Fuente: A24 ~ María Giannone creó Ruma, una empresa que hace calzado a mano para novias, madrinas, quinceañeras y otros eventos sociales. La importancia de lo exclusivo, sin perder la comodidad.
Ruma comenzó como el sueño de María Giannone y gracias a la tarea sostenida y comprometida de todo un equipo. El emprendimiento creció y se convirtió en el proyecto de muchos profesionales que trabajan para lograr el mejor producto.
La empresa es el resultado de la visión de María, fascinada desde siempre por el mundo del calzado hecho a mano. Es la unión perfecta entre el proceso de creación y el trabajo artesanal.
Amor por los colores, los materiales y las texturas
María nació en Chivilcoy, provincia de Buenos Aires, entre sedas, telas, modistas y bordadoras, en un entorno donde se respiraba elegancia.
Su madre, bordadora de ajuares de novia, le despertó desde niña el interés por una moda exclusiva, ya que los zapatos y carteras que ellas vestían eran confeccionados a medida.
Amaban la posibilidad de poder elegir variedades de cuero e intervenir en el diseño.
“Siempre tuve un interés especial por el mundo de la alta costura. Al terminar la secundaria decidí mudarme a Buenos Aires, donde comencé a trabajar como productora en la revista de casamientos Nubilis. El medio gráfico cubría temas variados y entre ellos lo relacionado con moda de novias. Con el tiempo observé que el calzado para estas mujeres solo brindaba modelos prêt-à-porter, que muchas veces no cubría mis necesidades y deseos. Entendí que la solución era volver a lo artesanal, a lo hecho a medida para esa ocasión especial”, cuenta Giannone.
Los zapatos en Ruma se hacen a medida.
“Con ese objetivo en claro, comencé a investigar el sector. Al poco tiempo tomé conocimiento de que el oficio de la confección artesanal de calzado se encontraba en vías de desaparecer debido a la industrialización y a las importaciones. Movilizada por esta certeza, decidí dar el primer paso e ingresar en el Instituto San Crispín para formarme como ‘técnica en confección y producción de calzado’ para luego perfeccionarme en la academia Arsutoria School Milan», resalta.
«En 2001 logré poner en valor el oficio perdido de los artesanos zapateros con la creación de Ruma Zapatos y Carteras, sumando a muchos profesionales al equipo y formando hoy día a nuevos artesanos”, ilustra la protagonista de la historia.
Existe la creencia de que «Alta costura» es sinónimo de producto importado.
Este es un estereotipo de la moda que en algunos casos es «falaz», ya que muchos de estos productos finalmente son producidos de forma industrial y seriada.
El proceso de creación tiene a la mano humana como protagonista.
La empresa nació para romper este paradigma, creando productos exclusivos, con alta calidad de diseño, hechos a medida.
“Fabricamos de forma artesanal desde el principio hasta el final, con extrema atención al detalle para la mujer que busca estilo, exclusividad y lujo sin excesos”, puntualiza Giannone.
Cabe recordar que la vestimenta es una forma de comunicar un lenguaje que posee «un código específico que es interpretado por nuestro entorno».
El estilo y la elegancia son inherentes a cada ser humano
“Nuestra misión, lo que nos apasiona y donde buscamos la perfección, es conceptualizar lo que cada persona tiene para decir, diseñarlo y finalmente producirlo. Lograr el proceso perfecto determina si el zapato dice algo o es solo un zapato”, enfatiza la emprendedora.
Cada modelo tiene la impronta de quien usará el calzado.
Más allá de la exclusividad y el diseño, la empresa también logra el confort de uso ajustando las variables que lo brindan: balance y altura justa, taloneras y punteras a medida, plantillas con memoria y forros sin costura, son algunos de los procesos de personalización que permiten estar elegante y afrontar las múltiples actividades del día con la máxima comodidad.
“Proponemos un mejor andar, con calidad, para mujeres seguras que saben lo que quieren”, describe Giannone.
El valor de un producto hecho a mano y exclusivo
Comenzaron diseñando zapatos para novias, madrinas, quinceañeras y para Bar o Bat Mitzvah. Gracias a esta especificidad, comprendieron lo que sus clientas esperan de un zapato que lleva su marca.
“Nos eligen porque valoran la esencia del producto realizado a mano, exclusivo, diseñado y creado solo para ellas. Esto representa, además, la independencia y el poder de la mujer al decidir cómo será el zapato que va a vestir», subraya la diseñadora.
«La comodidad, es otro aspecto en el que cuidamos cada detalle. Además de estilo, elegancia y feminidad, ponemos énfasis en el confort que permita un andar libre, seguro y con paso firme que garantice poder disfrutar al máximo este momento único”, aclara.
Los modelos de Ruma obtuvieron un premio en Colombia.
La trayectoria y prestigio que lograron en las sucesivas participaciones en Argentina Fashion Week permitieron llevar la marca a distintos países del mundo, en los que lograron tener presencia de marca por medio de desfiles y presentaciones, entre otras actividades.
Esta apertura internacional comenzó con la participación en 2011 en el evento «Colombia Moda», donde ganaron un premio al producto de moda artesanal.
“Nuestras botas multicolores fueron reconocidas con el Sello Buen Diseño argentino, que tiene como objetivo poner en valor y comunicar la distinción oficial que otorga la Nación a los productos argentinos que se destacan por su alta calidad de diseño”, expresa Giannone.
“La meta es ser mejor que ayer, no mejor que nadie”, finaliza.