe alcanzó los 142 millones de euros como beneficio (Fuente: Temple)

Esos resultados fueron comunicados hoy por la empresa a la Comisión Nacional de Mercado de Valores (CNMV), en la que se destaca su mejora del margen bruto que fue de 418 millones de euros, un 5,5% superior al del 2022, mientras que pudo evitar los efectos pro inflacionarios del ejercicio, al registrar un 5,7% menos de gastos, hasta ubicarlos en 232 millones.

Eso determina un beneficio de explotación que llegó a los 159 millones de euros, lo que representa un 27,2%, con esos 142 millones, que resultaron ser un 21% superior al de su anterior mejor marca que fue en 2021 con 117 millones.

De esta manera, sus accionistas, gracias a esta evolución, el grupo ilicitano también elevó el dividendo que distribuye entre sus dos socios, que llegará a los 49 millones de euros, contra los 27 que se repartieron el año anterior.

Tempe produce calzado para todas las marcas de Inditex (Fuente: Tempe)

Esos números fueron logrados bajo el paraguas de Inditex, quien en la bolsa vio subir sus acciones algo más del 7% tras conocerse sus números récord y el aumento del dividendo. De hecho, ayer cuando se anunció el resultado de la multinacional gallega, se anunciaron la apertura de varios centros logísticos en varios puntos de España. Uno de ellos es el que almacenará los productos de Tempe, que se está construyendo en la ciudad valenciana de Sagunto.

El mismo contará con 141.000 metros y que se sumará a las instalaciones de la planta que produce en Elche. El mismo está previsto que comience a funcionar durante el 2025.

La empresa fue creada por García Peralta (heredero de una tradición zapatera en la provincia valenciana), en alianza con Inditex, para llevar adelante, en forma exclusiva, desde el diseño, hasta la distribución, pasando por la producción del calzado y los complementos de Zara, Pull&Bear, Massimo Dutti, Bershka, Stradivarios, Oysho y Zara Home. Todas las que conforman el universo Inditex y que también colaboró en buena parte a aumentar la fortuna del hombre más rico de España, Amancio Ortega, fundador y principal accionista de la textil gallega más famosa del mundo.

Adidas registró pérdidas por primera vez en 30 años y todos miran a Kanye West

Fuente: Ámbito – Adidas, la empresa de calzado e indumentaria deportiva, registró en 2023 un resultado negativo de u$s82 millones. La ruptura de su lazo comercial con Kanye West tuvo mucho que ver.

Adidas, la firma alemana de calzado e indumentaria deportiva registró pérdidas de 75 millones de euros (u$s82 millones) en 2023 lo que significó el primer resultado para la compañía en 30 años. Un año antes la multinacional había tendido un beneficio neto de poco más de 600 millones de euros.

Según explican analistas, parte de este resultado adverso se debe a que Adidas rompió en octubre de 2022 su relación comercial con el rapero Kanye West con quien estaba asociada en la muy rentable línea de zapatillas Yeezy.

Las proyecciones indican que el cese de la relación con West le costó a la compañía una caída den los ingresos de alrededor de 500 millones de euros.

Según se desprende de su último balance, por áreas geográficas, las ventas de Adidas en Europa, Oriente Próximo y África (EMEA) cayeron un 3,7 %, hasta 8235 millones de euros, mientras que en Norteamérica disminuyeron un 18,5 %, hasta 5219 millones, aunque aumentaron un 0,4 % en China, hasta 3190 millones, y un 0,6 % en Asia Pacífico, hasta 2254 millones. En el caso de Latinoamérica, las ventas sumaron 2291 millones, un 8,9 % más.

Kanye West.

Kanye West.

«Aunque no fue lo suficientemente bueno, 2023 terminó mejor de lo que esperaba a principios de año», afirmó Bjorn Gulden, consejero delegado de Adidas, quien destacó que, «a pesar de perder muchos ingresos de Yeezy y de una estrategia de venta muy conservadora», la empresa logró tener ingresos estables.

«Con un proceso de compra y comercialización muy disciplinado, redujimos nuestros inventarios en casi 1500 millones de euros. Con la excepción de Estados Unidos, ahora tenemos inventarios saludables en todas partes», añadió.

En su primer año en el cargo, el consejero delegado Bjorn Gulden reanudó las ventas de las zapatillas Yeezy para liquidar las existencias restantes, al tiempo que trataba de impulsar productos populares como las zapatillas Samba y Gazelle y mejorar las relaciones con los minoristas. Las acciones de Adidas se han recuperado, superando a las de Nike y Puma desde que asumió el cargo

Sin embargo, según analistas, las ventas en América del Norte seguirán siendo débiles durante este año y Adidas espera que caigan alrededor de un 5%.

Lo cierto es que la menor demanda y los altos niveles de inventario en EE.UU. complicaron a las empresas de ropa deportiva y de vestir, con las marcas aplicando descuentos en sus productos en un intento de liquidar existencias.

Catagorías. Los productos de fútbol y running lideraron las ventas de la empresa durante 2022 y en cuanto a los canales de venta, el  direct to consumer continúa con su ascenso, con un alza del 6% en lo que va del año.

Catagorías. Los productos de fútbol y running lideraron las ventas de la empresa durante 2022 y en cuanto a los canales de venta, el direct to consumer continúa con su ascenso, con un alza del 6% en lo que va del año.

La unión de tres iconos de la moda: PUMA se fusiona con Ripndip y Lord Nermal

Fuente: Puma – PUMA se suma a Lord Nermal y sus amigos de RIPNDIP. La colección trae una variedad de indumentaria y calzado con diseños personalizados en algunas de las prendas emblemáticas de PUMA.

PUMA X RIPNDIP está compuesta por ítems como la remera y el pantalón de sarga combinados, con estampados divertidos que incluyen etiquetas de RIPNDIP y un travieso Lord Nermal. También posee buzos con capucha y pantalones de jogging, junto con tres camisetas estampadas con diseños especiales creados por PUMA y RIPNDIP. Algunas de las prendas muestran a Lord Nermal en acción, transformándose en el logo del gato de PUMA.

En cuanto al calzado, hay dos versiones de las clásicas Suede y otras dos versiones adicionales de las Slipstream, todas con detalles de Nerm.

PUMA

PUMA es una de las marcas deportivas líderes en el mundo, que diseña, desarrolla, vende y comercializa calzado, indumentaria y accesorios. Durante 75 años, PUMA ha impulsado incansablemente el deporte y la cultura mediante la creación de productos rápidos para los atletas más rápidos del mundo. PUMA ofrece productos de rendimiento y estilo de vida inspirados en el deporte en categorías como fútbol, ​​carrera y entrenamiento, baloncesto, golf y deportes de motor. Colabora con diseñadores y marcas de renombre para incorporar influencias deportivas a la cultura y la moda callejeras. El Grupo PUMA posee las marcas PUMA, Cobra Golf y stichd. La empresa distribuye sus productos en más de 120 países, emplea a unas 20.000 personas en todo el mundo y tiene su sede en Herzogenaurach/Alemania.

Acerca de RIPNDIP

RIPNDIP fue fundada en Florida en 2009 por Ryan O’Connor, que estableció los humildes comienzos de la marca serigrafiando camisetas para sus amigos cercanos. La irrupción de RIPNDIP en el mundo del skateboarding y el streetwear se debe en parte a la mascota felina de la marca, Lord Nermal. RIPNDIP, que ahora tiene su sede en Los Ángeles, con un espacio emblemático en Fairfax, ha abierto otras puertas en Tokio, Hong Kong y Nueva York.

Crearon su propia marca de zapatillas, producen 500.000 por año y ahora apuntan al fútbol

Fuente: Cronista – Kioshi nació en 2017 y fabrica desde ojotas hasta calzado de running y botines. Buscan crecer con sus modelos económicos, en particular entre los deportistas.

En la Argentina se venden alrededor de 33 millones de pares de calzado deportivo por año. Dos amigos fundaron su propia marca en 2017 para morder cuota de mercado con modelos más accesibles y hoy ya producen cerca de 500.000 pares anuales en su planta en Esteban Echeverría. Primero se enfocaron en el mundo del running, ahora buscan pisar fuerte con el ojo puesto en los futbolistas amateurs.

«Queríamos abastecer un segmento medio de calzado, algo que sea cómodo pero no premium», asegura Emmanuel Fernández, socio de Kioshi Footwear junto a Juan Manuel Moreno. Ambos tenían experiencia en la industria ya que trabajaban en una fábrica proveedora para otras grandes marcas. Ahí habían empezado a producir suelas, capelladas y algunos modelos de ojotas.

Para dar inicio al proyecto los emprendedores compraron una máquina inyectora de EVA para hacer las suelas de running y una prensa de caucho para las de los botines de fútbol. «Hacemos todo de manera interna, desde la pintura hasta la serigrafía con alta frecuencia y el tejido de las capelladas«, agrega.

La fábrica de Kioshi en Esteban Echeverría tiene capacidad para producir 80.000 pares por mes.

En 2017 lanzaron los primeros lotes de zapatillas urbanas, que combinaban estilo con un diseño deportivo para running. «Nos hicimos fuertes en ese segmento, fuimos experimentando y desarrollando distintos modelos en nuestro laboratorio», señala Fernández. Al año siguiente hicieron una importación de partes de botines para ensamble local, sin embargo el modelo de negocio no los convenció. «Por las restricciones a la importación y las devaluaciones quedábamos caros muy rápido», recuerda.

Entonces se pusieron a trabajar para desarrollar un botín de futbol nacional tras notar un faltante por parte de las grandes marcas del segmento. Kioshi lanzó su diseño para fútbol 5 en 2021 y dos años después presentaron el modelo Sakka para cancha de 11. En total esto demandó una inversión de $ 50 millones.

«Son muy distintos entre sí. El botín de fútbol 11 es muy artesanal, por eso hay poco desarrollo en el país porque es caro de hacer. La suela es más costosa dado que lleva otra tecnología y para el ensamble es más lento y se necesita más gente en la línea de producción. La diferencia es el pegado porque tenés que darle un prensado especial. En cambio, el de fútbol 5 es como hacer una zapatilla común de running», explica Fernández.

Kioshi lanzó sus botines de fútbol 11 Sakka en 2023. Hoy el segmento representa un 30% de sus ventas.

Hoy producen entre 10.000 y 15.000 pares de botines por mes y esta línea representa casi un 30% de su facturación. El plan de la compañía es alcanzar los 20.000 pares mensuales. «Apuntamos al deportista amateur, que juega al fútbol los fines de semana y quiere un botín de calidad a un precio accesible», remarca. Los botines de Kioshi se venden en su tienda online desde $ 42.700 hasta $ 47.900, según el modelo.

En su portafolio la marca cuenta también con zapatillas elastizadas sin cordones, ojotas y pelotas de fútbol. A su vez, el año pasado lanzaron una línea de indumentaria a través de un partnership con Chill Out.

Para 2024 la compañía proyecta expandirse a nuevos segmentos. La capacidad de su fábrica, indican, se los permite ya que puede alcanzar un volumen de 80.000 pares mensuales. «El sector está en alerta por lo que viene, pero sin dejar de planificar el desarrollo de la marca», asevera el emprendedor.

¿Cómo son las zapatillas B9S de Dior para hombres?

Fuente: Muy Cosmopolitas – Las zapatillas B9S de Dior, fusionan elegancia y audacia, un calzado de uso diario ideal para vestir el estilo masculino de la forma más chic.

El savoir-faire de Dior copó la colección primavera-verano 2024 masculina. Detrás de ella, se encuentra Kim Jones, director del apartado para hombres de la Maison, quién con su creatividad apuesta a presentar una nueva visión del hombres a través de las colecciones de Dior. Ésta vez, llegó el turno de dar a conocer un nuevo par de zapatillas, se trata de las B9S, una silueta moderna, elegante y audaz.

Las nuevas zapatillas B9S, se inspiran en los códigos skater y el espíritu de alta costura de la Maison. Es un homenaje al excepcional savoir-faire de los talleres de la Maison. Esto último, se refleja en el diseño del calzado, que se elaboró en tweed, característico de la firma francesa.zapatillas

Las B9S de Dior,  tienen detalles de algodón en tonos plata, que retoma el icónico motivo Cannage y muestra detalles de piel de becerro graneada en el mismo tono Completando las siluetas de la línea masculina Dior Verano 2024 ideada por Kim Jones, las zapatillas B9S fusionan elegancia y audacia.

Más de talles de las zapatillas B9S de Dior

Esta nueva visión de las zapatillas, presentan una fuerte expresión del estilo Dior. Encontramos dos variaciones del modelo en dos tono: azul oscuro y gris, ambas con detalles en blanco.  Los múltiples hilos de lana y algodón se encuentran, se entrelazan y se unen en una coreografía hipnótica. Una superposición de texturas que se revela entre cuero minuciosamente cortado y inserciones de goma.

Los emblemáticos charms «D, I, O, R» se renuevan con una firma refinada. La lengüeta acolchada y el calcetín de soporte de tejido técnico ofrecen una comodidad óptima. Adornado con detalles característicos, presenta la firma Dior en el talón y la lengüeta, una aplicación con el motivo Cannage y una firma Dior Charm de goma, inspirada en la icónica firma de la Maison, en los laterales.dior b9s

Completa el calzado, na suela de goma grabada con un motivo Dior Oblique degradado. Estas zapatillas de estilo skater, aporta un toque de alta costura a cualquier look. El par está equipado con un chip NFC seguro, colocado debajo de la planta del pie derecho, que brinda acceso a una plataforma para obtener su Certificado Digital de Autenticidad.

Las nuevas zapatillas de Dior, ya se encuentran disponible en el sitio oficial de la Casa francesa, y en todas sus boutiques alrrededor del mundo.

El nuevo negocio del calzado argentino para ganarle mercado a Nike y Adidas: opciones low cost y exportaciones

Fuente: Cronista – Con modelos top a más de $ 100.000, varios jugadores locales salieron a disputar el negocio de los botines de fútbol. Opciones económicas, insumos nacionales y proyectos para alcanzar los 500.000 pares por año.

Martín Amoros se metió en el negocio del calzado hace 10 años por recomendación de su suegro, que fabricaba suelas. Probó haciendo pantuflas, ojotas e incluso sandalias de mujer. Este portafolio lo complementaba con algunos botines de fútbol que le compraba a otro productor. En 2020 los clientes empezaron a pedirle más botines, pero su proveedor le entregaba los pares a su propio ritmo. «Veía la guita que me estaba perdiendo de ganar. Detecté ese bache y me puse a fabricarlos yo mismo», recuerda. Durante la pandemia fundó Raptor y los números iban tan bien que mudó toda la operación a una fábrica de 1600m2 en Valentín Alsina, donde produce más de 20.000 pares por mes.

Así como en otra época fueron Fulvence y Sacachispas, Raptor fue una de las marcas argentinas que encontró suelo fértil en el negocio de los botines ante el espacio que dejaron grandes players como Nike y Adidas. Mientras los gigantes de la indumentaria deportiva se concentraban en productos de mayor volumen y sus botines perforaban la barrera de los $ 100.000 – con modelos profesionales que superan los $ 300.000 y $ 400.000 -, los jugadores locales ganaron terreno con propuestas de producción 100 por ciento nacional y opciones entre un 50 y 80 por ciento más económicas. En 2023 , solo cuatro de estas marcas alcanzaron un volumen anual de 430.000 pares y para este año proyectan que esta cifra crezca más de un 30 por ciento.

La industria del calzado deportivo movió cerca de 33 millones de pares en el mercado local, según fuentes del segmento. De ese total, los botines de fútbol se llevan un 7 por ciento (unos 2,2 millones de pares) y dentro de la categoría los modelos con tapones (FG) concentran un tercio de las ventas, mientras que el resto se reparten entre tapones para cancha de 5 (TF) y futsal.

Martín Amoros, fundador de Raptor, tiene como política no vender sus botines a más de $ 15.000.

Pero en los últimos tres años no resultó sencillo conseguir botines en el país de los campeones del mundo. Las dificultades para importar fueron uno de los principales motivos por los que algunas marcas volcaron sus esfuerzos en categorías con mayor circulación, como las zapatillas de running. Esta falta de insumos impactó en las fábricas ensambladoras. Por caso, en septiembre de 2023 Grupo Dass paró su planta de El Dorado, Misiones, produce los botines Umbro y Nike; en tanto, Bicontinentar Footwear Technologies, que hace los modelos de Diadora y Penalty en Chivilcoy, confirmó que no fabricará botines durante el primer semestre de 2024.

A su vez, varias de las fábricas en Asia que producen botines terminados estuvieron cerradas por los rebrotes del COVID-19. A esto se le sumaba una cuestión de rentabilidad. «Una línea con 30 empleados ensambla una zapatilla para niños que se vende a $ 9000 y la misma línea hace una para adulto que se vende a $ 50.000. A veces es solo una cuestión de mercado», explican desde una fábrica.

«Estamos justo en un cambio de Gobierno y de reglas de importación con una mayor apertura ahora. Se buscará mantenernos atractivos desde los precios, considerando que son muchos los factores que intervienen en el valor final como, por ejemplo, los impuestos», indica Federico Tórtora, director de One Marketplace de Southbay, distribuidor oficial de Nike en el país. La mitad de los botines que venden en la Argentina son armados localmente con insumos importados desde Brasil, en particular la línea Tiempo aunque en las próximas temporadas planean empezar también las franquicias Mercurial y Phantom de la gama entry.

Dass es uno de los principales ensambladores de botines del país. Entre sus plantas de El Dorado y la de Coronel Suárez, donde se hacen los modelos de Adidas, mueve alrededor de 3000 pares por día, es decir, poco más de 1 millón por año. La compañía asegura que los pedidos para este año, que se realizan con seis meses de anticipación, fueron hechos con normalidad.

La alemana Puma cerró 2023 con un cuarto de participación en el negocio local de botines de fútbol.

El tercer integrante de la trinidad del negocio deportivo es Puma, que en los últimos tres años invirtió $ 400 millones en su fábrica en La Rioja. Ahí elabora su histórico botín Borussia, hecho con cuero nacional. En su tienda oficial este modelo se consigue por $ 100.000 en sus versiones para cancha de 11 y de 5.

Ignacio Aguerre, director de Merchandising de Puma Argentina, asevera que no tuvieron dificultades para importar insumos en los últimos dos años. «Los modelos de alta gama son aquellos que se importan debido a sus especificaciones técnicas», remarca. En 2023 los botines representaron un 13 por ciento de su volumen total de producción de calzado que fue de 3,7 millones de pares y cerraron el año con un share del 25 por ciento en la categoría. La Copa América de 2024, señala Aguerre, podría impulsar las ventas: «Históricamente durante eventos de esta envergadura hemos observado un incremento aproximado del 20 por ciento en la demanda de botines».

La que aprovechó este espacio para ganar lugar en los estantes de las casas de deporte fue Topper, propiedad del grupo brasileño Sforza. «Pasamos de tener un share de 14 por ciento en 2021 a uno de 22 por ciento el año pasado. Y este año creemos que en fútbol vamos a crecer un 40 por ciento», asegura Darío Rubaja, director Comercial de la marca. Junto a Umbro, Diadora, Lotto y Penalty se sitúa un escalón por debajo en lo que respecta a precio con botines que oscilan entre los $ 51.000 y $ 62.000 con el San Ciro como figura. Este año planean lanzar su primer modelo fabricado íntegramente en su planta en Tucumán, el Artis, y esperan que represente un 20 por ciento de sus ventas en la categoría.

La apuesta de Topper es el botín de producción nacional Artis que lanzó a comienzos de 2024.

Otra que tiene todo listo para salir a morder en la categoría es Joma, que desde 2023 tiene a Brand Team como nueva licenciataria. La marca española empezó a producir botines en la planta de Senda, en Florencio Varela, donde históricamente se fabricaron los de Penalty. Su perspectiva es manejar un volumen inicial de 20.000 pares por mes. «Las restricciones de importación siempre distorsionan las condiciones de mercado y dan lugar a oportunidades», comenta Pablo Braier, CEO de la firma. Y estas oportunidades también las aprovecharon algunas compañías que no estaban ligadas al mundo del calzado deportivo.

Alternativas nac & pop

«Mi héroe es el de los alfajores Guaymallen», exclama Amoros, dueño de Raptor. Y detalla: «Quería hacer algo económico de mucho volumen y bajo margen, pero llegar a todos el país». Su política, indica, es sencilla: ninguno de sus botines puede venderse a más de $ 15.000. Y estos precios los sostiene asumiendo buena parte del proceso productivo. «Ahorro un montón de plata haciendo el aparado (N.d.R: proceso de unir todas las piezas de un calzado) con 26 máquinas de coser e inyectando las suelas de PVC», destaca.

La marca del dinosaurio creció rápidamente desde su lanzamiento en 2021. A fines de 2023 hizo su primera exportación de 1500 pares a Uruguay y recientemente invirtió US$ 15.000 para desarrollar una nueva línea de botines premium de caucho con la que planea agregar 200 pares de producción diaria. Sin embargo, todavía no logró penetrar con fuerza en las casas de deporte. «Pudimos entrar en tres o cuatro cadenas, pero hay marcas que los amenazan. Son como el perro viejo que no come ni deja comer porque no les entregan botines pero tampoco los dejan que me compren a mí», reclama el emprendedor.

Flourish logo

Kioshi hizo un intento de importar botines en 2017, pero decidió virar hacia la producción nacional en 2021 con una inversión de $ 50 millones. «Nuestra estrategia apunta más al deportista amateur. Ese futbolista que juega torneos los fines de semana y busca un botín de calidad a un precio accesible», asevera Emmanuel Fernández, socio de la compañía que ya produce hasta 15.000 pares por mes y prevé escalar a 20.000 durante este año.

Primero lanzaron el modelo para cancha de sintético y luego desarrollaron el segmento complejo. Esta unidad representa un 30 por ciento de su facturación con botines cuyos valores van desde los $ 42.000 hasta los $ 48.000. En su fábrica se ocupan de inyectar las suelas, tejer las capelladas y hacer la costura láser. La planta tiene capacidad para producir hasta 80.000 pares de calzado por mes.

«Hay fabricantes de calzado que no estaban en el mundo deportivo y en estos años se volcaron a fabricar botines», comentan desde una planta industrial. Uno de ellos fue Justicialistas, la marca cordobesa cuyo fuerte son los zapatos de cuero. En 2021 lanzaron Barrilete Cósmico, su línea de botines de fútbol 5 elaborados con cuero vacuno nacional, y el año pasado vendieron 150 pares por mes. Otro caso fue el de Footy, la empresa dedicada al calzado infantil, que debutó con sus botines a fines de 2022.

A diferencia de otros jugadores, que importan las suelas y las capelladas, estas compañías se abastecen con proveedores y curtiembres locales. Ingratta SA, fabricante de las suelas Febo, incrementó en un 10 por ciento su volumen de producción de modelos para este tipo de calzado de nicho.

Lucas Aguilar se dio cuenta que faltaban botines tras hacer una pequeña búsqueda en MercadoLibre. Entonces reactivó las máquinas que usaba su papa, Hilarion, para hacer zapatillas de cuero y junto a su familia lanzó Manguz a mediados de 2021. De aquel trabajo artesanal pasaron a industrializar la producción con una inversión de $ 1,4 millón que les permitió escalar a 600 pares por mes en su planta en Villa Soldati.

«Nosotros hacemos botines de cuero vacuno y la calidad es la misma que el de uno de primera marca. El tema es que ellos te los cobran el doble y en nuestro caso apuntamos a crecer por volumen vendiéndolo más barato», remarca Aguilar. Los Manguz Hunter cuestan entre $ 49.000 y $ 51.000, según el modelo.

La cordobesa Justicialistas lanzó Barrilete Cósmico, su botín de cuero argentino con homenaje a Maradona.

Justicialistas y Manguz utilizan cuero vacuno, en lugar de la variante sintética como es el caso de Kioshi y Raptor. Un metro de cuero natural puede costar entre $ 8000 y $ 9000, mientras que el valor del sintético es de aproximadamente $ 5000, según detallan desde el sector. Con un metro de material se pueden fabricar entre cinco y seis pares.

Por el momento, Aguilar solo comercializa sus botines a través de MercadoLibre y su tienda online, además de algunas ventas en el showroom que tienen cerca de la fábrica. En 2024 el objetivo es alcanzar los 1000 pares por mes y la planta incluso tiene capacidad para triplicar ese número. «La idea es acomodar el equipo de ventas para hacer alianzas comerciales y entrar a tiendas multimarca. Igualmente nuestro plan de marketing pasa por estar en escuelitas de fútbol, clubes de barrio y en complejos de alquiler de canchas. Ahí queremos que nos vean», resalta.

Estado de alerta

El fin de las licencias automáticas y del Sistema de Importaciones (SIRA) podría abrirle la puerta a que lleguen más botines terminados desde el exterior. Según la Cámara de la Industria del Calzado (CAIC), en 2023 se importaron 16,5 millones de pares y el rubro deportivo suele representar alrededor del 60 por ciento del volumen total. Entre 2018 y 2021 el valor de las importaciones de calzado cayó un 30 por ciento de US$ 512 millones a US$ 357 millones, de acuerdo al reporte de la consultora Claves.

Estas trabas y demoras en la autorización de importaciones llevaron a las compañías a reforzar su ensamblado local. Algunas incluso retornaron al país, como fue el caso de Penalty que en 2021 anunció su regreso con un plan de producción de 15.000 pares de botines por mes en la planta de Bicontinentar Footwear Technologies en Chivilcoy, la ex Paquetá.

Manguz encontró una oportunidad ante la falta de botines de fútbol de cuero natural con sus Hunter.

Traer al país un calzado terminado tiene un arancel de 35 por ciento, mientras que las partes pagan entre 15 y 28 por ciento. Además, desde diciembre de 2021 el Gobierno argentino estableció una medida antidumping que impide importar calzado desde China por un valor FOB inferior a US$ 15,70 por par. Por ahora estos aranceles se mantienen, pero desde el sector, en particular las grandes marcas, ya negocian con algunos funcionarios de la secretaría de Comercio para que las partes tengan arancel 0. «Si no empiezan a bajar los costos, el consumo está muy frenado», apunta Braier.

«Cada botín que entregamos se vende porque hay poco stock. El negocio podría ser más grande«, señala Rubaja, de Topper. El segmento, detalla, crece a un ritmo del 10 por ciento anual, pero el uso específico de este tipo de calzado limita sus posibilidades. La compañía recientemente llevó adelante un estudio junto a la consultora de investigación Desatanudos y el relevamiento arrojó que solo el 15 por ciento de la población general juega al fútbol.

Ante la posible apertura importadora, los jugadores nacionales ya se pusieron en estado de alerta. «Nos estamos moviendo con cuidado, pero sin dejar de planificar. Tratamos de que el aumento de precios no impacte tanto en el producto final porque apuntamos a un público de clase media». Comenta Fernández, cofundador de Kioshi. Por su parte, Nicolás Mendizábal, socio de Justicialistas, asegura que pusieron el freno de mano en sus planes. «Todavía no pudimos definir la próxima producción semestral porque sabemos que se va a complejizar el tema comercial. En otro contexto nos hubiera gustado sumar más variedad, colores o incursionar en botines de cancha de 11″, detalla. Durante la última semana la marca cordobesa redujo el precio de su modelo en un 13 por ciento y ahora se venden a $ 65.500 en su tienda online.

Amoros revela que le ofrecieron importar las suelas y las capelladas desde Taiwán pero prefirió continuar fabricándolas en su planta. «A mis clientes les vendo cada par a US$ 10,8. Si tuviera que traerlos terminados desde afuera, entre flete y demás, me cuesta US$ 19 solo para tenerlos en mis manos. Hoy no tengo ningún tipo de competencia directa en el segmento», analiza. Tras la última gran devaluación Raptor incrementó el valor de sus botines en un 40 por ciento.

«Todavía no hay una alerta de que vaya a haber una invasión de calzado importado», afirma Horacio Moschetto, gerente de la CAIC. El directivo agrega que la oportunidad para el segmento está en incrementar el porcentaje de ensamblado nacional. Y concluye: «El calzado deportivo a nivel mundial tuvo un incremento grande en precios y hoy en los Estados Unidos ronda los US$ 100. No es que van a venir zapatillas de primera línea a precios más accesibles de los que ya están en el mercado».

La versión original de esta nota se publicó en el número 362 de revista Apertura.

El nuevo negocio del calzado argentino para ganarle mercado a Nike y Adidas: opciones low cost y exportaciones

Fuente: Cronista – Con modelos top a más de $ 100.000, varios jugadores locales salieron a disputar el negocio de los botines de fútbol. Opciones económicas, insumos nacionales y proyectos para alcanzar los 500.000 pares por año.

Martín Amoros se metió en el negocio del calzado hace 10 años por recomendación de su suegro, que fabricaba suelas. Probó haciendo pantuflas, ojotas e incluso sandalias de mujer. Este portafolio lo complementaba con algunos botines de fútbol que le compraba a otro productor. En 2020 los clientes empezaron a pedirle más botines, pero su proveedor le entregaba los pares a su propio ritmo. «Veía la guita que me estaba perdiendo de ganar. Detecté ese bache y me puse a fabricarlos yo mismo», recuerda. Durante la pandemia fundó Raptor y los números iban tan bien que mudó toda la operación a una fábrica de 1600m2 en Valentín Alsina, donde produce más de 20.000 pares por mes.

Así como en otra época fueron Fulvence y Sacachispas, Raptor fue una de las marcas argentinas que encontró suelo fértil en el negocio de los botines ante el espacio que dejaron grandes players como Nike y Adidas. Mientras los gigantes de la indumentaria deportiva se concentraban en productos de mayor volumen y sus botines perforaban la barrera de los $ 100.000 – con modelos profesionales que superan los $ 300.000 y $ 400.000 -, los jugadores locales ganaron terreno con propuestas de producción 100 por ciento nacional y opciones entre un 50 y 80 por ciento más económicas. En 2023 , solo cuatro de estas marcas alcanzaron un volumen anual de 430.000 pares y para este año proyectan que esta cifra crezca más de un 30 por ciento.

La industria del calzado deportivo movió cerca de 33 millones de pares en el mercado local, según fuentes del segmento. De ese total, los botines de fútbol se llevan un 7 por ciento (unos 2,2 millones de pares) y dentro de la categoría los modelos con tapones (FG) concentran un tercio de las ventas, mientras que el resto se reparten entre tapones para cancha de 5 (TF) y futsal.

Martín Amoros, fundador de Raptor, tiene como política no vender sus botines a más de $ 15.000.

Pero en los últimos tres años no resultó sencillo conseguir botines en el país de los campeones del mundo. Las dificultades para importar fueron uno de los principales motivos por los que algunas marcas volcaron sus esfuerzos en categorías con mayor circulación, como las zapatillas de running. Esta falta de insumos impactó en las fábricas ensambladoras. Por caso, en septiembre de 2023 Grupo Dass paró su planta de El Dorado, Misiones, produce los botines Umbro y Nike; en tanto, Bicontinentar Footwear Technologies, que hace los modelos de Diadora y Penalty en Chivilcoy, confirmó que no fabricará botines durante el primer semestre de 2024.

A su vez, varias de las fábricas en Asia que producen botines terminados estuvieron cerradas por los rebrotes del COVID-19. A esto se le sumaba una cuestión de rentabilidad. «Una línea con 30 empleados ensambla una zapatilla para niños que se vende a $ 9000 y la misma línea hace una para adulto que se vende a $ 50.000. A veces es solo una cuestión de mercado», explican desde una fábrica.

«Estamos justo en un cambio de Gobierno y de reglas de importación con una mayor apertura ahora. Se buscará mantenernos atractivos desde los precios, considerando que son muchos los factores que intervienen en el valor final como, por ejemplo, los impuestos», indica Federico Tórtora, director de One Marketplace de Southbay, distribuidor oficial de Nike en el país. La mitad de los botines que venden en la Argentina son armados localmente con insumos importados desde Brasil, en particular la línea Tiempo aunque en las próximas temporadas planean empezar también las franquicias Mercurial y Phantom de la gama entry.

Dass es uno de los principales ensambladores de botines del país. Entre sus plantas de El Dorado y la de Coronel Suárez, donde se hacen los modelos de Adidas, mueve alrededor de 3000 pares por día, es decir, poco más de 1 millón por año. La compañía asegura que los pedidos para este año, que se realizan con seis meses de anticipación, fueron hechos con normalidad.

La alemana Puma cerró 2023 con un cuarto de participación en el negocio local de botines de fútbol.

El tercer integrante de la trinidad del negocio deportivo es Puma, que en los últimos tres años invirtió $ 400 millones en su fábrica en La Rioja. Ahí elabora su histórico botín Borussia, hecho con cuero nacional. En su tienda oficial este modelo se consigue por $ 100.000 en sus versiones para cancha de 11 y de 5.

Ignacio Aguerre, director de Merchandising de Puma Argentina, asevera que no tuvieron dificultades para importar insumos en los últimos dos años. «Los modelos de alta gama son aquellos que se importan debido a sus especificaciones técnicas», remarca. En 2023 los botines representaron un 13 por ciento de su volumen total de producción de calzado que fue de 3,7 millones de pares y cerraron el año con un share del 25 por ciento en la categoría. La Copa América de 2024, señala Aguerre, podría impulsar las ventas: «Históricamente durante eventos de esta envergadura hemos observado un incremento aproximado del 20 por ciento en la demanda de botines».

La que aprovechó este espacio para ganar lugar en los estantes de las casas de deporte fue Topper, propiedad del grupo brasileño Sforza. «Pasamos de tener un share de 14 por ciento en 2021 a uno de 22 por ciento el año pasado. Y este año creemos que en fútbol vamos a crecer un 40 por ciento», asegura Darío Rubaja, director Comercial de la marca. Junto a Umbro, Diadora, Lotto y Penalty se sitúa un escalón por debajo en lo que respecta a precio con botines que oscilan entre los $ 51.000 y $ 62.000 con el San Ciro como figura. Este año planean lanzar su primer modelo fabricado íntegramente en su planta en Tucumán, el Artis, y esperan que represente un 20 por ciento de sus ventas en la categoría.

La apuesta de Topper es el botín de producción nacional Artis que lanzó a comienzos de 2024.

Otra que tiene todo listo para salir a morder en la categoría es Joma, que desde 2023 tiene a Brand Team como nueva licenciataria. La marca española empezó a producir botines en la planta de Senda, en Florencio Varela, donde históricamente se fabricaron los de Penalty. Su perspectiva es manejar un volumen inicial de 20.000 pares por mes. «Las restricciones de importación siempre distorsionan las condiciones de mercado y dan lugar a oportunidades», comenta Pablo Braier, CEO de la firma. Y estas oportunidades también las aprovecharon algunas compañías que no estaban ligadas al mundo del calzado deportivo.

Alternativas nac & pop

«Mi héroe es el de los alfajores Guaymallen», exclama Amoros, dueño de Raptor. Y detalla: «Quería hacer algo económico de mucho volumen y bajo margen, pero llegar a todos el país». Su política, indica, es sencilla: ninguno de sus botines puede venderse a más de $ 15.000. Y estos precios los sostiene asumiendo buena parte del proceso productivo. «Ahorro un montón de plata haciendo el aparado (N.d.R: proceso de unir todas las piezas de un calzado) con 26 máquinas de coser e inyectando las suelas de PVC», destaca.

La marca del dinosaurio creció rápidamente desde su lanzamiento en 2021. A fines de 2023 hizo su primera exportación de 1500 pares a Uruguay y recientemente invirtió US$ 15.000 para desarrollar una nueva línea de botines premium de caucho con la que planea agregar 200 pares de producción diaria. Sin embargo, todavía no logró penetrar con fuerza en las casas de deporte. «Pudimos entrar en tres o cuatro cadenas, pero hay marcas que los amenazan. Son como el perro viejo que no come ni deja comer porque no les entregan botines pero tampoco los dejan que me compren a mí», reclama el emprendedor.

Flourish logo

Kioshi hizo un intento de importar botines en 2017, pero decidió virar hacia la producción nacional en 2021 con una inversión de $ 50 millones. «Nuestra estrategia apunta más al deportista amateur. Ese futbolista que juega torneos los fines de semana y busca un botín de calidad a un precio accesible», asevera Emmanuel Fernández, socio de la compañía que ya produce hasta 15.000 pares por mes y prevé escalar a 20.000 durante este año.

Primero lanzaron el modelo para cancha de sintético y luego desarrollaron el segmento complejo. Esta unidad representa un 30 por ciento de su facturación con botines cuyos valores van desde los $ 42.000 hasta los $ 48.000. En su fábrica se ocupan de inyectar las suelas, tejer las capelladas y hacer la costura láser. La planta tiene capacidad para producir hasta 80.000 pares de calzado por mes.

Kioshi invirtió $ 50 millones para lanzarse al segmento y prevé producir 20.000 pares por mes.

«Hay fabricantes de calzado que no estaban en el mundo deportivo y en estos años se volcaron a fabricar botines», comentan desde una planta industrial. Uno de ellos fue Justicialistas, la marca cordobesa cuyo fuerte son los zapatos de cuero. En 2021 lanzaron Barrilete Cósmico, su línea de botines de fútbol 5 elaborados con cuero vacuno nacional, y el año pasado vendieron 150 pares por mes. Otro caso fue el de Footy, la empresa dedicada al calzado infantil, que debutó con sus botines a fines de 2022.

A diferencia de otros jugadores, que importan las suelas y las capelladas, estas compañías se abastecen con proveedores y curtiembres locales. Ingratta SA, fabricante de las suelas Febo, incrementó en un 10 por ciento su volumen de producción de modelos para este tipo de calzado de nicho.

Lucas Aguilar se dio cuenta que faltaban botines tras hacer una pequeña búsqueda en MercadoLibre. Entonces reactivó las máquinas que usaba su papa, Hilarion, para hacer zapatillas de cuero y junto a su familia lanzó Manguz a mediados de 2021. De aquel trabajo artesanal pasaron a industrializar la producción con una inversión de $ 1,4 millón que les permitió escalar a 600 pares por mes en su planta en Villa Soldati.

«Nosotros hacemos botines de cuero vacuno y la calidad es la misma que el de uno de primera marca. El tema es que ellos te los cobran el doble y en nuestro caso apuntamos a crecer por volumen vendiéndolo más barato», remarca Aguilar. Los Manguz Hunter cuestan entre $ 49.000 y $ 51.000, según el modelo.

La cordobesa Justicialistas lanzó Barrilete Cósmico, su botín de cuero argentino con homenaje a Maradona.

Justicialistas y Manguz utilizan cuero vacuno, en lugar de la variante sintética como es el caso de Kioshi y Raptor. Un metro de cuero natural puede costar entre $ 8000 y $ 9000, mientras que el valor del sintético es de aproximadamente $ 5000, según detallan desde el sector. Con un metro de material se pueden fabricar entre cinco y seis pares.

Por el momento, Aguilar solo comercializa sus botines a través de MercadoLibre y su tienda online, además de algunas ventas en el showroom que tienen cerca de la fábrica. En 2024 el objetivo es alcanzar los 1000 pares por mes y la planta incluso tiene capacidad para triplicar ese número. «La idea es acomodar el equipo de ventas para hacer alianzas comerciales y entrar a tiendas multimarca. Igualmente nuestro plan de marketing pasa por estar en escuelitas de fútbol, clubes de barrio y en complejos de alquiler de canchas. Ahí queremos que nos vean», resalta.

Estado de alerta

El fin de las licencias automáticas y del Sistema de Importaciones (SIRA) podría abrirle la puerta a que lleguen más botines terminados desde el exterior. Según la Cámara de la Industria del Calzado (CAIC), en 2023 se importaron 16,5 millones de pares y el rubro deportivo suele representar alrededor del 60 por ciento del volumen total. Entre 2018 y 2021 el valor de las importaciones de calzado cayó un 30 por ciento de US$ 512 millones a US$ 357 millones, de acuerdo al reporte de la consultora Claves.

Estas trabas y demoras en la autorización de importaciones llevaron a las compañías a reforzar su ensamblado local. Algunas incluso retornaron al país, como fue el caso de Penalty que en 2021 anunció su regreso con un plan de producción de 15.000 pares de botines por mes en la planta de Bicontinentar Footwear Technologies en Chivilcoy, la ex Paquetá.

Manguz encontró una oportunidad ante la falta de botines de fútbol de cuero natural con sus Hunter.

Traer al país un calzado terminado tiene un arancel de 35 por ciento, mientras que las partes pagan entre 15 y 28 por ciento. Además, desde diciembre de 2021 el Gobierno argentino estableció una medida antidumping que impide importar calzado desde China por un valor FOB inferior a US$ 15,70 por par. Por ahora estos aranceles se mantienen, pero desde el sector, en particular las grandes marcas, ya negocian con algunos funcionarios de la secretaría de Comercio para que las partes tengan arancel 0. «Si no empiezan a bajar los costos, el consumo está muy frenado», apunta Braier.

«Cada botín que entregamos se vende porque hay poco stock. El negocio podría ser más grande«, señala Rubaja, de Topper. El segmento, detalla, crece a un ritmo del 10 por ciento anual, pero el uso específico de este tipo de calzado limita sus posibilidades. La compañía recientemente llevó adelante un estudio junto a la consultora de investigación Desatanudos y el relevamiento arrojó que solo el 15 por ciento de la población general juega al fútbol.

Ante la posible apertura importadora, los jugadores nacionales ya se pusieron en estado de alerta. «Nos estamos moviendo con cuidado, pero sin dejar de planificar. Tratamos de que el aumento de precios no impacte tanto en el producto final porque apuntamos a un público de clase media». Comenta Fernández, cofundador de Kioshi. Por su parte, Nicolás Mendizábal, socio de Justicialistas, asegura que pusieron el freno de mano en sus planes. «Todavía no pudimos definir la próxima producción semestral porque sabemos que se va a complejizar el tema comercial. En otro contexto nos hubiera gustado sumar más variedad, colores o incursionar en botines de cancha de 11″, detalla. Durante la última semana la marca cordobesa redujo el precio de su modelo en un 13 por ciento y ahora se venden a $ 65.500 en su tienda online.

Amoros revela que le ofrecieron importar las suelas y las capelladas desde Taiwán pero prefirió continuar fabricándolas en su planta. «A mis clientes les vendo cada par a US$ 10,8. Si tuviera que traerlos terminados desde afuera, entre flete y demás, me cuesta US$ 19 solo para tenerlos en mis manos. Hoy no tengo ningún tipo de competencia directa en el segmento», analiza. Tras la última gran devaluación Raptor incrementó el valor de sus botines en un 40 por ciento.

«Todavía no hay una alerta de que vaya a haber una invasión de calzado importado», afirma Horacio Moschetto, gerente de la CAIC. El directivo agrega que la oportunidad para el segmento está en incrementar el porcentaje de ensamblado nacional. Y concluye: «El calzado deportivo a nivel mundial tuvo un incremento grande en precios y hoy en los Estados Unidos ronda los US$ 100. No es que van a venir zapatillas de primera línea a precios más accesibles de los que ya están en el mercado».

La versión original de esta nota se publicó en el número 362 de revista Apertura.

El nuevo gol de Topper para aprovechar la falta de botines de fútbol y sumar ventas

Fuente: Cronista – Alcanzó un 22% de share en el segmento por los problemas para importar de sus competidores. Ahora prevé crecer 40% con el Artis, su nuevo botín de cuero.

Una de las marcas de origen argentino que más aprovechó la escasez de botines de fútbol de los últimos años fue Topper. Desde 2021 ganó ocho puntos de participación en el segmento y culminó el año pasado con un 22% de share. «Veníamos atrasados en posicionamiento y hoy luchamos el liderazgo», asegura Darío Rubaja, director Comercial de la compañía.

Ahora prevé un 40% de crecimiento en este negocio y planea dar pelea dentro de la franja premium con un nuevo modelo de cuero de producción nacional.

«Venimos en catch up», resume el ejecutivo. Históricamente, detalla, los botines representaban un 6% del mix total y hoy se lleva un 8 por ciento. «En general toda la industria sufrió la desprolijidad de no poder planificar con agudeza lo que se podía traer. Hubo meses en los que faltó producto y algunas marcas no pudieron sortear eso. En nuestro caso, cada botín que entregamos, se vende«, señala.

En 2021 la empresa anunció un plan de inversión de $ 500 millones en su planta de Aguilares, en Tucumán, que ya desembolsó por completo. Una parte de este proyecto implicó una erogación de $ 80 millones para volver a producir indumentaria en su única fábrica en el país, la cual se dedica exclusivamente a desarrollar productos Topper. También en 2022 plantó bandera en Uruguay con la apertura de su primer local monomarca.

En los últimos tres años la marca invirtió $ 500 millones en su fábrica y abrió su primer local en Uruguay.

Topper nació en 1975 como una idea de la firma Alpargatas para incursionar en el mundo del calzado deportivo. Primero puso un pie en el tenis, después en el básquet y luego llegó al fútbol. Durante varios años jugó en el torneo local como sponsor técnico de varios clubes campeones, como Vélez (Clausura 2005), Estudiantes de La Plata (Apertura 2006) y Newell’s Old Boys (Torneo Final 2013). Sin embargo, su fuerte siempre estuvo en el negocio de las zapatillas.

El nuevo botín argentino

«Hoy somos la marca argentina número 1 en calzado deportivo en volumen», apunta Rubaja, que resalta que Topper cerró 2023 con un 18% de share de los 33 millones de pares que se vendieron en la categoría. Si bien tuvo su origen en el mercado local, desde 2019 la empresa está en manos del grupo brasileño Sforza tras un desembolso de u$s 64 millones.

Los botines son un calzado muy técnico con poca versatilidad de uso. Por eso, ante las dificultades para importar producto terminado y partes para ensamblar, algunas compañías se volcaron a ítems de mayor circulación, como las zapatillas de running. «Nosotros dentro de todo pudimos lidiar con la complejidad del sistema. Ahora la situación se está empezando a liberar. Pero ante esa falta de abastecimiento completo en el mercado, desde la marca intentamos cumplir un rol de proveer a los clientes para que tengan oferta. Nos piden y tratamos de acelerar», afirma.

San Ciro es la línea de botines de fútbol más vendida dentro del portafolio de productos de  Topper. 

Hasta ahora, el 90% de su producción de botines en Aguilares correspondía a ensamblado, mientras que los importados terminados se llevaban el resto. La estrella de su portafolio es el San Ciro de cuero sintético, en tanto el modelo Stingray se posicionaba como una opción premium. Esto cambiará con el lanzamiento de su nuevo botín de fútbol, Artis.

«Es de cuero natural y es casi todo producción nacional excepto la suela, que es importada. Incluso hacemos la capellada en Tucumán», describe el ejecutivo. Calculan que el Artis se llevará un 20% del volumen de producción este año.

Los botines Artis de cuero salieron al mercado en 2024 y son la gran apuesta de Topper para este año.

Históricamente el negocio de botines representó un 10% de la venta de calzado deportivo, aunque hoy patea un 8 por ciento, es decir alrededor de 2,2 millones de pares. Según los números brindados por la empresa, Topper produce unos 400.000 pares de botines por año en su fábrica de los casi 5 millones que maneja de calzado deportivo total. Y este año espera un nuevo salto en los números.

«No vamos a hacer inversiones grandes en 2024, sino que será un año de consolidar volumen», comenta Rubaja. La compañía prevé un crecimiento moderado en el negocio general, sin embargo proyecta un 40% de crecimiento dentro del segmento botines de fútbol. «La categoría tendría que pesar un 10% en el negocio de calzado deportivo y, en parte, eso es porque faltan botines. Por eso creemos que hay espacio para crecer».

Tellas. Zapatos para toda la vida

Fuente: CARAS – Tellas te aconseja cómo cuidar tus calzado de cuero, para mantenerlos en perfecto estado por mucho tiempo y que te duren el mayor tiempo posible.

En Tellas confeccionamos nuestros zapatos con cuero vacuno. Esta materia prima de excelente calidad puede durar toda la vida, a diferencia de los materiales de origen sintético, si se incorporan pequeñas acciones para el cuidado y protección de los zapatitos.

En primer lugar, te aconsejamos que una vez usados, les pases un cepillo o un trapo seco para retirar el excedente de polvo.

Luego, según el tipo de material, se pueden aplicar diferentes productos:

Para todo tipo de cuero, se puede aplicar una crema incolora, con el fin de hidratarlo y evitar que se cuartee por el paso del tiempo o malos cuidados. Seguidamente, se le pueden sacar brillo con un cepillo seco o una franela. Esta crema incolora se recomienda para los cueros básicos,  y especialmente, para los que tienen terminaciones en colores fuertes (rojo, fucsia, azul, etc.), estampados, metalizados, etc.

Los cueros de colores claros (blanco, nude, beige, etc.): si tienen marcas por el uso, o pequeñas manchas que no salen con el cepillo seco, se recomienda pasarles suavemente una goma blanca, la clásica para borrar el lápiz.

Para cuidar los cueros básicos (negros y marrones), además de la crema incolora hidratante, se puede aplicar una pomada del mismo color del cuero. Y te dejamos un secreto más: luego de pasarles la pomada, dejalos reposar 30 minutos. A continuación dales una “buena cepillada” fuerte y firme, y van a relucir.

Para los zapatitos de gamuza, se recomienda pasarles un cepillo limpio y seco. Para darles un mejor mantenimiento, se les puede pasar un trapo apenas húmedo y aplicar un producto especial para gamuza. Si se necesita un retoque del color, mejor recurrir al zapatero amigo del barrio y que haga “chapa y pintura”.

Finalmente, los zapatos de charol, se les puede pasar simplemente cualquier producto que se use para limpiar muebles de madera.

Por último, te aconsejamos guardar tus zapatos en una caja en donde cada par tenga su espacio. Lo ideal es colocar, dentro de los mismos, un papel para mantener la forma.

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Para visitar nuestro showroom: miércoles de 16 a 19 horas y sábados de 10 a 13 horas.
Solo cita previa.

Nuestra tienda online: https://www.tellas.ar/

Fotos: @boccostudio en @laisla.estudios

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El magnate detrás de Nike: fortuna, historia y legado de Phil Knight

Fuente: Ámbito – Oriundo de Noregon y atleta amaetur, el hombre fundó la marca de la pipa hace más de 50 años.

Nike es posiblemente la empresa fabricante de indumentaria deportiva más famosa del mundo. La compañía estadounidense tiene presencia en casi todos los países del globo y sus artículos son objeto de deseo de millones de deportistas amateurs. Ni hablar de todos los equipos y atletas profesionales que se visten con indumentaria de la firma.

Pero, ¿quién fue el ideador de este gigante de la ropa?

Su nombre es Phil Knight, un ex atleta de la Universidad de Oregón, Estados Unidos, que el 25 de enero de 1964 decidió fundar una compañía de calzado deportivo junto a su entrenador, William Bowerman.

Knight era un corredor amateur, disfrutaba correr en pistas y por la montaña, y conocía la importancia de contar con buenas zapatillas para rendir bien. En ese momento, en Estados Unidos no existían opciones de calidad, y las mejores, las Adidas, eran difíciles y costosas de obtener, ya que se fabricaban en Alemania.

Este vacío en el mercado fue la motivación para la creación de su propia marca de calzados.

Knight era un atleta amateur preocupado por la ausencia de zapatillas deportivas accesibles en Estados Unidos.

Knight era un atleta amateur preocupado por la ausencia de zapatillas deportivas accesibles en Estados Unidos.

Inicialmente, la marca se llamó Blue Ribbon Sports y se asoció con la firma Onitsuka Tiger (actualmente ASICS). Siete años después, en 1971, terminó el contrato con la marca japonesa y se lanzó la propia línea de calzado deportivo.

Knight recurrió a la experiencia y al talento deportivo de Bowerman, su entrenador, que estaba convencido de que si conseguía aligerar en una onza las zapatillas, sus corredores correrían con 25 kilogramos menos de peso durante la carrera.

Ese año, juntos fundaron Nike.

Bajo la premisa de hacer calzados deportivos cómodos, que potencien el rendimiento de los atletas y accesibles en Estados Unidos, Knight y Bowerman comenzaron a darle forma a Nike: le encomendaron a la diseñadora Carolyn Davidson el diseño del famoso logo de la marca y contrataron una agencia de publicidad para potenciar las ventas.

Entre pruebas y errores, fueron dándole forma a las zapatillas que soñaban.

Knight fundó Nike en 1971.

Knight fundó Nike en 1971.

Los ´80 fueron el «boom» de la compañía. Nike dejó de dedicarse únicamente a la confección de calzado de atletismo y comenzó a abarcar otros deportes, además de lanzar la línea de calzado para la vida cotidiana.

El primer gran éxito fue el modelo Air Jordan, que la empresa realizó especialmente para el basquetbolista Michael Jordan, y que se siguen vendiendo hoy en día.

Con el correr de los años, Nike fue creciendo en popularidad y en ingresos. Las zapatillas, que ya se exportaban a casi todo el mundo, dejaron de ser el único artículo de la marca, y empezaron a confeccionar todo lo referido a indumentaria deportiva.

El 24 de diciembre de 1999 fallece Bill Bowerman y Knight comienza a dirigir la compañía en soledad.

Las Air Jordan, el verdadero salto a la fama de Nike.

Las Air Jordan, el verdadero salto a la fama de Nike.

Hoy en día, Phil Knight tiene solamente el 35% de la firma. Su fortuna asciende a unos $51,2 billones de dólares, lo que le convierte en la 16ª persona más rica de Estados Unidos.

En cada entrevista que da, no deja pasar la oportunidad de recordar a Bowerman, a quien define como su gran maestro. El fundador de Nike intenta llevar los valores que le inculcó su ex entrenador a la filosofía de la marca. “La derrota es un aprendizaje. Cuando uno pierde, algo aprende”, recuerda que repetía siempre Bowerman.

Es así que la cultura del «Just Do It», emblema famoso de la marca, encapsula la mentalidad de Phil Knight y de Bill Bowerman. El mensaje busca fomentar la valentía, la determinación y la superación de desafíos, tanto en el ámbito deportivo como en la vida cotidiana.