Fuente: Infobae ~ Las empresas enfrentan de limitaciones para la importación, como las licencias no automáticas y el incremento de los fletes. Primeros coletazos de los precios controlados.
Las dificultades que atraviesan los exportadores para el ingreso de insumos y productos importados se observan ya en varios rubros con demoras en las entregas o faltantes en artículos de consumo cotidiano e industrial. Desde neumáticos, repuestos para autos, productos de marroquinería o cosmética hasta pisos cerámicos y flotantes, pisos para canchas de paddle, suelas para producir calzado o insumos para la elaboración de envases de aluminio.
También se relevaron faltantes para calzados deportivos de alta tecnología o, como publicó Infobae, en productos que se venden en las farmacias y perfumerías como la loción para bebés Cetaphil, las tiras nasales “respira mejor”, planchitas para el pelo, distintos tipos de antisépticos o algunos artículos de marcas extranjeras como Klorane.Planchitas: hay chinas, pero faltan de otros países y las locales, donde bajó la producción
El de las planchitas es un caso especial, según detallan en las farmacias: hay importadas, pero son de China. Faltan otras marcas europeas, más caras y también muy buscadas, y también las locales: muchas empresas argentinas dejaron de producirlas o demoran las entregas.
Además de las trabas a las importaciones, el congelamiento de precios también suma los primeros faltantes, sobre todo en algunas primeras marcas. Infobae detectó algunos casos de faltantes en las góndolas donde se exhiben lácteos (en la leche La Armonía, por ejemplo, una de las que está dentro del congelamiento de precios) y productos de higiene como el algodón. No hay desabastecimiento, pero si faltantes.
“Hay confusión cuando se dice que importar perjudica a la producción. Al no poder importar, hay un efecto general que afecta más a la producción que al comercio”, señalaron desde la CAC. Por ejemplo, la falta de pelotas de tenis que derivó de la dificultad para importar la felpa con las que se fabrican.Algunas primeras marcas comienza a dejar lugares vacíos en las góndolas (Maximiliano Luna)
La industria del calzado, por ejemplo, está siendo afectada por las dificultades para importar algunos productos. “En general no estamos teniendo demora de insumos por importaciones. Solo en algunos casos como PVC y eva que se usan para la inyección de suelas. Se trata de coordinar entregas para q no provoque demoras en producción”, destacó Horacio Moschetto, secretario de la Cámara de la Industria del Calzado.
Si faltan, según pudo comprobar este medio negocios de deportes de CABA, algunos modelos más sofisticados y técnicos, utilizados por deportistas de alto rendimiento, como running y otras especialidades: son los más caros y no ingresan, al menos por ahora. “La escasez de oferta trae aparejados aumentos en los precios”, señalaron en el sector.
También hay problemas para la importación de telas especiales y accesorios para la industria de la indumentaria. “Mientras que la producción dentro del país aumentó un 42,5% interanual en el primer semestre del año, las trabas a las importaciones crecen cada vez más, lo que enlentece los procesos y encarece ampliamente el precio de los productos finales. Al día de hoy, traer productos del sector textil desde otros países hacia la Argentina puede tardar desde seis meses hasta un año”, explicó Sole Silva, creadora de Sole Silva Textiles, empresa importadora y exportadora de telas y proveedora de las principales marcas del país.
“Los procesos de aprobación son muy lentos y a ellos se le suman cada vez más requisitos que terminan convirtiéndose en trabas. Entre ellas se encuentran licencia de importación (SIMI), declaración Jurada de Composición de Productos (DJCP), pedido de amparo, que si bien no es un requisito, termina siendo una instancia a la que llegan muchos importadores para que el Gobierno les apruebe el SIMI y que significa más tiempo e insistencia, y también, un abogado pago que gestione el documento”, agregó la empresaria.
“La relación de poder entre el comprador y el vendedor es distante y lejana. Si las empresas pymes no pueden pagar un anticipo quedan en la cola de espera con respecto a empresas de otros países. Hay un exceso de demanda de los países centrales. El anticipo es un compromiso comercial”, indicó una fuente del sector de comercio exterior.
“El efecto se va a ver en los próximos 45 a 60 días, que es cuando va a faltar lo que no se pudo comprar ahora”, agregó. Uno de los productos e insumos con demoras y faltantes más críticos señalados desde las distintas cámaras son neumáticos, especialmente para vehículos de alta gama o gama media y camiones, con el riesgo de que más automovilistas deban recurrir al recapado o el mercado ilegal, lo que aumenta la inseguridad. También faltan repuestos como radiadores, frenos y piezas de electricidad.
En el caso de la industria textil, los faltantes se observan en telas más sofisticadas y avíos (materiales que complementan una prenda) y también suelas capelladas para calzado.
En el sector de la construcción aseguran que hay demora en las entregas de pisos cerámicos, de porcelanato y también pisos flotantes. Incluso no se consigue el piso específico para las canchas de paddle, lo que puso a freno a varias que estaban en construcción.
En ámbitos más específicos, una empresa exportadora de fardos de uso específico para alimentación de caballos de polo no pudo importar el hilo necesario para armar esos fardos, un requisito de sus clientes en Dubai y Emiratos Árabes que trabaron sus exportaciones a esos destinos.
“Hay una demora generalizada que genera una oferta restringida. Si se incrementa se puede traducir en desabastecimiento. Hay un entorpecimiento absoluto del comercio exterior. El Gobierno tiene que asegurar alguna política pública para asegurar dólares para producir y consumir”, aseguró una fuente del sector.
Como se destacó, el directorio del Banco Central flexibilizó este jueves parte de las restricciones de acceso a dólares que había establecido para los pagos anticipados de importaciones recientemente, tras una serie de reuniones que los funcionarios de la autoridad monetaria mantuvieron en los últimos días con ejecutivos de distintos rubros que compran sus insumos en el exterior y mientras el sector privado hacía sentir su queja por la situación.