Crearon su propia marca de zapatillas, producen 500.000 por año y ahora apuntan al fútbol

Fuente: Cronista – Kioshi nació en 2017 y fabrica desde ojotas hasta calzado de running y botines. Buscan crecer con sus modelos económicos, en particular entre los deportistas.

En la Argentina se venden alrededor de 33 millones de pares de calzado deportivo por año. Dos amigos fundaron su propia marca en 2017 para morder cuota de mercado con modelos más accesibles y hoy ya producen cerca de 500.000 pares anuales en su planta en Esteban Echeverría. Primero se enfocaron en el mundo del running, ahora buscan pisar fuerte con el ojo puesto en los futbolistas amateurs.

«Queríamos abastecer un segmento medio de calzado, algo que sea cómodo pero no premium», asegura Emmanuel Fernández, socio de Kioshi Footwear junto a Juan Manuel Moreno. Ambos tenían experiencia en la industria ya que trabajaban en una fábrica proveedora para otras grandes marcas. Ahí habían empezado a producir suelas, capelladas y algunos modelos de ojotas.

Para dar inicio al proyecto los emprendedores compraron una máquina inyectora de EVA para hacer las suelas de running y una prensa de caucho para las de los botines de fútbol. «Hacemos todo de manera interna, desde la pintura hasta la serigrafía con alta frecuencia y el tejido de las capelladas«, agrega.

La fábrica de Kioshi en Esteban Echeverría tiene capacidad para producir 80.000 pares por mes.

En 2017 lanzaron los primeros lotes de zapatillas urbanas, que combinaban estilo con un diseño deportivo para running. «Nos hicimos fuertes en ese segmento, fuimos experimentando y desarrollando distintos modelos en nuestro laboratorio», señala Fernández. Al año siguiente hicieron una importación de partes de botines para ensamble local, sin embargo el modelo de negocio no los convenció. «Por las restricciones a la importación y las devaluaciones quedábamos caros muy rápido», recuerda.

Entonces se pusieron a trabajar para desarrollar un botín de futbol nacional tras notar un faltante por parte de las grandes marcas del segmento. Kioshi lanzó su diseño para fútbol 5 en 2021 y dos años después presentaron el modelo Sakka para cancha de 11. En total esto demandó una inversión de $ 50 millones.

«Son muy distintos entre sí. El botín de fútbol 11 es muy artesanal, por eso hay poco desarrollo en el país porque es caro de hacer. La suela es más costosa dado que lleva otra tecnología y para el ensamble es más lento y se necesita más gente en la línea de producción. La diferencia es el pegado porque tenés que darle un prensado especial. En cambio, el de fútbol 5 es como hacer una zapatilla común de running», explica Fernández.

Kioshi lanzó sus botines de fútbol 11 Sakka en 2023. Hoy el segmento representa un 30% de sus ventas.

Hoy producen entre 10.000 y 15.000 pares de botines por mes y esta línea representa casi un 30% de su facturación. El plan de la compañía es alcanzar los 20.000 pares mensuales. «Apuntamos al deportista amateur, que juega al fútbol los fines de semana y quiere un botín de calidad a un precio accesible», remarca. Los botines de Kioshi se venden en su tienda online desde $ 42.700 hasta $ 47.900, según el modelo.

En su portafolio la marca cuenta también con zapatillas elastizadas sin cordones, ojotas y pelotas de fútbol. A su vez, el año pasado lanzaron una línea de indumentaria a través de un partnership con Chill Out.

Para 2024 la compañía proyecta expandirse a nuevos segmentos. La capacidad de su fábrica, indican, se los permite ya que puede alcanzar un volumen de 80.000 pares mensuales. «El sector está en alerta por lo que viene, pero sin dejar de planificar el desarrollo de la marca», asevera el emprendedor.

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