Fuente: La Nación – La empresa suiza que más crece en el mercado del calzado deportivo abrirá sus primeras dos tiendas en 2026, de la mano del grupo local Bisa
La marca suiza On —famosa por sus zapatillas de running con diseño minimalista y tecnología de alto rendimiento— ya tiene fecha de aterrizaje en la Argentina. El Grupo Bisa, uno de los principales jugadores del mercado deportivo local, cerró un acuerdo para traerla al país y ya tiene planes concretos: en 2026 abrirán los dos primeros locales exclusivos, uno en un shopping y otro a la calle.
La marca, conocida oficialmente como On Running y respaldada por el tenista suizo Roger Federer, fue fundada en 2010 por Olivier Bernhard, David Allemann y Caspar Coppetti, y se ha consolidado como una referencia en el mundo del running, con presencia en más de 60 países. Su diseño distintivo y su enfoque tecnológico —con centros de desarrollo tanto en Suiza como en Portland, EE.UU., ciudad considerada el Silicon Valley del calzado— la convirtieron en una de las marcas más deseadas por corredores de élite y deportistas amateurs.
En los últimos años, las zapatillas On se convirtieron en un fenómeno entre los consumidores argentinos de ingresos altos, especialmente en zonas urbanas como la ciudad de Buenos Aires. Sin hacer publicidad, la marca logró instalarse en el segmento más alto del mercado -forman parte del “uniforme obligado” de los empresarios que buscan lucir un look descontracturado-, repitiendo un fenómeno similar al que ocurrió hace una década con las camperas de Uniqlo: productos que circulan por recomendación y prestigio silencioso, más que por campañas masivas.
La marca suiza ON cuenta con un poco más de 30 tiendas exclusivas en el mundo. En la región solo está presente en Santiago de Chile
“La casa matriz de On prefiere los locales a la calle, con la idea de que si alguien quiere una zapatilla On, tenga que ir especialmente a buscarla. Pero también sabemos que los shoppings son claves para generar tráfico y posicionar una marca nueva en el país”, explicó Federico Farina, CEO del Grupo Bisa.
Hora de escalar
La llegada de On se enmarca en una estrategia más amplia del Grupo Bisa para ampliar su portafolio de marcas y ganar escala en el competitivo mercado local. En los últimos dos años, la compañía incorporó marcas como la japonesa Mizuno y Champion. Actualmente, la empresa alcanza cerca del 4% del mercado deportivo, pero su meta es duplicar esa participación al 8%.
“Buscamos complementar marcas para cubrir diferentes segmentos. Hoy no participamos en categorías muy populares como el fútbol, pero vemos una gran oportunidad en nichos de alta calidad y tecnología como el running”, señaló Farina.
Una apuesta con base local
Aunque la coyuntura argentina suele oscilar entre modelos proteccionistas y de apertura, en Bisa están convencidos de que la industria nacional sigue teniendo un rol clave. La compañía cuenta con una planta propia en Hurlingham que emplea a 250 personas y produce más de 400.000 prendas al año, principalmente para el mercado interno. Desde allí, visten a los seleccionados nacionales de hockey —Las Leonas y Los Leones— entre otros clientes.
“Nuestra planta nos da velocidad de respuesta. Por ejemplo, cuando ganamos el contrato con la Confederación Argentina de Hockey, faltaban solo dos meses para el Mundial. Si hubiéramos tenido que producir en Asia, no habríamos llegado”, recordó Farina.
Fuente: La Nación – Con su olor a incienso traído desde Roma, la zapatería Muglia es una parada obligada para quienes desean seguir los pasos del papa Francisco en su natal Buenos Aires, cuando aún era el padre Jorge y calzaba unos sencillos zapatos con cordones, un estilo que siguió usando cuando fue pontífice.
Antes de que Jorge Mario Bergoglio emprendiera el camino que lo llevaría al Vaticano en 2013 se compraba los zapatos en ese comercio de su barrio, Flores, donde se erige la Basílica de San José.
En ese templo escuchó a los 17 años el llamado de Dios y más tarde impartió misas.
“Yo era chiquito, pero mi padre contaba que venía el padre Jorge de la Iglesia San José… Estimo que mi padre, que era humilde también, debe habérselos regalado”, relató el jueves a The Associated Press Juan José Muglia, de 52 años, mientras mostraba un par de mocasines de cuero que se venden por más de 150 dólares.
La zapatería fue fundada por el abuelo de Muglia en 1945, cuando por la esquina aún pasaba el tranvía y la calle era empedrada.
La zapatería tiene una mezcla de estilos. Conserva su estructura original, con guardas de mosaicos españoles y estantes de madera donde se apilan centenares de cajas, además de una silla de peluquería antigua, viejas máquinas de coser y una motocicleta inglesa de 1936. Y entre los Rolling Stones y Elvis Presley, que sonríen desde posters, asoman estampas de santos y una estatuilla de la Virgen.
“En ese tiempo no había tanta variedad, la moda eran los mocasines y estos que él usaba eran los escolares con cordones. Es un zapato tipo de colegio, super resistente. El padre Jorge era una persona muy humilde”, evocó Muglia.
Ya como Francisco mantuvo ese estilo sencillo. Mientras lideró a la Iglesia Católica usó zapatos ortopédicos en lugar de los mocasines rojos que habían caracterizado a su predecesor, Benedicto XVI; vivió en el hotel del Vaticano en lugar del Palacio Apostólico y fue un ejemplo de austeridad al usar automóviles compactos en lugar de sedanes de lujo.
Cuando en 2014 se hizo cargo de la zapatería familiar Muglia tuvo la intención de hacerle llegar un par de zapatos a Roma, pero no pudo cumplir su sueño. “Me dijeron que no porque ya usaba otro tipo de zapatos, que tenía los pies muy hinchados y no podía con éstos”, se lamentó.
A los curas que acuden al negocio Muglia suele regalarles los clásicos zapatos de cordones como los que usaba Francisco.
Desde la muerte del pontífice ha percibido un mayor interés del público por conocer el lugar donde adquiría sus zapatos. El local, de hecho, forma parte de un circuito turístico que incluye los lugares más emblemáticos de la vida del papa en la capital argentina.
Francisco «fue un fenómeno, difícil que haya otro así”, dijo Muglia para quien, como muchos de sus vecinos de Flores, sigue siendo el padre Jorge.
En la esquina de la zapatería, Antonio Plastina posee un puesto de periódicos que tuvo a Bergoglio como cliente fiel por décadas hasta que partió a Roma. Incluso siendo arzobispo de Buenos Aires recibía los periódicos en la Catedral Metropolitana pero seguía yendo todos los domingos a comprar su diario a Flores.
“Era un tipo muy humano, muy cálido, se debía mucho a la gente”, afirmó Plastina, de 69 años.
A cuatro cuadras está la casa sencilla en la que vivieron Bergoglio, el mayor de cinco hermanos, y sus padres. Una placa colocada por la Legislatura de Buenos Aires recuerda que fue el hogar del papa argentino.
Desde el lunes los vecinos dejan flores en honor a Francisco en la reja de hierro de la ventana que da a la calle y que los nuevos dueños mantienen cerrada.
«Tengo poca visión, poca audición, pero mucha memoria”, dijo Alicia Gigante, de 91 años, quien vive cerca y se detuvo frente a la casa mientras se sostenía en su hija. “Recuerdo su amabilidad, su sonrisa y esa frase que decía cuando saludaba, que te acariciaba y te bendecía. Siempre decía ‘recen por mí’», dijo la mujer.
Fuente: Cronista – La marca británica Dr. Martens se había ido del país en 2022 a raíz las restricciones a las importaciones. En julio abrirá su flagship store en Palermo
En enero de 2022 la marca británica de borceguíesDr. Martens anunciaba que cerraba sus cuatro locales en la Argentina y que liquidaba los pares remanentes con un 50% de descuento. Los constantes problemas para importar dificultaban la operación y, sin posibilidades de planificar, decidieron irse del país. Tres años después, con otro panorama económico, la distribuidora decidió volver. Lo hará con un local propio en Palermo y una inversión de u$s 400.000.
«Volvemos porque vemos que hay una oportunidad con la apertura de las importaciones. Este es producto que se hace 100% fuera del país y si no tenés certeza de que podés traer los contenedores, es imposible planificar», explicó Joaquín Gotlib, empresario que tiene la representación de la marca en la Argentina y Chile.
El primer local de la marca abrirá en julio y estará ubicado en El Salvador 4761, en pleno Palermo Soho. Pero ya a partir de la semana próxima, los clásicos borceguíes estarán disponibles en algunos locales multimarca, como Grimoldi, Cristóbal Colón y Febo.
La oferta de modelos incluirá clásicos de la marca como los 1460, Jadon, Sinclair y las Chelsea boots. Además, traerán algunas novedades, que no habían estado presentes en la primera experiencia en el país.
Próximos pasos
El siguiente paso, dijo Gotlib, será abrir un segundo local en 2026 en un shopping porteño. También el año próximo se lanzará el e-commerce propio de la marca, que tendrá el mismo aspecto que las tiendas online internacionales.
«Los consumidores argentinos tendrán la misma experiencia de compra digital que en los Estados Unidos», señaló el empresario.
Joaquín Gotlib volverá a traer la marca Dr. Martens a la Argentina
Además, de la apertura de las importaciones, Gotlib destacó la baja de aranceles, que pasaron del 35% al 20%. Gracias a esta medida, podrá ofrecer los productos a precios más competitivos que los que tenía tres años atrás.
«Estamos haciendo un esfuerzo para que el precio sea un 30% más que el de Estados Unidos. Hoy uno ve en los shoppings que otras marcas que compiten con Dr. Martens están el doble y hasta el triple que en sus países de origen», agregó.
La marca espera vender 15.000 pares durante el primer año. Ya para 2026, el empresario se muestra confiado en que podrá duplicar esos números.
Un calzado terapéutico
La marca Dr. Martens tiene su origen en 1945, cuando Klaus Märtens, un joven soldado y médico del ejército alemán, se recuperaba de una fractura en su tobillo en 1945. Se le ocurrió crear una suela acolchonada y aireada que lo ayudara en su rehabilitación, ya que las suelas de cuero duras de aquella época le causaban mucho dolor. La producción formal comenzó en 1947 y en apenas una década se convirtió un producto popular, en particular entre las mujeres mayores.
Años más tarde, el empresario británico Bill Griggs vio el anuncio de las suelas Märtens en una revista sectorial. Rápidamente consiguió la licencia exclusiva para fabricar y comercializar el producto en el Reino Unido, aunque decidió hacerle algunos cambios.
Con algunas modificaciones en el talón y la capellada, y el agregado de una costura con hilo amarillo, adaptaron el nombre de la marca para hacera atractiva en el mercado británico. En 1960 lanzaron oficialmente las Dr. Martens 1460 inspirado en la fecha de creación del producto, el 1 de abril.
La bota, pensada como calzado de trabajo, fue bien recibida por el público joven. Primero fueron los fanáticos del ska quienes se la apropiaron como parte de su look. Pero fue Pete Townshend, líder de The Who, quien la popularizó definitivamente y la convirtió en un sinónimo del rock.
Fuente: Planeta Urbano – Una creadora de calzado artesanal se animó a trabajar con IA para desarrollar su colección otoño-invierno 2025. El resultado es una propuesta que fusiona tradición, tecnología y pensamiento crítico.
Mientras la inteligencia artificial avanza a pasos agigantados, los creativos y diseñadores se ven interpelados por el reto de crear en esa nueva era de imágenes a la carta que se generan en instantes. ¿Cómo mantenerse fiel a una visión artesanal y, al mismo tiempo, dialogar con lo digital? María Giannone, mente y diseñadora de la marca de calzado artesanal RUMA, se lanzó a explorar ese interrogante en primera persona. Su desafío fue claro: crear junto a la IA sus nuevos diseños.
María Giannone.
Los zapatos de RUMA son pensados para calzarlos por la mañana y quitárselos por la noche. Su objetivo es ocuparse y preocuparse por la calidad y el confort de las personas que lo eligen, otorgando un objeto cómodo con presencia e impacto en lo cotidiano. “RUMA es una marca que no esquiva la contemporaneidad que habita pero que tiene un eje conductor y un estilo que sigue respetando su origen con el paso de los años”, asegura su fundadora.
Para su nueva colección otoño-invierno 2025, la creadora indago junto con Chat GPT la historia de la firma, paletas de color y diseños que se adaptaran a lo que ella buscaba. “Estuve dialogando durante seis meses. Nos comunicamos en distintos formatos: yo le pedía que me respondiera como diseñador, psicólogo, vendedor, comprador. Tuvimos muchos idas y vueltas, enfrentamientos donde yo decía: esto es un delirio. Luego le fui cargando más información de la marca, su historia y orígenes para que entendiera la filosofía y ADN de Ruma”, relata sobre el proceso creativo.
Como resultado nació “Dualidad”, una serie de zapatos de taco, chatitas, mocasines y botas en tonalidad burdeos combinada con verde, que incluyen encaje y detalles como hebillas y tiras cruzadas. “Es la unión de inteligencia artificial y las manos artesanales, del tiempo apresurado junto con la calma de lo artesanal. Es una dualidad constante entre las nuevas formas y las tradiciones“, asegura Maria Giannone sobre la colección.
“Fue todo un proceso de investigación, junto con mi equipo de artesanos, para lograr que del diálogo pase a la materialización y producción. Porque cuando empecé a tener los últimos bocetos y me di cuenta de que la paleta de colores que yo había presentado ya me resultaba interesante, comencé a jugar con el tiempo en contra, porque se acercaban las fechas de presentación y me costaba conseguir textiles que representaran lo que buscaba. También me pasó que no eran viables con el zapato”, agrega la diseñadora, que cuenta con más de 25 años en el mercado y que es reconocida por su labor hecha a medida.
Frente al interrogante “¿Qué conclusiones te dejo todo ese proceso?”, Maria Giannone respondió: “No fue magia, fue conversación. La inteligencia artificial no diseño por mi, pero si me empujó a pensar distinto, a cuestionar lo de siempre y animarme a nuevas formas. Y en ese ida y vuelta descubrí una manera distinta de crear: más libre, más lúdica y más dual.”
Fuente: Cronista – Pampero, icónica marca local de indumentaria de trabajo, abrirá 30 nuevas tiendas en el país en 2025 y totalizará 200 locales el año que viene. Cómo será de ahora en más el negocio de la tradicional etiqueta argentina, actualmente en manos de los fundadores de Cardón
Pampero, histórica marca nacional de indumentaria de trabajo, encaró un fuerte plan de expansión que contempla la apertura de tiendas tanto en la Argentina como en la región. En manos de Gabo Nazar, dueño y fundador de Cardón, desde 2012, la tradicional etiqueta abrirá 30 nuevos locales este año y proyecta cerrar 2026 con un total de 200 tiendas alrededor del país.
«A pesar de las enormes dificultades de la economía argentina en cuanto a provisión de insumos, importaciones de materia prima, maquinarias y productos terminados, pudimos armar un andamiaje fuerte para poder encarar un plan de expansión de esta magnitud», dijo Nazar.
Si bien la proyección de la empresa era llegar a las 200 tiendas físicas para comienzos de 2024, los vaivenes de la economía local retrasaron los planes de Pampero, que durante el próximo mes abrirá tres nuevos locales, con una diferencia de no más de dos semanas entre las diferentes inauguraciones. Estos estarán en las localidades de Azul, Pergamino y Junín.
Los planes de expansión de Pampero incluyen tanto al interior, como a la Ciudad de Buenos Aires. De hecho, ya está en obra una nueva sucursal en Microcentro, mientras que hace menos de un año se inauguró una sucursal de 400 metros cuadrados en la emblemática esquina porteña de Santa Fe y Callao, en el barrio porteño de Recoleta.
Actualmente, Pampero tiene alrededor de 120 locales, a los que se sumarán unos 30 este año y otros 50 el próximo. La expansión se realizará mediante el modelo de franquicias, que Nazar ya había utilizado con Cardón y con la marca de empanadas El Noble, de la que se desprendió en 2016. El monto de inversión mínimo es de u$s 100.000 por sucursal.
En cuanto a sus planes de expansión en el exterior, Nazar adelantó que también se concretarán nuevas aperturas en los dos mercados de la región donde Pampero ya está presente: Paraguay y Uruguay.
A pesar de que la compañía tiene alrededor de 47 licenciatarias en el país para producir los más de 5000 productos que forman parte de su cartera, actualmente, con la liberación de las importaciones, Pampero decidió empezar a importar desde China algunos productos, sobre todo, descartables.
«Importamos elementos de protección descartables, como guantes, protectores oculares y auditivos, entre otros. Esos productos se fabrican indefectiblemente en el exterior porque la Argentina no tiene capacidad de producción masiva para estas líneas», aseguró el empresario.
En cambio, la producción de indumentaria, calzado de seguridad y botas de goma, permanecerá en el país. Pampero fabrica alrededor de 400.000 unidades de calzado por año.
«Ante la nueva realidad económica, tuvimos que retomar viejos contactos con el exterior. Si bien la apertura de las importaciones es una buena noticia, también es un desafío nuestra inclusión en el mundo», comentó, a la vez que insistió en que, en la medida que se mantenga la competitividad de la producción local, la empresa optará por proteger la industria nacional.
Nazar inició un proceso de reconversión del tradicional sello asociado con la ropa de trabajo y, en especial, de campo, a principios de 2024. El objetivo era acercarla al público aventurero y urbano.
«Cuando se la compramos a Alpargatas, de las múltiples líneas que había tenido a lo largo de su historia, solo estaba activa en el segmento de ropa de trabajo. Pero en sus más de 100 años de historia había pasado por distintas categorías que nos propusimos recuperar«, señaló Nazar.
Nazar adquirió la marca en diciembre de 2012, anteriormente en manos de Camargo Correa. Pampero pertenecía a la nacional Alpargatas, que, luego de un periodo crítico, entró en concurso preventivo a fines de los ’90. Durante ese proceso, la manejaron los fondos de inversión acreedores de la compañía, que ajustaron sus números hasta su venta al grupo brasileño, en 2007.
Sin embargo, la aprobación de la adquisición tardó poco más de tres años, ya que, para que se le aprobara esa compra, Camargo debía vender Pampero, ya que la brasileña controlaba también, a través de Santista Textil, Ombú, con fuerte presencia en el mercado de ropa laboral.
El Grupo Cardón fue elegido entre otros oferentes mediante una licitación pública a fines de 2010, pero el proceso terminó recién en diciembre de 2012. En ese entonces, Nazar reconoció que el proceso costó más del doble de lo que había ofertado la compañía en una primera instancia. El Grupo local pagó $ 30 millones a Camargo Correa por la marca y la propiedad industrial, que incluía la matricería.
Fuente: Cronista – Cuando Nike y Adidas tropezaron, una nueva empresa suiza quedó de pie, y ahora está en el centro de la manía por las zapatillas cómodas.
Vinnie Petrarca es la cara menos pensada del más reciente auge del running, o mejor dicho del auge de las zapatillas para correr. Este agente de bienes raíces pasa la mayor parte de su tiempo de pie, visitando clientes a lo largo de las interminables ramblas de Fire Island, en Nueva York. Durante años usó zapatillas New Balance para trabajar. Luego asistió a la proliferación de marcas nuevas en los pies de sus vecinos, en particular unos modelos con unos tubos acolchados que se duplicaban en la suela.
Cuando escuchó el entusiasmo de algunos amigos por lo cómodas que eran, finalmente encargó un par en el verano de 2023, aunque solo tenía una vaga idea de lo que estaba buscando. Por un lado pensaba que la compañía se llamaba On Cloud. También creyó que el logo de la marca era el de Lululemon. (La marca se llama On, el modelo es Cloud y no, el logo no es el de Lululemon). Y aunque ahora es un cliente fiel, sólo al ser entrevistado para este artículo se enteró de que On Holding AG es una compañía radicada en Suiza. Lo que tiene sentido, razonó: los suizos son famosos por sus proezas de ingeniería. «Hacen buenos relojes -observó-. ¿Por qué no podrían hacer buenas zapatillas?«
Philip Georgiadis y Rachel Rees
A medio mundo de distancia, otros dos conversos recientes a On beben espressos en un café de moda en Munich un lunes a la mañana después de correr. Erik Schereder se hizo un fanático en julio tras recibir las zapatillas de regalo en una carrera de 24 horas auspiciada por la compañía, parte de su campaña de marketing de base. Después de correr con unas Cloudmonster, el modelo suavemente amortiguado de la marca que se vende a cerca de u$s 200, convenció a su amigo Leon Buchholz de comprarse un par. «En las carreras diarias de entrenamiento son las mejores», explica Buchholz, capitalista de riesgo que ya había probado modelos de New Balance y Hoka, pero «estas son más cómodas y rápidas». Tras visitar un local de On en Berlín también quedó impresionado por su estética pulida, minimalista. «Son la Apple del running».
Es la clase de elogios por el que matarían la mayoría de las marcas, y en el caso de On tardó un decenio y medio en expresarse. A fines de 2010, Nik Inc contribuyó a fomentar el actual renacimiento de las zapatillas para correr con la adopción de sus modelos con placa de carbono. Pero luego trastabilló junto con Adidas AG por concentrarse demasiado en la moda y no tanto en el rendimiento. Nike agravó los problemas al retirar muchas de sus zapatillas de los comercios -especialmente locales que atendían a corredores de verdad- con la esperanza de extraer ganancias mediante la venta directa a las masas.
Lo cual abrió un espacio para una marca nueva como On justo cuando estaba surgiendo la cultura del running y los que no corrían estaban ávidos de descubrir la última zapatilla a la moda que no les destruyera los pies. En los tres últimos años, el mercado de las zapatillas para correr en Estados Unidos se disparó un 20% hasta los u$s 7.400 millones medido en octubre, indica el investigador de mercado Circana LLC, y sólo el 43% de los compradores usa las zapatillas para correr. Se cree que ese mercado crecerá a mayor velocidad que otros calzados, tanto en cantidad de personas que compran los productos cuanto en el precio promedio de los modelos, apuntó Janine Stichter, analista de BTIG LLC.
Los CEO Martin Hoffmann y Marc Maurer cerca de la sede central de On en Zurich.
On, que tiene su sede en Zurich y está dirigida por cinco socios con una severa filosofía gerencial arraigada en la «democracia suiza», registró ventas por u$s 2.500 millones en 2024. Ese crecimiento interanual del 30% es impresionante, pero sigue muy lejos de las facturaciones anuales de casi u$s 25.000 millones de Adidas y u$s 50.000 millones de Nike. A pesar de que la marca parece estar en todas partes, On sólo cuenta con alrededor del 2% del mercado mundial de calzado deportivo.
El desafío de la compañía es mantener el impulso en tanto sigue creciendo, y todo sin perder su presencia entre los deportistas. El mundo del deporte está cubierto de marcas que no lograron hacer la transición (piénsese en Reebok o Under Armour). Con la ambición declarada de convertirse en «la marca de calzado deportivo más selecta del mundo», On trata ahora de pulsar todas las teclas: está entrando en más países, tiende sus propios canales de venta, se expande por fuera del running, vende camperas a u$s 450 y remeras a u$s 150 y recluta famosos para que hagan promoción, como Zendaya o FKA twigs. Y por supuesto, imagina cómo llevará al mercado la próxima tecnología multimillonaria de zapatillas que deslumbre al público, como ocurrió con la acolchada CloudTec.
«Siempre habrá subas y bajas y dificultades y ciclos de innovación», admite el director ejecutivo Marc Maurer desde la sede central de la compañía, con sus vistas pintorescas de los Alpes. El crecimiento que logre conseguir On dependerá de su capacidad para alcanzar un equilibrio entre clientes que buscan superar sus mejores marcas y personas con necesidades ortopédicas. «Será hermoso que eso nos haga más grandes que Adidas o Nike», dice.
El triatleta suizo Olivier Bernhard era auspiciado por Adidas y Nike en los años ‘90 y 2000 en tanto recorría el mundo compitiendo en las carreras Ironman, de Hawai a Nueva Zelanda. Hábil para hacer arreglos, a veces aparecía en las competencias habiendo modificado el manubrio de la bicicleta, que alguna vez reemplazó con una barrera de aluminio en forma de cuerno para reducir el peso. En 2005, tras superar una decena de años y demasiadas lesiones, Bernhard se retiró del circuito profesional. Entonces volcó su atención a crear un nuevo tipo de calzado para correr.
Asociado con un ingeniero de Zurich, probó un par de Nike a las que habían rebanado la parte inferior para reemplazarla con restos de una manguera de jardín. Las probó y quedó fascinado: el calzado combinaba la caída suave con un arranque explosivo. Llevó la idea a sus antiguos auspiciantes, Nike y Adidas. Cuando lo rechazaron se decidió a desarrollar el concepto por su cuenta. «Si no se prepara en nuestra cocina, entonces no es bueno», recuerda Bernhard que le dijeron más o menos los dos gigantes. (Nike y Adidas no respondieron pedidos de comentarios).
Bernhard convocó a Caspar Coppetti, entusiasta del snowboarding que alguna vez había sido su agente en los triatlones. Coppetti, quien luego trabajó en McKinseny & Co y luego en una firma de branding, le dijo a Bernhard que le parecía estúpido competir en un mercado tan maduro y despiadado como el del calzado deportivo. Pero cuando Coppetti vio el prototipo quedó cautivado por el hecho de que se pudiera ver la tecnología -la suela tubular-, que no estaba sepultada después de la goma y espuma como pasaba en la mayor parte del calzado. Terminó de convencerse cuando se puso un par y empezó a caminar por la mesa de conferencias. «Nunca había caminado así -contó alguna vez en un podcast-. No sólo podías ver la tecnología, también sentirla».
Coppetti convocó a un antiguo colega de Mckinsey, David Allemann, quien para entonces dirigía el marketing de la firma boutique de diseño de muebles Vitra. Juntos, los tres hicieron lo que hacen muchos suizos cuando afrontan una decisión importante: se fueron a la montaña. Llegaron a un consenso en un sendero por encima del deslumbrante centro de vacaciones de St. Moritz. Suiza no era famosa por sus startups, pero tal vez ellos podrían abrirse camino por su cuenta. Entrados en la mediana edad en un país próspero y seguro, con algo de dinero en sus cuentas, ¿quiénes, sino ellos, podían ser emprendedores?
Bernhard tomó la delantera en el desarrollo de la tecnología del calzado y en persuadir a deportistas que la probaran. Allemann partió a Asia para aprender de fábricas y capacidad segura de producción. Coppetti empezó a viajar por Europa, Estados Unidos y Japón, rogando a dueños de tiendas deportivas que probaran sus zapatillas e incluso exhibieran el producto en sus escaparates. Razonaba que esos comerciantes eran los «influencers» por antonomasia. Si los convencías de la superioridad de tu calzado, tal vez ellos convencerían a otros runners y eso cimentaría tu credibilidad como marca de buen rendimiento.
En principio el trío barajó llamar Neon a la compañía pero al final el nombre quedó reducido a la segunda sílaba. Más tarde una probadora del producto regresó diciendo que había corrido como por las nubes (clouds). Los emprendedores adoptaron la idea. Llamaron CloudTec al diseño patentado del calzado. El primer modelo, denominado Cloudsurfer, presentaba una parte superior minimalista sobre cinco hileras semejantes a unos rigatoni no del todo aplastados en la parte inferior: eran las «nubes» individuales.
Allemann se esforzó para convencer a fábricas de Asia de que produjeran la curiosa suela con la calidad y la escala que deseaban. Aun así los pedidos se acumulaban. Los tres fundadores necesitaban ayuda para profesionalizar y hacer crecer la empresa diminuta; por lo tanto, Coppetti reclutó a un amigo del snowboarding, Marc Maurer, para que se les uniera. En ese entonces Maurer era director de desarrollo de negocios y marketing en Valora Retail, una cadena de comercios minoristas de Europa central similar a los 7-Eleven. Antes de irse conversó con su jefe, el director de finanzas de la compañía, Martin Hofmann. Le dijo que la mala noticia era que se iba a trabajar a una startup de calzado en Zurich. ¿La buena? Precisaban un CFO.
En 2013 Maurer y Hoffmann adquirieron participaciones en On y se agregaron como socios igualitarios a los tres fundadores. Una de las primeras decisiones estratégicas fue que Hoffmann se trasladara a Portland, Oregon, el patio trasero de Nike.
Britt Olsen, una adicta a esquiar y al ciclismo de montaña que poco antes había dejado otra startup en Portland, se incorporó como directora de marketing para América del Norte. Olsen había estado buscando algo vinculado con emprendedores pero sin el espíritu exigente de Estados Unidos. Por eso percibió que había algo diferente en esta pequeña empresa europea. Sus dueños no sólo buscaban crecimiento rápido. «Lo que había ocurrido antes cuando trabajé para empresas que eran startup tempranas, creadas con capital de riesgo, era que querían acumular y acumular -recordó-. ¿Pero dónde estaba la prueba?»
En los primeros encuentros Olsen y los otros norteamericanos solían ser los más enérgicos; alegaban que On podía expandirse rápido y algún día desplazar a Nike. Los europeos eran más medidos. Luego, un día a comienzos de 2016, Maurer y los tres fundadores viajaron a Portland para asistir a un fin de semana de discusiones estratégicas con Hoffmann, quien había alquilado una casa en la costa de Oregon.
Olsen, directora comercial de On.
El año anterior los ingresos de On habían llegado a u$s 30 millones -cifra que Nike generaba aproximadamente cada ocho horas-, y los directivos dudaban si podrían mantener ese crecimiento. ¿Tendrían que ir a lo seguro y buscar el ritmo más lento y estable de una marca de nicho para corredores? ¿O deberían apuntar a lo grande, ampliarse a otros deportes y dirigirse a los pies de millones de personas? Y ante todo: ¿seguían interesados los cinco en vivir la experiencia de ser emprendedores, o querían embolsar el dinero y volver a las vidas de antes?
De camino a casa, Hoffmann bajó de la autopista y llevó a sus socios por los suburbios hasta la sede central mundial de Nike en Beaverton. Los europeos se bajaron del auto y se dieron un festín para la vista observando el predio enorme y grandilocuente, consecuencia de haber dedicado decenios a atender las necesidades de los deportistas y los caprichos de la población en general. Nike, que alguna vez también había sido una marca de nicho, no sólo se había expandido a otros deportes: era ya un ícono cultural a la par de leyendas cuyos nombres engalanaban los edificios del lugar: Pete Sampras, Tiger Woods y Michael Jordan.
Al concluir el fin de semana, habían tomado una decisión. Irían por todo.
On apareció en 2013 en el radar de Ken Fox. Su firma de capitales privados, Stripes LLC, estaba especialmente interesada en marcas con seguidores obsesivos; con el tiempo habría de respaldar, entre otras empresas, a la verdulería orgánica Erewhon, en Los Angeles; a la favorita del cine independiente, A24, y a Levain, la cadena de galletitas de culto. Fox había estado rastreando el sector de las zapatillas, convencido de que había lugar para una marca que compitiera con Nike y Adidas.
Por esa fecha On no había abierto un local en Estados Unidos ni lanzado una campaña significativa de marketing. Sus zapatillas estaban disponibles a través de otros vendedores, y la gente las descubría mayormente gracias a la publicidad en la base: el método consistía en dar productos gratis a embajadores locales de la marca en ciudades clave, fomentar carreras 5K y trabajar de cerca con los dueños de comercios especializados en corredores, los mismos con los que había estado conversando Coppetti. Si todo salía bien, el gerente del local podría sugerir a un cliente de Nike que se probara las nuevas On Cloud.
Pero a diferente de marcas norteamericanas como Under Armour o Lululemon, que empezaron a crecer en un vasto mercado interno antes de contemplar la expansión al mundo, On venía de un diminuto país europeo y sabía que tenía que expandirse rápido y globalmente. Aunque el modelo Cloud lanzado en 2014 era técnicamente calzado para correr -lo usó la triatleta suiza Nicola Spirig que ganó la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Río-, el modelo estaba prendiendo entre usuarios comunes en el mundo de habla alemana.
En 2016 Fox finalmente se contactó con Hoffmann. Los socios de On vieron algo singular en el inversor. «Como somos una marca startup de consumo, nos ofrecían dinero firmas de riesgo de la costa oeste, que sólo piensan en tu tecnología y en cuán rápido podrás armar tu oferta directa al consumidor, o capitales privados de la costa este, que quieren formar un producto tradicional de consumo», declaró Allemann a Bloomberg en 2021. «Stripes es las dos cosas». Fox se sorprendió al descubrir que On tenía cinco socios y ningún CEO, una conformación singular que, según comprobaría después, le otorgaba a la empresa una reserva de potencia intelectual ejecutiva mucho más rica que la del negocio típico que sigue buscando tener ventas anuales por u$s 100 millones. Los socios colaboraban y se concentraban en preparar a los advenedizos al sector. «Es una extraordinaria fábrica de talentos en la que la gente se desarrolla y crece», explica Fox, cuya firma invirtió u$s 60 millones en 2017 a cambio de una participación del 18%. (Hoffmann y Maurer al final compartieron el cargo de CEO en enero de 2021).
Luego, On experimentó una suerte de ganancia excepcional sólo posible en Suiza. Otro inversor inicial era un fondo sostenido por el banquero de inversiones Jorge Paulo Lemann, quien tiene una casa en el Lago Zurich. Por esa fecha Lemann permitía que la estrella del tenis Roger Federer usara su cancha de césped para ponerse en forma de cara a Wimbledon. En el verano de 2018, Federer culminó su contrato con Nike y no tardó en aceptar una cena en Zurich con los socios de On, quienes al pasar habían visto fotos en redes sociales en las que la esposa de Federer, Mirka, se mostraba usando las On. Cuando Federer visitó el predio de la empresa, llamado On Labs, donde además de oficinas estilizadas puede encontrarse un taller repleto de componentes de zapatillas y máquinas de compostura, los socios le dieron un par de Cloudsurfers y lo subieron a una cinta de correr. Primero el tenista les había dicho que no podría andar más de 20 minutos pero al final se quedó por varias horas. Federer no tardó en comprar una participación en la compañía y en fomentar su ingreso en el tenis, lo que incluyó una nueva línea llamada Roger.
Con la llegada de la pandemia, el mundo de las zapatillas vivió un auge, especialmente Nike. Los mercados de reventa como el StockX habían convertido sus modelos en una nueva clase de activos, se agotaban líneas como las Dunks, y la nueva estrategia rentable de la compañía consistía en eliminar intermediarios y vender directamente a los fanáticos. Nike empezó a dedicar más energía al diseño de modelos de uso cotidiano por encima de las líneas de rendimiento deportivo, y redujo o frenó el envío de zapatillas a todo tipo de cadenas populares, desde Foot Locker a DSW o a tiendas por departamentos como Macy’s y especialmente a locales especializados en corredores como Fleet Feet.
En 2021, mientras seguía creciendo al 70% anual, On alcanzó ventas por u$s 800 millones. Había entrado en China, inauguró una sucursal insignia en Nueva York y marcó un nuevo hito: la venta de 10 millones de zapatillas en un solo año. Los cinco socios decidieron llevar la compañía a la Bolsa. Fox vinculó la empresa con banqueros e inversores, con la esperanza de que la oferta pública inicial sirviera tanto para liberar capitales nuevos cuanto para dar más relevancia a una marca que todavía no aparecía en los radares. Pero el momento coincidió con otra oleada de covid-19 que cerró fábricas en toda Asia, complicó los despachos mundiales y elevó los costos del transporte aéreo. Las acciones de On tuvieron bruscos altibajos en los primeros 24 meses, lo que fue algo levemente mejor que el índice S&P 500 y muy superior a Nike, cuyas dificultades por la nueva estrategia empezaron a acumularse.
Mientras tanto, el papel de Federer como rostro de On no estaba saliendo como se había previsto. Debía competir en torneos importantes pero tras ingresar en la compañía volvió a lesionarse en la rodilla y en 2021 sólo disputó una pequeña cantidad de partidos poco competitivos. La estrella del tenis estaba en una oficina de On en 2022 cuando anunció su retiro por Instagram. La gente empezó a verlo como el símbolo de un estilo de vida y, junto con él, lo mismo pasó con la marca On.
Lo cual exacerbaba un enigma para la compañía, que quería que la tomaran en serio como jugadora en los deportes pero había sido adoptada por su comodidad a la moda. Las Clouds de On eran ubicuas en Alemania, Austria y Suiza, pero porque eran las preferidas de médicos, enfermeras, trabajadores de restaurantes y jubilados. Algo similar ocurría en Japón.
Temiendo que On pudiera perder credibilidad deportiva, en 2023 los socios empezaron a retirar sus productos de unos 200 locales de pequeños mercados europeos fascinados por los beneficios ortopédicos de la marca. Desde luego que iban a sacrificar ventas, pero para entonces la mayor parte del crecimiento de On se verificaba en Estados Unidos, y era necesario retener el control de la imagen de la marca.
Pronto adoptaron una nueva versión del calzado de tenis de Roger (ahora es una de las líneas como mejores resultados) y firmaron contratos con jugadores jóvenes que se encaminaban a consolidarse. También sacaron nuevas líneas de calzado para correr y hacer senderismo, incluso con una suela maximalista que pretendía competir con la nueva firma rival Hoka. Los diferentes modelos apuntaban a diferentes tipos de corredores, con la esperanza de que en el futuro quedaran enganchados con algunas de esas franquicias. «Empezamos a transformar el mensaje», resumió Maurer.
También por esta fecha, la estrategia de Nike de retirarse de la venta minorista daba muestras de haber sido un enorme error de cálculo. No sólo los clientes habían perdido interés en sus ofertas para la vida cotidiana -sin que hubiera productos orientados al rendimiento que las reemplazaran-, sino que otras marcas llenaban los comercios que había abandonado. En 2022 Foot Locker contaba con 10 millones de nuevos clientes en Estados Unidos, y On y Hoka movían el doble de esa cifra gracias a su competencia. El error de Nike, observó Hoffmann, es uno de los motivos por los que «hoy existen On y Hoka».
Finn Bremmer, gerente del local de Brooklyn Running Co en el distrito neoyorquino de Park Slope, sabe exactamente qué responder a los clientes que entran preguntado por unas «QC». Obviamente se refieren a las On, cuyo logo muestra una rara «O» con una tilde en la parte superior y una extraordinaria «n» minúscula y sans-serif. (Si guglean «zapatillas «QC» encontrarán el sitio de On). En el cercano Prospect Park, Aviel Fradkine, un trabajador social de 24 años, cuenta que trató de comprar un par en Internet pero le llevó un tiempo conseguirlo. «No estaba tipeando las letras correctas», confesó.
Conscientes de la confusión por el logo, On ofrece una explicación que, al menos a criterio de los directivos, resulta perfectamente sensata. La raya encima de la O pretende evocar un interruptor de la luz, señala Maurer, quien se entusiasma desarrollando el argumento. Como las suelas de las On crean una sensación de inestabilidad, eso te obliga a activar músculos que no suelen utilizarse. «Te paras más erguido con las On», insiste, doblando levemente las rodillas como si quisiera saltar desde la cima de la torre de oficinas de 17 pisos de la compañía. «Sientes que te están encendiendo». Luego Maurer recuerda que hubo un tiempo en que los consumidores tampoco reconocían el logo de Nike. «Todos conocen el Swoosh -apunta-. Pero eso les llevó un largo período de tiempo».
A diferencia de la mayoría de las startups de marcas de consumo, On tomó pronto la decisión de no recaudar toneladas de dinero para volcar en marketing. «Para nosotros era importante no colocarnos ante la gente sólo gastando dinero», explica Maurer. Eso permitió que On fuera rentable antes que muchas startups y que los cinco socios retuvieran una participación dominante en la compañía, que han conservado hasta el día de hoy.
Pero al final decidieron invertir fondos en el tema de la confusión que existe con la marca; lo hicieron bajo la forma de una promotora costosa, Zendaya. En junio On firmó una relevante sociedad con la actriz y cantante, que aporta sus 180 millones de seguidores en Instagram, en muchos casos mujeres jóvenes, que es justo uno de los segmentos clave para el crecimiento de la empresa. Pronto On subió una serie de videos cortos en los que se ve a la estrella cinematográfica bajando por un tobogán en los Alpes suizos con zapatillas y ropa deportiva de On. «Antes era muy mala probando cosas nuevas», dice, para luego lanzarse montaña abajo. Cuando llega a la base, sonríe y agrega: «Ok, ahora no soy tan mala».
Se trata claramente de una jugada para conquistar a toda persona con pies -no sólo a los fanáticos de correr- y afronta el riesgo de socavar la reputación de la marca con ese segundo grupo. Pero On aclara que su relación con deportistas sigue siendo crucial. La compañía rastrea cuidadosamente lo que usan corredores en competencias populares en todo el mundo para determinar si están ganando terreno (afirma que así es). «Queremos ser la marca número 1 para correr -asegura Olsen-. Si no tenemos éxito ahí, nada más servirá». Pero continúan trabajando para obtener ese título. En julio, cuando la cadena para corredores Fleet Feet divulgó datos reunidos en sus 273 sucursales en Estados Unidos, On quedó en tercer lugar después de Hoka y Brooks entre las diez marcas de mejor rendimiento el año pasado. Hoka aportó tres de los 10 primeros modelos de calzado, y Brooks cuatro. No había ninguno de On.
Aun así, en la conferencia de vendedores minoristas de calzado y ropa deportiva celebrada en noviembre en Austin, On causó impresión entre la multitud con su variedad de productos nuevos, incluso un calzado de competición para corredores ocasionales denominado Cloudboom Max, que a partir de agosto se vendrá a u$s 230.
El puesto de la marca fue uno de los más activos de la exposición, y a menudo captó más atención que el de Nike, comentó Sticher, de BTIG. Tanto Foot Locker Inc como Dick’s Sporting Goods Inc afirmaron hace poco que quieren acumular más productos de On. «On y Hoka hicieron una tarea asombrosa impulsando el negocio del running, apoyados en la competencia de rendimiento y en la reinvención de la categoría», opinó Lauren Hobart, CEO de Dick’s en una conferencia en diciembre de Morgan Stanley. Agregó que, a pesar de que Nike está reformulando sus productos para correr y reparando la relación con minoristas, la marca probablemente no podrá morder entre los nuevos clientes de On.
Esta clase de impulso incluye sus propias dificultades. La primavera boreal pasada, On no pudo manejar el salto en el movimiento en su principal depósito en Estados Unidos, ubicado en Atlanta, lo que frenó la entrega de pedidos. La situación asustó brevemente a los inversores, que temían que la marca tuviera dificultades para mantener el crecimiento. La compañía aclaró que el problema está dominado, en parte gracias a la mayor utilización de máquinas en la planta. «Son dolores normales de crecimiento -afirmó Hoffmann-. El equipo reaccionó rápido y pudo mitigarlos».
El CEO de On también promueve una tasa de crecimiento más moderada. En octubre de 2023 declaró a inversores que la compañía prefería pasar de una expansión anual de aproximadamente el 50% a un crecimiento más sustentable del 26% en 2026, y luego de 20%. De momento analistas de Wall Street calculan que On conseguirá ventas anuales por u$s 10.000 millones en 2033, un hito que todavía no alcanzaron ni Lululemon Athletica Inc ni Puma SE, a pesar de sus 77 años de experiencia.
Para conseguirlo, On quiere fortalecer sus negocios en China, abrir más sucursales y convertirse por fin en un jugador importante en ropa deportiva, donde ha fracasado en el pasado. La compañía lanzó en 2016 una línea costosa de ropa para correr y hacer deportes pero no tuvo éxito. Hace poco le robó diseñadores a Nike y Adidas y relanzó la línea de ropa, con productos que van desde una parka de u$s 2.350 diseñada en sociedad con Loewe de LVMH a calzado liviano para correr a u$s 150.
Con el tiempo tendrá que extenderse a otros deportes, y nada está fuera de la discusión, acepta Hoffmann, lo que incluye categorías saturadas e hipercompetitivas hace tiempo dominadas por Nike y Adidas, como el básquet y el fútbol. «Muchos mercados ansían el ingreso de otra marca porque durante mucho tiempo estuvieron dominados por pocos jugadores», añade.
Lo que implicará el desarrollo de la próxima gran zapatilla. Un mañana reciente en la sede central de On, la compañía exhibía su tecnología LightSpray. Por lo general el empeine del calzado se cose y pega a partir de decenas de componentes en múltiples puntos de producción. LightSpray entrega versiones en una sola pieza, como una media. Un brazo robótico sostiene el modelo de un pie al que se le fijó una suela On, luego lo hace girar con firmeza mientras un cañón dispara materiales, como una araña tejiendo su red. Pocos minutos después, el técnico retira el producto terminado y lo coloca en una segunda máquina, cuyos brazos robóticos aplican colores y dan los últimos toques. La zapatilla terminada tiene poco peso y es asombrosamente dura. Tampoco tiene cordones, lo que obliga al usuario a calzarlas haciendo fuerza.
Todo se parece más a un teatro de zapatillas que al futuro del deporte, pero Bernhard, quien en los comienzos hacía remiendos con mangueras de jardín y viejas Nike, insiste en que no será así. On ya ha vendido versiones de ese modelo, denominado Cloudboom Strike LS, a corredores fanáticos al precio de u$s 330. La compañía sostiene que hacia 2027 podría empezar a incrementar la producción para las masas y con una línea de producción plenamente automatizada ubicada en Suiza o en EE.UU, antes que en Vietnam. «Nos abrazamos a lo imposible -asegura Bernhard-. Lo vamos hacer».
Fuente: Aire Digital – Hay modelos de zapatillas que serán tendencia en este invierno porque quedan muy bien con pantalones largos.
El invierno 2025 se perfila como una temporada donde el calzado urbano cobra protagonismo, fusionando comodidad y estilo. Las zapatillas se convierten en el eje central de los looks invernales. Desde modelos clásicos reinventados hasta colaboraciones exclusivas, estas son las zapatillas que marcarán tendencia en las calles argentinas.
Adidas Gazelle y Campus: clásicos que renacen
Las icónicas Adidas Gazelle y Campus regresan con fuerza, consolidándose como favoritos indiscutidos. Su diseño atemporal y versatilidad las convierten en el complemento ideal para outfits casuales y urbanos. Estas zapatillas, que han trascendido generaciones, se presentan en nuevas paletas de colores, adaptándose a las tendencias actuales sin perder su esencia.
New Balance 1906 y 530: la era de las ‘dad sneakers’
Las ‘dad sneakers’ continúan su reinado en 2025, y modelos como las New Balance 1906 y 530 lideran esta tendencia. Su estética robusta y retro, combinada con tecnología de confort, las posiciona como una opción predilecta para quienes buscan estilo sin sacrificar comodidad. Estas zapatillas se adaptan perfectamente a los looks invernales, aportando un toque distintivo.
Nike Cortez y Vans Checkerboard: nostalgia en cada paso
La nostalgia se apodera del invierno con el regreso de modelos emblemáticos como las Nike Cortez y las Vans Checkerboard. Las Cortez, con su silueta clásica, y las Vans, con su inconfundible patrón de tablero, ofrecen una dosis de estilo retro que complementa tanto atuendos casuales como más elaborados.
Zapatillas metalizadas: brillo para los días grises
El invierno no tiene por qué ser sinónimo de colores apagados. Las zapatillas metalizadas irrumpen con fuerza, añadiendo un toque de brillo y sofisticación a cualquier conjunto. Modelos como las Adidas Country OG en tonos plateados se convierten en el centro de atención, demostrando que el calzado también puede ser protagonista.
Fuente: TN – Cómodos, versátiles y con un toque elegante, pisan fuerte en la temporada.
Cada estación trae sus favoritos y, esta vez, los clásicos borcegos tendrán que ceder su lugar a un ítem que ya empezó a conquistar las vidrieras y los looks de calle. Los mocasines regresan con fuerza y se posicionan como la estrella indiscutida del invierno 2025, listos para acompañar desde jeans oversized hasta sastrería moderna.
Con una estética que combina lo clásico con un aire moderno y relajado, los mocasines se reinventan para adaptarse a todos los estilos. Este calzado, que antes solía asociarse a looks más formales o de oficina, ahora se lleva en versiones chunky, con suela de goma ancha, detalles metálicos y terminaciones que elevan cualquier conjunto sin resignar comodidad.
Una de las grandes ventajas de este modelo es su versatilidad: combinan a la perfección con pantalones sastreros para darle un toque chic y pulido al outfit, pero también funcionan con leggings, faldas midi y hasta joggers, logrando ese equilibrio entre lo casual y lo elegante que tanto buscan las fashionistas.
Esta temporada, las firmas apuestan por mocasines en colores neutros como negro, beige, suela y nude, aunque también aparecen versiones en tonos vibrantes, texturas metalizadas y animal print para las más arriesgadas. Los detalles, como cadenas doradas, hebillas XL o costuras marcadas, terminan de darle personalidad a un zapato que no pasa desapercibido.
Los mocasines se vienen con todo. (Foto: Freepik).
El fenómeno de los mocasines también se alinea con la tendencia comfy que sigue marcando pauta en el mundo de la moda. Después de años en los que la comodidad se convirtió en un factor clave, este tipo de calzado ofrece justamente eso: diseño sofisticado y confort para caminar todo el día, sin sacrificar estilo.
Así que si estabas pensando en renovar tu calzado de temporada, los mocasines son esa inversión segura que te va a salvar más de una vez. Desde las influencers más reconocidas hasta las marcas de fast fashion, todos coinciden en que este es el zapato que no puede faltar en el guardarropas este invierno.
Los mocasines cómodos serán furor. (Foto: Adobe Stock).
¿La clave? Atreverse a combinarlos con todo y darles ese toque personal que transforma hasta el look más simple en uno digno de pasarela. Los borcegos, por ahora, tendrán que esperar su turno.
Fuente: Cronista – La categoría de moda y belleza es una de las más importantes en Mercado Libre y la compañía redobla ahora su apuesta con tecnología, contenido y una mirada colaborativa para potenciar a todo el ecosistema.
Mercado Libre redobla su jugada y pone el ojo en un nuevo objetivo: convertirse en el destino número uno de moda y belleza en la región. El anuncio se hizo oficial durante el evento Mercado Libre Experience, donde Laura Manzione, Head de la categoría, presentó una visión que va más allá de vender productos: quiere transformar toda la industria desde una plataforma digital.
«Moda y belleza no es solo una categoría más. Es una experiencia emocional, creativa y profundamente personal. Queremos ser el lugar donde las personas se inspiran, descubren y se conectan con lo que usan y cómo se sienten», expresó Manzione ante un auditorio expectante.
Laura Manzione junto a Stephanie Demner
De rubro en crecimiento a motor estratégico
La categoría ya muestra señales claras de liderazgo. Las proyecciones son igual de prometedoras: para este año, se estima un crecimiento del 35% en volumen, un número mayor al promedio del sitio.
Lejos de conformarse, Mercado Libre quiere ser el hub central para marcas, fabricantes y creadores para conectar a grandes jugadores con nuevas marcas digitales, muchas nacidas en pandemia, que hoy pisan fuerte en redes sociales.
La experiencia de usuario: cómo Mercado Libre quiere mejorar la categoría
Manzione enfatizó que Mercado Libre tiene la mejor red logística, una plataforma segura y que la moda y la belleza necesitan una experiencia adaptada a lo sensorial.
Por eso están desarrollando herramientas específicas como probador virtual, videos enriquecidos y clips, kits interactivos de productos, rutinas de belleza armadas y el impulso de reviews que mejoran la conversión.
A eso se suma una fuerte estrategia de hunting de marcas -tanto grandes como emergentes-, con especial foco en aquellas que ofrecen una excelente relación precio-calidad o que conectan con comunidades digitales. Hoy operan más de 350 marcas en la plataforma, cada una con su tienda oficial personalizada.
Un modelo más inclusivo y colaborativo
Uno de los cambios más interesantes de esta apuesta es el modelo de trabajo con las marcas. Lejos del enfoque tradicional, la plataforma busca relaciones más estratégicas para ayudar a los partners a adoptar tecnologías, aprovechar campañas de alto impacto y escalar su presencia digital.
«El 50% de las ventas de moda y belleza en Asia ya son por e-commerce. En Argentina estamos entre el 12% y el 15%. Tenemos mucho por crecer, y creemos que la clave está en hacerlo juntos», sostuvo Manzione.
Una embajadora para amplificar la visión
En este marco se presentó a Stephanie Demner como embajadora oficial de la categoría. Con más de 1.7 millones de seguidores, la influencer se convierte en aliada clave para conectar con las audiencias jóvenes y generar contenido auténtico que impulse la propuesta de la plataforma.
Demner, durante su intervención en el escenario, destacó el cambio de paradigma en el consumo. «Las nuevas generaciones vienen con una actitud mucho más disruptiva y con ganas de alzar la voz. Antes pasaba que nos imponían una tendencia y la adoptábamos. Hoy eso cambió: la moda ya no es algo cerrado, sino que son las propias personas quienes marcan el rumbo de las tendencias. Uno elige lo que quiere usar, cómo y cuándo. La moda de hoy se adapta a las personas, y no al revés. Y creo que eso es lo más valioso», expresó
La apuesta está en marcha. Una forma de reconfigurar el e-commerce desde la creatividad, la inclusión y el propósito.
Con tecnología de punta, aliados clave y una comunidad cada vez más conectada, el líder del comercio digital quiere marcar tendencia.
Fuente: Cronista – Las principales empresas del sector apuestan por promociones especiales para revitalizar el consumo y atraer a nuevos compradores. Esperan picos de facturación que les permitan mejorar sus resultados. Qué precios y productos habrá.
Las principales marcas se suman a la primera edición del Sneaker Day, un evento online de megadescuentos enfocado en calzado e indumentaria deportiva. Topper, Fila, Saucony, Nike, Puma, Atomik y otras destacadas del sector participarán con productos que tendrándescuentos de hasta el 40%, 2×1 y modelos exclusivos, con precios desde $ 50.000.
Las empresas esperan picos de facturación que les permitan mejorar sus cuentas y cerrar abril con números positivos.
El evento está organizado por SneakerHouse y Mercado Libre. Se llevará a cabo entre el 18 y 20 de abril y participarán más de 30 marcas.
«Las zapatillas se consolidaron como uno de los productos más relevantes del consumo online. Con el Sneaker Day, buscamos responder a esa demanda creciente, ofreciendo lanzamientos», señalaron desde la organización.
Ventas en tiempo de crisis
«Sabemos que el consumo se ha retraído en el último año, pero justamente por eso vemos el evento como una gran oportunidad para dinamizar las ventas. Esperamos un pico de facturación en el canal digital y que sea un buen impulso dentro de una coyuntura desafiante,» indicaron fuentes de Topper.
Topper, Fila y Saucony entre las marcas que apuestan a un evento clave para impulsar sus ventas
Fila también expresó su optimismo respecto al impacto que tendrá este evento en su facturación. «Sabemos que los consumidores son más selectivos con sus decisiones de compra, por eso participamos con una propuesta estratégica que conecte con los intereses del público de SneakerHouse y las necesidades actuales,» afirmó la marca.
Es importante destacar que el evento atraerá a un nicho de sneakerheads, personas apasionadas por las zapatillas deportivas, especialmente aquellas de ediciones limitadas y coleccionables. Este grupo valora no solo la comodidad y funcionalidad, sino también el diseño, la exclusividad y la conexión con las marcas y artistas más influyentes del sector.
En este marco, Saucony se suma con el objetivo de posicionarse con su línea de calzado lifestyle. Gonzalo Goberna, Business Director de la marca, señaló que las proyecciones para esta acción de solo tres días están centradas en llegar a este público, pero también a consumidores más amplios. «Estimamos vender alrededor de 1000 pares durante el evento,» comentó .
«Aunque no hay cifras específicas para abril, en 2023, el e-commerce facturó $ 22 billones y las zapatillas estuvieron entre los 10 productos más vendidos en Mercado Libre. Con esta acción buscamos dar visibilidad a las marcas, generar tráfico y aumentar la conversión en ventas», señalaron desde la organización.
Sneaker Day ofrece hasta un 40% de descuento en productos exclusivos de marcas líderes
¿Con qué se encontrará el público?
El evento funcionará también como termómetro para las marcas, que prepararon sus estrategias de precios y surtido con foco en el canal online y en el comportamiento de un consumidor cada vez más selectivo.
Topper pondrá en juego una oferta amplia que incluye zapatillas, indumentaria y accesorios, con descuentos aplicados en todas las categorías. El precio promedio de sus productos ronda los $ 52.500.
En el caso de Fila, la apuesta será por unas 200 referencias, con un fuerte foco en las líneas vinculadas a moda urbana. El valor promedio de los artículos será de $ 84.000.
Saucony, por su parte, buscará capitalizar el momento para posicionar su línea de calzado lifestyle. Su propuesta incluye 17 modelos, que, al sumar las distintas variantes de color y talle, conforman un total de 79 opciones de producto. Los descuentos irán del 20% al 40%, con un ticket promedio estimado en $ 100.000.
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