Fuente: Cronista ~ Creada por la textil Alpargatas en 1975 como su insignia en el mundo deportivo. Construyó su camino entre varias disciplinas.
Entre tantos monstruos internacionales, hay una marca gestada en Argentina que logró pisar fuerte en la guerra de las zapatillas. Hoy continua vigente, aunque en manos brasileñas, con un 20% del market share en el rubro y una proyección de venta de más de 4,6 millones de pares. Topper nació en 1975, primero se hizo un nombre en el tenis y luego expandió su participación a otros deportes, como el fútbol y el rugby. Pero no todos conocen el verdadero origen de su nombre.
En 1883 el inmigrante vasco Juan Echegaray y el escoces Robert Fraser fundaron la empresa Alpargatas con el objetivo de producir calzado cómodo para los trabajadores. De un pequeño taller de fabricación manual pasaron a convertirse en una gran compañía con múltiples plantas con maquinaria y varias marcas en su portfolio. Una de ellas eran las zapatillas Flecha, sin embargo desde la firma buscaban poner un pie en el mundo deportivo profesional.
Para este proyecto primero pensaron en lanzar una línea nueva con su marca estrella. Finalmente decidieron crear una etiqueta desde cero. Todavía faltaba un nombre y Eduardo Oxenford, por entonces ejecutivo de Alpargatas, encontró la inspiración en su hogar. Topper era el nombre del perro de su familia y así pasó a llamarse el nuevo proyecto de la empresa.
Crecer con Vilas y Sabatini
La estrategia de la marca fue no solo producir calzado sino también asociarse a deportistas prometedores y convertirlos en sus embajadores. Su primer acercamiento fue con el tenis y encontraron en Guillermo Vilas y Gabriela Sabatini a sus figuras.
A medida que fue creciendo, Topper emprendió su expansión. De la Argentina y Brasil, país en el que Alpargatas contaba con una filial, plantó bandera en otros mercados de la región e incluso llegó a España, Japón y Corea. El próximo paso fue darle lugar a otras disciplinas, como el básquet con Manu Ginobili y el rugby.
Asimismo se hizo lugar en el mundo del fútbol vistiendo a equipos que alcanzaron la gloria máxima. Fue la encargada de vestir al Independiente campeón de la Intercontinental de 1984. También fue el sponsor técnico de Vélez, Estudiantes y Newell’s, todos ellos campeones locales en 2005, 2006 y 2013 respectivamente.
Cambio de nacionalidad
Del mundo del calzado deportivo amplió su portfolio a la indumentaria con todo tipo de prendas para hacer actividad física. Sin embargo, Alpargatas entró en crisis y fue cambiando de manos. En 2007 fue adquirida por su filial brasileña (manejada por el grupo Camargo Correa) por u$s 51,7 millones.
«Convertiremos a Topper en una marca deportiva global. Vamos a aprovechar que es una palabra que se puede pronunciar en cualquier idioma», señaló Marcio Utsch, número uno de la firma en aquel entonces. Pero en 2015, se la vendió a J&F y dos años más tarde pasó a un joint venture.
Nuevo dueño
Después de más de 40 años en su poder, Alpargatas se desprendió de Topper en 2018. El empresario Carlos Wizard Martins ya tenía en su poder Topper Brasil y ese año se quedó con un 22,5% de la marca en Argentina. En diciembre de 2019 hizo uso de la opción para adquirir el 100% por un total de u$s 64 millones.
Oriundo de Curitiba, Wizard Martins amasó su fortuna con un instituto de idiomas el cual le vendió a la británica Pearson en 2013 por 2000 millones de reales. Después se dedicó a ser máster franquicia de marcas internacionales como Pizza Hut y KFC y construyó su imperio de etiquetas deportivas a través del Grupo Sforza. Es conocido por su estrecha relación con la iglesia mormona, además de ser predicador de la misma.
Hoy Topper es la marca número 1 en volumen de pares de zapatillas vendidas con un 20% del share del segmento, según señalan desde la propia compañía. A mediados de 2021 anunció un plan de inversión de $ 500 millones en dos años en su planta de Tucumán. El objetivo: volver a producir indumentaria en suelo argentino y continuar expandiendo su liderazgo en el mundo del calzado.