Fuente: Cronista ~ El tema de las marcas de indumentaria que visten a las selecciones que juegan los Mundiales no es un tema menor. De la cantidad y los éxitos de los equipos depende muchas veces el balance anual de una compañía, por eso se trata de un evento que todos esperan con ansiedad.
Es que justamente este no es un negocio más, ni menor, sino todo lo contrario. De acuerdo a Brand Finance, el mayor ingreso para estas empresas proviene de la venta de camisetas.
La consultora no tiene una proyección sobre cuántas unidades se podrían vender en Qatar 2022, pero se estima que el número podría estar por encima de los 17,7 millones que se vendieron durante la Copa de Rusia 2018 (Adidas vendió 8 millones, y sus ventas globales se incrementaron un 10%), según informa en una nota publicada en Forbes Colombia.
Teniendo en cuenta que las camisetas de los combinados nacionales tienen un precio promedio entre u$s 80 a u$s 110, se prevé que para este año se comercializarán por lo menos u$s 1800 millones solamente gracias a esta prenda, sin contar los ingresos que generarán los shorts, medias, botines, buzos, etc.
Otro ejemplo: en el trimestre previo al inicio de Rusia 2018 (junio) la comercialización de los productos deportivos vinculados con la Selección argentina se incrementó un 396.9%, en comparación con los mismos tres meses de 2017, mientras que entre marzo y abril de 2018 aumentaron un 18%, y de abril a mayo se aceleró a un 95.6%.
En ese entonces, el ranking de los cinco artículos más vendidos en esos últimos tres meses estuvo liderado por la camiseta argentina titular (31.1%) que costaba $ 1600 contra los $ 11.000 de ahora.
En ese Mundial fue Adidas la firma que contó con mayor presencia entre las selecciones, por encima de la estadounidense Nike y el resto de las marcas más importantes del planeta.
En total, Adidas vistió en 2018 a 12 selecciones de las 32 que participaron del torneo de fútbol más importante de todos, la misma cantidad con la que cuenta este año Nike, aunque podría sumar dos más después de los repechajes.
La marca norteamericana tiene contrato para Qatar con el anfitrión, Brasil, Francia, Croacia, Inglaterra, Países Bajos, Portugal, Polonia, Canadá, Estados Unidos, Corea del Sur y Arabia Saudita, y espera por Nueva Zelanda y Australia.
Nike ingresó al mundo del fútbol en 1994, cuando la Copa se jugó en Estados Unidos. En aquel entonces la contribución del fútbol a sus ingresos era de u$s 40 millones.
Adidas llamativamente, siendo que es la empresa global más vinculada con el fútbol, sponsor oficial del torneo y «dueña» de la pelota, en principio sólo vestirá a seis equipos, con la posibilidad de sumar dos más también después de lo que ocurra con los repechajes. Además de vestir al equipo argentino liderado por Lionel Messi, también tiene a Alemania, Bégica, Japón y México, y podría añadir a Escocia, Gales o Emirates Árabes Unidos. Adidas además viste a los árbitros
Por su parte, la también alemana Puma consiguió la misma cantidad que su histórico archirrival, con lo que estará presente gracias a Serbia, Suiza, Uruguay, Senegal, Ghana y Marruecos.
El resto de las marcas vestirá sólo a una selección: Hummel a Dinamarca; Kappa a Túnez; Le Coq Sportif a Camerún; Marathon a Ecuador y Merooj a Irán.
Aunque Joma podría ingresar al torneo dependiendo de lo que ocurra con Ucrania, Marathon podría sumar a Perú y New Balance tendría presencia si clasifica Costa Rica.
Vale la pena recordar que en Brasil 2014 también había sido Nike la marca dominante. En aquel entonces, la empresa vistió a diez selecciones: Brasil, Croacia, Francia, Portugal, Inglaterra, Estados Unidos, Grecia, Holanda, Corea y Australia, mientras que Adidas hizo lo propio con 9 representativos: España, Alemania, Colombia, Bosnia, Argentina, Japón, Rusia, México y Nigeria.