El sector textil es el que más subió los precios y el que más destruyó el empleo

Fuente: Clarín ~ Los precios subieron en un año casi 80% y se eliminaron 4.000 puestos de trabajo, el 10% del total de la industria.

En otro año marcado por la inflación, el sector textil es el que más aumentó los precios y el que más empleo formal destruyó en un año. Un trabajo del Centro de Estudios de la Producción (CEP) muestra que entre febrero del año pasado y el mismo mes de este año, en la industria manufacturera el trabajo formalizado creció 1,7%. Esto implica que se crearon casi 20.000 puestos de trabajo. Así, el empleo registrado en el sector incluye hoy a 1.155.261 personas.

De los 24 rubros que se incluyen en el relevamiento, 17 tuvieron resultados positivos y 2 neutro en el año. Donde más creció el empleo fue en el rubro caucho y plástico que generó 4170 nuevos puestos. Solo hay cinco sectores en rojo: elaborados de metal, reparación de maquinaria y equipo, imprentas, calzado y cuero e indumentaria.

En este último caso, la baja del empleo formal golpeó a 4.048 personas, lo que implicó una caída del 9,9%. Así este año el personal registrado en el sector indumentaria suma 36.825 trabajadores. En calzado y cuero la destrucción es de 1393 puestos, una baja del 5,1%.

Además de ser el sector que más mano de obra expulsó, el textil es el que más subió los precios en el último año. Según el relevamiento del INDEC, a abril pasado el alza de precios del sector fue de 79,1% contra un alza del Indice de Precios al Consumidor (IPC) de 46,3% en el mismo período.

En toda la cadena textil hay 15.000 empresas formales. En el rubro textil, el sector informal explica el 80% del mercado, detalla Claudio Drescher, presidente de la Cámara Argentina de la Indumentaria. “Los meses que estuvieron cerrados los talleres, más las restricciones a la movilidad, tuvieron como contrapartida la reubicación en el mercado informal de muchos trabajadores”.

“Toda la cadena de valor se hace fuera del sistema, la costura es solo una parte del proceso de evasión global. Tiene que haber políticas activas para darle un impulso fuerte al empleo formal a través de beneficios directos a la contratación de personal”, apunta Drescher.

Para el empresario, la solución a la destrucción del empleo registrado es “dar más incentivos a la contratación formal”. En esa línea, destaca que el ATP -el programa con el que el Estado pagaba parte de los sueldos privados durante la cuarentena- “ha sido un instrumento maravilloso, porque fue un premio a los que están en la formalidad”.

En esa línea cuenta que la cámara esta desarrollando junto con la secretaría de Industria -a cargo de Ariel Schale, hombre de la textil Fundación Protejer– un proyecto en Catamarca y La Rioja para crear 2000 puestos de trabajo formales en talleres de costura gracias a un subsidio a los aportes patronales. “Es una experiencia piloto que de resultar positiva se va a replicar en otras provincias. Buscamos crear más puestos de trabajo con privilegios para la mujer y para la diversidad de género”.

Precios en alza

Respecto de la suba de los precios en indumentaria, para Drescher la suba no fue tal. “Están mal tomados los datos. El INDEC toma los precios de lista, sin tener en cuenta los descuentos que aplican los locales”.

La cámara se reunió ya tres veces con Marco Lavagna, titular del INDEC para explicarle esta situación. “Hoy no se vende nada. El mercado no suscribe aumentos. Desde marzo del año pasado la industria está destruida. Hoy todas las marcas de indumentaria venden con descuentos o con promociones tipo dos por uno”.

Por eso, la medición que realiza la propia cámara registra subas 20 puntos porcentuales por debajo de la medición del INDEC. “Nosotros medimos el precio que la gente paga, pero el INDEC tiene su metodología que sigue estándares internacionales y no puede medir de otra forma”.

La ropa subió casi 80% en un año: qué explicación dan los empresarios del sector

Fuente: Clarín ~ El dato del INDEC disparó un debate entre economistas y empresarios. Importaciones, en la mira.

La inflación de abril puso en guardia a los empresarios textiles. Sucede que esta vez las mayores subas no se dieron en alimentos, educación o comunicaciones, sino en las prendas de vestir y calzado. En ese rubro, según el INDEC, los precios subieron un 6% mensual y un 79,1% en los últimos 12 meses.

El dato oficial provocó de inmediato un debate entre los economistas. Para los más críticos, se trata de un sector «protegido» por las trabas a las importaciones. Pero desde la industria salieron a defenderse y apuntaron contra los importadores.

«Los pasajes a Miami salen tres veces más caros que lo que solían salir y la demanda es cero, pero los costos aumentan porque hay pocos aviones y son caros, lo mismo ocurre con los alquileres», dijo Teddy Karagozian, dueño de TN Platex, una de las principales hilanderas del país, a Clarín.

Con 11 plantas y 1.200 empleados, su establecimiento en Tucumán fue escenario de un acto de Alberto Fernández en febrero pasado, donde el Presidente criticó a «los que especulan y proyectan precios incomprensibles» y dijo que abrir las importaciones es «mandar al muere a todas las empresas».

Pero en abril los precios de la indumentaria superaron en 32 puntos a la inflación general, que fue del 46,3% interanual. En paralelo, las importaciones de prendas cayeron un 56% anual en el primer trimestre, según datos de la Cámara de Indumentaria (CIAI).

En medio de los controles a los alimentos y la crítica oficial a los «formadores de precios», los textiles rechazan eventuales medidas en su sector y aseguran que son inútiles porque «los que ponen precios son cientos y cientos de miles de comerciantes».

La Cámara Argentina de Indumentaria (CIAI), en cambio, apunta a otros eslabones: “Fuertes aumentos de precios en telas y avíos (utensilios), problemas para producir, escasez de insumos y prendas, incremento en los costos unitarios y el cambio de temporada agravaron la situación», había dicho en marzo, cuando también textiles había pegado un salto interanual por encima de la inflación.

Para algunos economistas, el principal motivo es una menor oferta y las restricciones del comercio exterior. «Menos viaje al exterior, estás preso, te volvés un mercado más chiquito con menos competencia, y van a autorizar menos licencias», explicó Guido Lorenzo, director de LCG.

La inflación de abril se conoció un día después de la visita a una textil bonaerense del secretario de Industria, Ariel Schale. El exdirectivo de la Fundación Pro Tejer mantiene buen diálogo con el sector y es quien regula las Licencias No Automáticas que frenan las importaciones.

En el sector estiman queantes de los controles más del 60% de las prendas eran importadas, la mitad desde China. «Ropa nacional a precios buenos hay montones, pero el comerciante prefiere importado y Argentina se gastó los dólares que no tenía», disparó Karagozian.

Según datos de la Fundación Protejer y la CIAI, el costo de fabricación representa el 20% del precio final de una prenda adquirida en un shopping; los impuestos, el 25,5%, la comercialización, 15,1%; bancos, 15%; alquileres, 14,9%; diseño, 4,7%; y rentabilidad, 4,8%.

Prendas de vestir y calzado treparon más del 60% en 2020, según el Indec

Fuente: Página 12 ~ Derrume en el consumo y suba de precios 25 puntos por encima del indice general del Indec. En el interior, incluso, fue peor. Qué dicen la industria y el comercio

Los precios de la indumentaria y el calzado fueron los que más subieron entre todas las divisiones que releva el Indec en el Índice de Precios al Consumidor. Las subas treparon al 60 por ciento durante 2020, contra una inflación del 36,1 por ciento. Los aumentos se sintieron sobre todo en el interior del país: en la zona de Cuyo, prendas de vestir y materiales escaló 69,5 por ciento.

La fuerte suba en los precios se dio en el mismo año en el que se registró un derrumbe en el consumo. “Sigue deprimido por la crisis del coronavirus y sólo es impulsado por los programas Ahora 12”, informaron desde la Cámara Industrial de la Indumentaria (CIAI). Las ventas minoristas cayeron 11,9 por ciento interanual en diciembre, según Came. En los supermercados, la baja fue del 12,6 por ciento interanual, en octubre, según el Indec. En los shoppings, la caída fue del 71,1 por ciento, debido a que estuvieron cerrados gran parte del año.

A mediados de año, desde la CIAI encargaron realizar un informe para explicar los motivos de los aumentos, en un contexto de caída de las ventas y de fuertes descuentos por parte de las marcas. En mayo, prendas de vestir y calzado subió 7,5 por ciento mensual y en junio, 6,6 por ciento. Luego volvió a acelerarse para septiembre, donde trepó 5,8 por ciento, y en octubre, 6,2 por ciento. Además, se comunicaron con Marco Lavagna, director del Indec, y mantuvieron reuniones con los equipos técnicos para entender cómo realizan el muestreo y las estadísticas.

Desde la Cámara Industrial de la Indumentaria (CAIA), y la Federación de la Industria de la Indumentaria (Faiia), consideraron en un informe que la inflación fue “heterogénea” según el segmento de la cadena de valor. En el circuito formal de fabricación y comercialización, hasta octubre los aumentos se habían situado en 46,1 por ciento, mientras que en el circuito informal lo había hecho en un 70 por ciento. También los precios variaron según el origen: los productos nacionales subieron 45 por ciento, contra los importados que lo hicieron en hasta 70 por ciento.

Las mayores subas se dieron en el segmento informal, debido al blanqueo impositivo por la digitalización de los dos grandes circuitos informales, que son Flores y La Salada. En la Avenida Avellaneda por primera vez aceptan billeteras virtuales, con altas comisiones. También influyó el transporte, donde el tradicional “tour de compras” en efectivo fue reemplazado por fletes y transferencias bancarias.

En el caso del segmento formal de grandes tiendas departamentales o deportivas, que se abastecen de ropa importada, aumentaron sus costos por el aumento del dólar, que en 2020 subió por encima que la inflación. En algunos casos, destacaron fuentes del sector, las dificultades para importar y las fuertes expectativas de devaluación implicaron subas, para no “quedar descapitalizados”, en el caso de tener que reponer mercadería con un tipo de cambio más alto. 

Pero, además, la suba del dólar impacta en la producción nacional, debido a que tiene insumos dolarizados, ya sea telas importadas, o por más que sean telas realizadas en el país, con hilado producido en fábricas locales, éste requiere de fibra de algodón o de fibra sintética, que son commodities. El precio del algodón subió 17,4 por ciento en dólares entre abril y octubre del año pasado.

También influyeron otros factores que fueron transversales a cualquier industria. Los protocolos para prevenir el coronavirus incrementaron los costos de las empresas por traslados o licencias. En el caso de la fabricación, la actividad se encuentra concentrada en el AMBA, donde estuvo suspendida hasta agosto. La producción manufacturera de productos textiles cayó 20,8 por ciento interanual (acumulado hasta noviembre), mientras que la producción de prendas de vestir, cuero y calzado lo hizo en un 35,4 por ciento. En contraste, el último dato del Indec de noviembre muestra que la producción de hilados cayó 1,7 por ciento interanual, “lo que puede estar anticipando un freno de la caída de la producción en los próximos meses”, anticipan desde la CIAI.

Empresarios textiles admiten que después de 2018 y 2019, “dos años muy malos”, buscan «recomponer márgenes de rentabilidad”. Según pudo saber este diario, funcionarios del Ministerio de Desarrollo Productivo le hicieron conocer sus críticas a esta recomposición «en plena pandemia». Mientras tanto, las importaciones cayeron 26,2 por ciento en cantidad interanual en noviembre (Indec). En este contexto, el dirigente empresario textil Teddy Karagozian salió a responder críticas en las redes sociales. Se trata del dueño de una de las principales hilanderías del país, un sector concentrado en pocas compañías. “El precio de ropa no es el industrial, es en el comercio”, se defendió en twitter, y agregó que «la industria no es el problema». 

Llegó la ropa de cannabis: ¿una amenaza para el algodón?

Fuente: Iprofesional ~ Las fibras que proceden de variedades del cannabis ganan terreno en la confección de productos textiles y se transforma la industria textil

La marihuana vive hoy uno de sus mejores momentos en términos de negocios legales. No solo ha sido aprobada para usos medicinales y recreativos en un creciente número de países, sino que algunos de sus derivados también empiezan a ganar terreno.

Uno de ellos es el cáñamo, una de las variedades de la planta cannabis de la cual se obtiene una fibra para uso textil. Esta especie, que no tiene propiedades psicoactivas, ha acompañado a la humanidad desde hace miles de años debido a sus calidades para la confección, que muchos consideran mejores que las del algodón.

El regreso del cáñamo

El cáñamo también fue muy usado por la industria naviera en la fabricación de cuerdas, velas y redes de pesca. Pero desde la década de los treinta, cuando inició la prohibición de la marihuana, todas las variedades quedaron vetadas y el cáñamo perdió su lugar, al ser reemplazado por fibras sintéticas (nylon) y algodón.

Ahora, con el nuevo boom del cannabis, está resucitando el cáñamo en la confección. Por años, las prendas hechas a base de esta fibra estuvieron asociadas a los hippies, pero hoy tienen una connotaciones de moda sostenible y de la llamada slow fashion –ropa hecha a la medida y con el objetivo de que dure mucho tiempo–, que se contrapone al fast fashion, la tendencia que le apunta a una renovación constante de las prendas.

Las empresas que impulsan el nuevo negocio

Una de las firmas que está en este negocio es Hemp Textiles, división del holding canadiense Flora Growth Corp, la cual también produce medicamentos, alimentos y cosméticos a base de marihuana. En Colombia tiene cultivos de cannabis medicinal en Santander.

Hemp Textiles arrancó hace seis meses el proceso de confección en Bogotá. Nicolás Vásquez, su gerente, explica que por ahora deben importar las telas de cáñamo, pues en el país aún no se cultiva esa variedad de cannabis. No obstante, ya está en los planes de la firma.

Con las telas empezaron a producir una colección de lo que se conoce como loungewear o ropa para estar en casa, que se puso de moda para el teletrabajo. Su objetivo es exportar a mercados maduros como el estadounidense, cuyos consumidores están dispuestos a pagar por prendas a la medida.

Su marca es Stardog Loungewear. Aunque comenzaron con ventas solo por medio de su página web, vieron la oportunidad de tener locales en Bogotá, aprovechando que había varios vacíos. Hoy están en los centros comerciales Andino y Parque La Colina.

La meta de la empresa es alcanzar ventas por un millón de dólares en el primer año de operación, en tanto que adaptan los cultivos de cáñamo al país para tener la cadena completa. La ventaja es que mientras las ventas de ropa en general caen 50 por ciento en Estados Unidos, su mercado principal (también exportan a Inglaterra y Canadá), las de prendas para estar en casa crecen 25 por ciento.

La ropa de cáñamo no es solo un tema de confeccionistas emergentes; también atrae a las grandes marcas. Se dice que los primeros jeans de Levi’s fueron hechos con cannabis, aunque eso no está comprobado, pero lo que sí es verídico es que en 2020 la multinacional lanzó una línea de prendas con un tejido al que llamó cottonized hemp (cáñamo algodonizado), con el que consigue una suavidad extra.

Asimismo, Nike ha popularizado productos hechos de cáñamo, en su caso tenis, que quedan con absorción y resistencia superior a la del algodón. Giorgio Armani ha alabado la consistencia suave, ligera y flexible del cáñamo, mientras que Ralph Lauren aseguró en entrevistas que “la tela más antigua del mundo es ahora la más moderna”. Incluso la cadena sueca H&M sacó este año una colección que usa fibra natural derivada de los restos de la cosecha de cáñamo, señala Semana.

Todo indica que este material volvió para quedarse. Y Colombia espera entrar en esta moda.

Nike. Se cayó la venta y busca nuevo comprador para su negocio en la Argentina

Fuente: La Nación ~ Nike iba a vender su operación en la Argentina, Chile y Uruguay al mexicano Grupo Axo; la negociación comenzó en febrero de 2020, y hoy se canceló; la marca sigue operando pero busca nuevo socio

Operación cancelada. Nike confirmó hoy que se cayó la negociación con la firma mexicana Grupo Axo, que iba a adquirir su operación en la Argentina, Chile y Uruguay. El proceso, que estaba en curso hace diez meses, fue oficialmente desactivado hoy, según confirmaron fuentes de la marca a LA NACION.

A comienzos de este año, la marca estadounidense había anunciado su intención de vender su negocio local e implementar un modelo de operación a través de un distribuidor, en un esquema al que apostó en Brasil y otros países del mundo. Presentado como un «cambio de modelo de negocio», implicaba una salida formal de estos mercados.

Ese plan comprende la cesión de la venta de su indumentaria, la distribución entre socios comerciales y la gestión por parte del distribuidor tanto del canal de retail físico como los canales de venta online.

Las conversaciones entre Nike y Grupo Axo habían comenzado en febrero de 2020, luego de que se oficializara la intención ante las autoridades bursátiles estadounidenses. La idea inicial es que el proceso estuviera concluido a mediados de este año. Sin embargo, ese proceso fue formalmente cancelado hoy, según anunciaron en la empresa.

Pese a la frustrada operación, Nike confirmó que buscará un nuevo distribuidor local al cual asignarle su operación en los tres países que conforma la región Cono Sur. Mientras tanto, fuentes de la empresa confirmaron que mantendrán la totalidad de los puestos de trabajo y los planes de producción de prendas en la Argentina.

«La empresa sigue comprometido con la región y con la Argentina y continuará siendo la propietaria y operando los negocios mientras evalúa las futuras oportunidades para encontrar un socio distribuidor en los tres países», ratificaron fuentes de la compañía. Nike tiene actualmente 612 empleados de forma directa y otros 10.000 de forma indirecta, entre la logística, los depósitos y los distribuidores.

Además, fuentes de Nike indicaron que la empresa mantendrá los contratos de patrocinio con deportistas, entidades y clubes con los que trabaja en estos países. En la actualidad, la marca es sponsor técnico de San Lorenzo y las selecciones argentinas de básquet y fútbol, entre otros.

Además de Uruguay, Chile y la Argentina, la compañía también implementó el modelo de venta a un distribuidor local en Brasil. Allí, oficializó el contrato con la firma SBF, que se convirtió «en el propietario de prácticamente todas las operaciones de Nike en Brasil», según informaron en un comunicado.

El dueño de Vans paga USD2.100 M por la marca de ropa urbana Supreme

Fuente: BAE ~ VF Corporation suma a su cartera a la empresa nacida en Nueva York. Los nuevos dueños esperan que genere nuevos ingresos por USD500 millones

El grupo estadounidense VF Corporation, propietario de marcas como Vans, Eastpak, Timberland o The North Face, acaba de firmar un acuerdo con The Carlyle Group y Goode Partners, para adquirir la firma de ropa urbana Supreme. El precio de compra comunicado asciende a USD2.100 millones y se espera que Supreme genere ventas anuales de al menos USD500 millones.

Supreme es una marca de ropa, accesorios y calzado de estilo urbano que vende a través de canales directos al consumidor, principalmente digitales, por lo que esta adquisición supone un paso importante para el grupo, ya que permitirá la aceleración hacia la conquista digital.

Steve Rendle, CEO de VF comentó que: «la compra de Supreme es una forma de consolidar nuestra visión y estrategia para desarrollar nuestra cartera de marcas». Por su parte, el fundador de Supreme, James Jebbia, añadió: «Estamos orgullosos de unirnos a VF, una empresa de reconocimiento mundial».

Fundada en 1899, VF Corporation es uno de los grupos de prendas de vestir, calzado y accesorios más grandes del mundo.

En cuanto a Supreme, abrió su primera tienda en 1994, en la calle Lafayette, en el centro de Manhattan (Nueva York), y pronto se convirtió en sinónimo de éxito. Artistas locales y personas influyentes eran consumidores de sus prendas transgresoras con un toque urbano.

En la actualidad tiene una docena de locales físicos en grandes ciudades que van desde Tokio a Los Ángeles pasando por Londres o París.

Alentador: la industria mostró en junio y julio una fuerte recuperación

Fuente: Ámbito ~ La actividad industrial mostró una importante recuperación durante junio y en los primeros días de julio: pasó de caer un 40% interanual entre fines de marzo y principios de abril, a sólo un 12% en los últimos 30 días, según el índice que elabora el Centro de Estudios para la Producción (CEP) que será publicado esta semana.

Fuentes del Ministerio de Desarrollo Productivo adelantaron a este medio que “en junio la mayoría de los sectores se recuperaron sensiblemente. Mejoraron la industria automotriz, la siderurgia y la textil. Materiales para la construcción está casi en terreno positivo con respecto a la precuarentena y tabaco mostró un alza fuerte tras estar sin actividad durante casi dos meses”.

El estudio también revela que la primera semana de julio fue mejor que la del mes anterior: “Las exportadoras y sus proveedoras, que mueven mucho la aguja del PBI industrial, siguieron abiertas y también las actividades esenciales. Por eso la brecha con respecto a la precuarentena se achica. Estábamos un 15% por debajo y ahora pasamos a un 12%”, se explicó.

Otro de los sectores que se puso en marcha es la metalmecánica. “En junio y por lo que tenemos proyectado de julio estaremos alcanzando niveles de venta similares a los que teníamos antes de la cuarentena”, dijo Rita Cosentino, una de las titulares de la firma Taller Baigorria, en diálogo con este medio.

José Urtubey, director de Celulosa Argentina y dirigente de la Unión Industrial Argentina, confirmó que “la producción viene aumentando con respecto a los últimos meses. En este momento, en algunas líneas estamos a un 80% y en otras a un 70”.

Desde el sector textil también advierten una recuperación, pero más lenta. “De abril a julio venimos creciendo, pero en promedio todavía estamos a un 60%. Hay que considerar que muchas marcas de indumentaria solamente están en los shopping y esas no pasan del 30%”, remarcó a Ámbito, Yeal Kim, presidente de Amesud S.A. y de la Fundación Proteger.

Esta semana, el CEP publicará un índice adelantado de actividad industrial realizado a partir de los datos diarios de consumo energético del sector manufacturero. El indicador marcará un avance en dos velocidades determinadas por las zonas geográficas: las que están en distanciamiento social, con una mejoría más rápida, y las que continúan en aislamiento social preventivo y obligatorio, con una recuperación un poco más lenta.

Por último, revelará que abril fue el piso para la producción del primer semestre del año y que la desaceleración de la caída registrada en junio debería continuar durante este mes.