Fuente: TN – Carolina Marecos divide su tiempo entre la medicina y el diseño que rescata técnicas ancestrales.
Casa Nala nació cuando Carolina Marecos, una médica oftalmóloga correntina, decidió unir sus dos pasiones y, sin abandonar la medicina, decidió mostrar toda su creatividad y pasión por la cultura de los pueblos argentinos en una línea de carteras y prendas artesanales que son un lujo.
Las carteras de Casa Nala son una pieza de lujo. (Foto: @casanala)
“Es una vida un poco ocupada la que llevo entre mis dos tareas, pero estoy feliz”, le cuenta la emprendedora a TN Estilo, de paso en Buenos Aires por el local multimarca Romero hecho a mano de la calle Cabello donde vende las colecciones de su marca, Casa Nala. “Soy una apasionada de la moda y de los viajes. Además, vengo de una familia donde hay sastres y modistas”, agrega.
Carolina Marecos, oftalmóloga y diseñadora, en acción. (Foto: @casanala)
En uno de sus viajes, Carolina Marecos notó la belleza del trabajo artesanal argentino y pensó que había que mostrar todo ese talento de una manera organizada. Y así creó Casa Nala que rescata lo artesanal, lo tradicional, lo ancestral, pero que también tiene un toque de modernidad. “Cada una de las piezas de Casa Nala están pensados y creados para una mujer apasionada por lo natural, pero que vive de forma moderna”.
Las famosas se volvieron fanáticas de sus diseños, desde Julieta Spina y Lorena Ceriscioli hasta María Vazquez que suele compartir los looks de Casa Nala en sus redes sociales.
María Vazquez, fan de Casa Nala. (Foto: @mariavazquez)
Las colecciones de la doctora
Las carteras que piensa Carolina Merecos son realizadas por tejedoras de Iberá y todos los productos tienen trazabilidad: la etiqueta cuenta quién hizo cada producto, qué materiales y técnicas se utilizaron.
“Nuestros principales materiales son fibras naturales como el carandillo, la palma, el espartillo o el chaguar. Estos materiales son recolectados a mano por las artesanas para luego ser desfibrados y secados al sol. En algunos casos, las fibras son teñidas con tintes naturales como corteza de árboles o algunos frutos para lograr así, distintos tonos”, dice la creadora.
Carolina Marecos con las tejedoras que hacen los diseños. (Foto: @casanala)
“Todos los diseños son exclusivos y pensados para ser vividos en distintas ocasiones. Cada trama es un sueño hecho realidad y cada material es un estallido de diseño, pasión y muchísimo amor”, agrega.
Los modelos artesanales
La colección de Casa Nala propone originales carteras al hombro, estilo bandoleras y rígidas. También hay totes, muchos de los cuales pueden personalizarse. Entre los accesorios hay además sombreros, cintos y sandalias.
Diseńos artesanales de lujo en casa colección. (Foto: @casanala)
La línea de ropa es amplia y sigue el mismo estilo que los complementos. Hay vestidos cortos y largos, tops, pantalones, faldas, túnicas y chalecos. “Seleccionamos la mejor materia prima que nos brinda la naturaleza y las manos artesanas y la elección del diseño convierten a cada pieza en única e irrepetible”, cierra orgullosa la Dra. Marecos.
Fuente: Infobae – “Nunca una mujer va a usar una bota en Argentina. Las botas dan reminiscencia militar. El clima es húmedo, no es Siberia. ¿Sandalias? ¡Las mujeres no muestran los dedos de los pies!”. Las frases aún resuenan en la cabeza de Ricky Sarkany. Su padre, un húngaro que llegó a Buenos Aires escapando de la Segunda Guerra Mundial, era la cuarta generación de zapateros. También lo había sido su abuela. El oficio corría por sus venas, pero su visión estaba adelantada a su tiempo. “En aquel tiempo, la confianza era total y no quedaba otra que recibir un pago anticipado para contar con capital. Con un prototipo, mi padre visitaba zapateros que, debido a la demanda insatisfecha de calzado hecho a mano, aceptaban su propuesta y le adelantaba dinero. Así, podía producir zapatos”, cuenta el emprendedor en diálogo con la sección La Escalada de Infobae.
En su pequeño taller artesanal fabricaba zapatos para marcas que luego les ponían su sello. Él diseñaba, pero otros se llevaban el crédito. En Argentina, a fines de los años 50, los zapatos se vendían en zapaterías y los mayoristas dictaban las reglas. No existía la venta directa al público. “El proceso era lento. Se cortaba el material a mano, lo cual era rápido, pero luego venía el cosido, lo que tomaba un día. El ensamblado se hacía completamente a mano, hilvanado sin pegamentos, y el zapato debía permanecer en la horma entre cinco y siete días en clima seco para tomar su forma antes de coserle la suela y terminarlo manualmente. Hacer un solo zapato podía llevar entre siete y diez días. Un operario habilidoso lograba producir entre seis y ocho pares al día”, explica Ricky-.
Su primera gran idea fue una bota para mujer. Se la rechazaron. Era un país machista, donde la moda seguía reglas estrictas. El segundo fracaso fue la sandalia. “Demasiado agresivo”, le dijeron. ¿Dedos al descubierto? ¿Forro rosa Dior? Nadie lo entendió. Terminó haciendo lo que pedían los dueños de zapaterías: modelos clásicos en negro, marrón y azul. Sobrevivió vendiendo a mayoristas con pago anticipado, fabricando calzado artesanalmente. “Mi papá era pintor y escultor de formación. Todo lo que traía de Europa tenía una gran carga artística -explica Sarkany-. Venía de una cuna de arte, diseño y vanguardia. Pero además de ser un artista, mi padre tenía visión de futuro. Él veía más allá”.
A los diecisiete años, Ricky ya trabajaba en el taller. Ataba cajas. Aprendía el oficio. Pero no entendía por qué su padre no vendía directamente a la gente (Candela Teicheira)
Cuando Ricky nació en 1960, eran una familia de clase media baja. Vivían en Núñez, cerca de la cancha de Platense. La casa era modesta, pero con un taller lleno de artesanos, cueros y hormas de madera.
En busca de su propio destino
A los diecisiete años, Ricky ya trabajaba en el taller. Ataba cajas. Aprendía el oficio. Pero no entendía por qué su padre no vendía directamente a la gente.
—Es más fácil vender mil pares a un zapatero que un par a una mujer —le repetía su padre.
Pero él insistía. Creía que el cliente y el usuario debían ser la misma persona. Hasta que un día, sus compañeros de la facultad comenzaron a gastarlo.
—Compren lo de Ricky, que vende más barato.
No entendía qué pasaba. Su padre había tomado la decisión sin decirle nada. Había abierto al público en el garaje del taller y le había puesto su nombre: Ricky Sarkany. Sin consultarlo. El resultado fue un desastre. Todos los clientes mayoristas cancelaron sus pedidos. Ese mismo día se fundieron.
—Esto es competencia desleal —le reclamaron los zapateros.—No, esto que vendo es lo que ustedes nunca quisieron comprar —respondió él.
Ricky se volvió un adicto al trabajo. Era el primero en llegar y el último en irse. Nada estaba por encima de la empresa (Candela Teicheira)
La caída y el milagro
La zapatería no era tal. En el garaje donde se preparaban los pedidos mayoristas, pusieron una alfombra, unas sillas, unas estanterías de vidrio y exhibieron diez o doce modelos. Un aviso en el diario hizo el resto:
“Ricky Sarkany, el calzado más caro del país a precio de fábrica. Ahora vende al público. Crámer 3664″. Y pasó lo que su padre temía: los mayoristas los abandonaron. Los zapatos acumulaban polvo. La empresa estaba en ruinas.
Pero entonces pasó algo. Primero, entró una persona. Y esa persona trajo tres amigas. Y esas tres amigas trajeron otras cuatro. El boca a boca hizo el resto. Así, despacito, lograron lo imposible:Los zapatos dejaron de ser solo calzado. Se convirtieron en arte. “Logramos tener nuestra propia impronta y que los zapatos pudieran ser reconocidos como si fuera un cuadro de un artista”, recuerda Ricky.
Éxito, adicción al trabajo y un infarto
Los años pasaron y Ricky se volvió un adicto al trabajo. Era el primero en llegar y el último en irse. Nada estaba por encima de la empresa. Trabajaba hasta en casa. Su esposa lo veía, sus hijas lo sufrían. “Yo era lo que se llamaba un workaholic y me jactaba de ser un workaholic, de llegar y ser el último en irme de la empresa. Todo era trabajo”, resume Sarkany.
Ricky tenía el control total en su empresa. Todas las decisiones pasaban por él. Pero su equipo funcionaba sin él. “Lo hacían mejor que yo. Me mostraron cuál era el camino”, admite convencido (Candela Teicheira)
—Mirá lo que hice en el jardín —le dijo Sofía, su hija, cuando era una niña.
Él intentó responderle, pero se quedó dormido. No fue el primer aviso. Un día, se sintió mal. Lo llevaron de urgencia al sanatorio. Su médico lo miró a los ojos.
—Ricky, por favor, te lo pido. Descansá siete días— le pedía su médico.
—No puedo. Tengo que ir a trabajar— respondía convencido.
No hizo caso. Y al poco tiempo, terminó con dos stents en el corazón. Desde ese momento, ya no tuvo opción. Tuvo que delegar. Al principio, con miedo, con vergüenza. Hasta que descubrió algo inesperado.
Ricky tenía el control total en su empresa. Todas las decisiones pasaban por él. Pero su equipo funcionaba sin él. “Lo hacían mejor que yo. Me mostraron cuál era el camino”, admite convencido. Tuvo que aprender a soltar.
La vida más allá del trabajo
Los días que no pudo trabajar los pasó con su familia. Llevó a sus hijos al colegio. Acompañó a su esposa. Hizo cosas que antes no hacía. Y descubrió que vivió más en esos días que en años enteros. “Yo pensaba que trabajaba por ellos – dice Ricky-, pero ellos nunca me pidieron que abandonara mi vida por el trabajo”. Ahí entendió lo que siempre estuvo frente a sus ojos. Su empresa tenía una impronta propia. Su legado estaba en marcha. Y no dependía solo de él.
Fuente: TN – Posó para la campaña con los modelos de su colección cápsula: zapatillas urbanas, sandalias y zuecos de goma.
Si algo le faltaba a María Becerra para consagrarse como it girl era sin dudas tener su propia colección cápsula de moda. Ahora, llegó el momento de la mano de una marca de calzados española llamada Xti, que la convocó para sacar una línea versátil que lleva su impronta. La cantante argentina, por supuesto, fue la modelo perfecta de los diseños y mostró todo en Instagram.
A través de un fashion film, “La Nena de Argentina” dejó ver todos los modelos. En un primer clip, se lució con un par de zapatillas clásicas blancas con detalles en negro, que acompañó con un conjunto negro de crop top y minifalda adornado con pedrería plateada.
María Becerra mostró sus modelos de calzado con vestuarios de alto impacto. (Foto: XTI Shoes)
El reinado de las zapatillas en la moda es un hecho y Becerra lo dejó en claro con su siguiente look: un modelo similar pero de gamuza rosa con franjas blancas que combinó con un conjunto blanco con volados y elásticos.
Zapatillas rosas en la nueva colección de María Becerra. (Foto: XTI Shoes)
También lució un modelo mas chunky y colorido, con detalles metalizados y cordones verdes, con una vestimenta más urbana: top plateado y pantalón negro de eco cuero.
María Becerra con zapatillas chunky. (Foto: XTI Shoes)
Por supuesto, las sandalias no podían faltar en la colección. En otra toma, la artista posó con un modelo negro con tiras con hebillas, estilo slippers, aliadas perfectas de su minivestido negro. A continuación, mostró un diseño con plataformas y dos tiras delanteras, una marrón y otra beige, que combinó con un vestido muy escotado.
María Becerra con sandalias negras de su colección cápsula. (Foto: XTI Shoes)María Becerra, escotadísima en la campana de su colección de calzado. (Foto: XTI Shoes)
¿El más jugado de los estilismos de la sesión de fotos? Un conjunto negro de corpiño de piel de mono y falda tubo con una crinolina estructurada y voluminosa. El look dio paso a otro audaz modelo de calzado: un par de zuecos negros de goma con plataformas adornados con pins de pedrería.
Las jugadas fotos de la campaña de María Becerra. (Foto: XTI Shoes)
Cuánto cuestan los zapatos de María Becerra
Los precios de la marca española son low cost.Los zuecos de goma son el ítem más accesible, con un valor de 29,95 euros, que equivale aproximadamente a 33 mil pesos argentinos.
Zuecos de goma, el ítem mas accesible de la colección. (Foto: XTI Shoes)
Las zapatillas, por ejemplo, van desde los 39 euros con 95 centavos hasta los 49 con 95. Estos valores, según la cotización oficial, se traducen aproximadamente a 44 mil y 66 mil pesos argentinos, respectivamente.
Las zapatillas de María Becerra cuestan desde 39,95 euros. (Foto: XTI Shoes)
Los calzados, por supuesto, ya se convirtieron en el objeto de deseo de los fanáticos de la cantante, que en Instagram le dejaron mensajes como “Amo esta colección” y “Tremenda campaña te mandaste”.
Fuente: IProfesional – Con Biótico, Jesica Pullo convierte el plástico en lujo, reciclándolo en carteras artesanales y creando empleo inclusivo para personas con discapacidad.
Jesica Pullo creció en los márgenes de La Salada, un territorio de contrastes. Allí convivían el dinamismo de la feria más famosa de América Latina y la sombra de talleres clandestinos donde las condiciones laborales quedaban enterradas bajo pilas de ropa. Más allá, el Riachuelo arrastraba los desechos de curtiembres y fábricas textiles, tiñendo el aire con un hedor ácido e insoportable.
Para Jesica, esos olores y paisajes no eran solo un telón de fondo: «Era mi día a día. En el colectivo, mirando por la ventana, tan solo con 9 años, notaba indignada cómo la gente aceptaba esa contaminación como algo normal. Yo no quería ser una de esas personas», recuerda. En ese entorno de injusticias ambientales y sociales comenzó a germinar el activismo que años después la llevaría a fundar Biótico, una marca que recicla plásticos en carteras y accesorios de triple impacto.
Esta diseñadora transforma la basura en moda de lujo
La semilla de su activismo tomó forma cuando, ya recibida de diseñadora de indumentaria en la Universidad de Buenos Aires, comenzó a moldear un proyecto que uniera moday sostenibilidad. Así nació Biótico en 2014, una marca de lujo sustentable que hace del reciclaje su estandarte. Pero no se trata solo de reutilizar materiales; es un proyecto que transforma vidas, objetos y percepciones.
El pilar de la marca es la reutilización de sachets de leche, un material que, en Argentina, se descarta en enormes cantidades. Según el Observatorio de la Cadena Láctea, cada día se desechan 3.900.000 sachets, lo que equivale a cubrir casi 21 canchas de fútbol con plástico. Estos desechos, si no se recuperan, permanecen por siglos contaminando el ambiente.
Pullo desarrolló un proceso artesanal para reciclar estos desechos. Cada sachet es lavado, desinfectado y cortado en tiras que luego se trenzan con precisión. Cada cartera que produce contiene 140 sachets de leche reciclados, que son plegados hasta ocho veces para garantizar resistencia y durabilidad. «Nunca quise que mi trabajo fuera parte del problema. No usamos pegamentos ni quemamos nada. Todo se hace con las manos y con respeto por el material», explica Pullo. El diseño de este proceso no es casual: no requiere energía eléctrica ni herramientas sofisticadas, lo que permite que se realice en cualquier lugar, incluso en una plaza.
Actualmente, la marca recupera 15 kilos de sachets por semana, gracias a la colaboración de puntos verdes y un centro de reciclaje en Florencio Varela.
El impacto ambiental es solo una parte de la historia. Desde sus inicios, Biótico apostó por un enfoque social. Trabaja con Talleres Protegidos de Producción y Centros de Día que emplean y capacitan a personas con discapacidad intelectual. «La misión de Biótico es proporcionarles las herramientas necesarias para que desarrollen la producción artesanal de textiles reciclados», afirma Pullo. Los trabadores de los talleres protegidos reciben un pago por metro producido, respaldado con la correspondiente facturación y los Centros de Dia, que no tienen fines comerciales, promueven la inclusión laboral a través de voluntariados y prácticas profesionales con el apoyo de diversas empresas, entre ellas Biótico.
Hasta el 2022, el trabajo con los sachets estuvo a cargo de Asociación Laboral Para Adultos con Discapacidad Intelectual (ALPAD), una asociación que empleaba a personas con discapacidad intelectual, pero que por cuestiones internas debió cerrar dejando un vacío en el sistema. Hoy, Pullo colabora con un Centro de Día en Coghlan mientras espera cupos para retomar la actividad con los pocos talleres protegidos que quedan en la Ciudad de Buenos Aires.
De esta manera, el proceso de transformación del emprendimiento atraviesa toda su cadena productiva. La marca, que nació como parte de su tesis universitaria, no se queda en la denuncia: propone soluciones concretas. «Biótico no es la denuncia por la denuncia en sí, sino que toda su cadena productiva ejemplifica con buenas prácticas», asegura.
Una marca en constante evolución
En sus inicios, Biótico se enfocaba en accesorios para eventos especiales. Sin embargo, la pandemia obligó a Jesica a rediseñar su propuesta. Desde entonces, los productos adquirieron un carácter más urbano y versátil: cualquier pieza puede usarse tanto en un casamiento como para ir al trabajo o la facultad. «La marca es la misma, pero yo ya no soy la misma persona», reflexiona Jesica, quien se convirtió en madre hace dos años, un hecho que reafirmó su compromiso por un mundo mejor.
A pesar de la dedicación y el trabajo manual que implican las piezas, Biótico mantiene precios accesibles. Una cartera, por ejemplo, cuesta desde $55.000, una cifra competitiva en el mercado del diseño sustentable y artesanal.
Biotico recupera 15 kilos de sachets de leche por semana
Hoy, a diez años de su creación, Biótico logró un hito que parecía impensable al principio: abrió su primer local en la elegante Galería Alvear, sobre la emblemática avenida homónima de Recoleta. Las carteras y accesorios que alguna vez fueron un material desechado ahora comparten espacio con marcas de renombre internacional, desafiando las ideas tradicionales sobre el lujo.
Con el local de la Galería Alvear como nueva vidriera, el desafío ahora es ampliar el alcance de esta propuesta, inspirar a otros y seguir demostrando que, incluso desde los desechos, es posible construir algo que trascienda. «Quiero que quienes usen Biótico se lleven una historia, una causa, algo que los haga sentir parte de este cambio», concluye Pullo.
Porque si algo queda claro en esta historia es que en cada trenza, en cada sachet que se recicla, Biótico nos recuerda que bajo las manos correctas, hasta el plástico más humilde, puede convertirse en arte y convertirse en un emprendimiento de tripe impacto.
Fuente: Para Ti – Cómodos, cancheros y muy versátiles. Así serán los zapatos que veremos en los looks más cool del invierno 2025.
Los mocasines serán el zapato estrella de la próxima temporada, así lo dejó en claro el street style europeo. Si bien en los últimos años se fue incorporando a nuestros looks, te aseguramos que ya pasarán a ser considerados un clásico de fondo de armario capaz de sumarse a cualquier momento o situación.
Si bien en el último tiempo surgieron muchas variedades de mocasines, el modelo clásico es el que no te va a fallar.
Originarios de las culturas indígenas de América del Norte, los mocasines fueron tradicionalmente hechos de cuero suave y se diseñaban para ser fáciles de poner y quitar. Con el tiempo, se adaptaron y transformado en una pieza popular en la moda tanto masculina como femenina.
Mocasines clásicos, los eternos aliados
Un modelo que se persevera con el paso del tiempo son los mocasines clásicos que serán los más prometedores de la temporada ya que se trata del calzado chato ideal para elevar nuestros estilismos de una forma muy sencilla.
Tambien con pantalones de cuero.Si estas lookeada de un total look monocolor es fundamental sumarle uno de color.
En este modelo, la elegancia y la comodidad se combinan armoniosamente, por ello son capaces de elevar cualquier look.
Se usan tambien con medias de red.Quedan divinos con polleras de satén.
Fuente: Planeta Urbano – La diseñadora argentina que soñaba con ser disruptiva como Coco Chanel y empresaria como Miuccia Prada, celebró más de una década haciendo calzados sin seguir reglas ni tendencias efímeras. En diálogo con EPU, recuerda que en sus inicios “todo era una plataforma negra” y asegura: “Hoy hago los zapatos que siempre soñé tener”.
Disruptivos, coloridos, eclécticos y distintos. Así podemos describir a cada par de zapatos de Jessica Kessel, la diseñadora que pateó el tablero en la industria de calzado nacional. “En su momento, todo era una plataforma negra, era imposible encontrar un calzado diferente. Así que en una sesión de terapia le dije a mi analista: ‘Voy a hacer mis propios zapatos’”, cuenta sobre sus inicios.
Luego de doce años de múltiples creaciones con nombre propio, sus diseños no solo cautivaron a los consumidores locales, sino que atravesaron fronteras y aterrizaron en México, Roma y España, donde caminaron en el desfile “Los niños perdidos”, AW25 de la marca Outsiders Division. “Una mañana, David Mendez Alonso, el director creativo de la marca, me escribió por Instagram diciéndome: ‘Amo lo que hacés y quería saber si me podías prestar zapatos’. Le dije: ‘Obvio que sí’. No podía creerlo”, revela.
Para Kessel, cada pieza es como un lienzo en donde manifiesta sus sentimientos, experiencias, inspiraciones y emociones, logrando que cada zapato se transforme en un objeto único. “Hoy hago los zapatos que siempre soñé tener”, declara la diseñadora con dos locales propios, uno en San Telmo y otro en Recoleta.
–¿Te acordás de esa sensación cuando terminaste de crear tu primer par de zapatos?
–Sí, tardé ocho meses en hacer mi primer par de zapatos, y el día que me los puse me generó tal emoción que no sé cómo explicarlo. Se me explotó el cerebro. Para mí era tan común ir y comprarlos, pero no tenía ni idea de todo lo que sucedía detrás, y de que todo eso era re difícil. Eso me cautivó y ahí supe que quería diseñar para siempre.
–¿Cómo definís al universo de Jessica Kessel?
–Hay un poco todo de este mundo onírico y fantasioso hecho realidad. Después, el cruce de experiencias, de vínculos, de viajes, de situaciones, retroalimentan a este universo; un universo que va más allá, de lo pantanoso a lo rosa. Los locales son color rosa y me da la sensación de que cuando vienen las clientas y se prueban un par de zapatos, sucede algo.
La manera de actuar, de formar parte de la comunidad, de decir: “Puedo ser disruptiva, me animo a calzarme estos zapatos que son raros y que dicen otras cosas”, como que están comunicando, están diciendo algo esos zapatos. Entonces, creo que es un universo que se va construyendo y va mutando, pero medio fantástico. Me gusta hacer un objeto que vos te lo pongas y digas: “No necesito ningún otro accesorio”, porque ya el zapato dice un montón.
–¿En algún momento te pusiste a pensar en por qué diseñás zapatos?
–Hay mucho de la fantasía y de lo onírico convertido en un objeto. Para mí, hacer zapatos es un modo de exorcizar cosas buenas, malas, feas, lindas. Todas las experiencias de algún modo se pueden transformar en un objeto bello, casi como un tatuaje, una cicatriz. Y ese objeto final, trato de que siempre esté lleno de color y de información.
–Mencionás el concepto de belleza. ¿Qué es la belleza para vos?
–Hay algo en la expresión. A veces me pasa que veo algo y digo: “Esto es espectacular”, y por ahí es un edificio abandonado, prendido fuego, y a mí me genera cierta atracción. Encontré una manera de expresarme y hacer zapatos tan coloridos, porque también en el fondo hubo mucho dolor, mucho sufrimiento, muchos momentos de cosas oscuras.
Cuando me visto de muchos colores me genera otra cosa, como cuando viajo a ciudades. Tuve la oportunidad de viajar a Cusco, también de conocer Ciudad de México, y son lugares donde el color, los sabores, el estímulo de información, es tan grande, que estoy en mi salsa (se ríe). Y también, me da la sensación de que cuando empecé a hacer zapatos, no era tan común el zapato colorido. Había algunas marcas, algunas diseñadoras que yo miraba muchísimo y que tenían otra propuesta y a mí eso me llamaba mucho la atención porque decía: “Hay una forma de expresarse”. Entonces, creo que esa es mi manera.
–¿De qué manera plasmás ese modo propio de expresarte?
–Desde hace muchísimos años no suelo trabajar con modelos en las producciones que hago, sino que me pasa esto de cruzarme con personas con las que de repente se genera cierto intercambio e inspiración y las elijo. Me pasó con Charo López o con Mariana Enríquez, por ejemplo, de leerla y decir: “Uf, qué intensidad”, cómo cuenta la experiencia de vida, lo oscuro, lo pantanoso, eso me parece bellísimo.
–¿Qué es lo que te hizo decir “ese es el camino que tengo que seguir”?
–Me preguntaba por qué tantas personas querían estar todas con lo mismo, por qué no había otra propuesta, por qué existía eso del uniforme. Me generaba cierta incomodidad. Con todo lo que existe, ¿no podemos hacer algo nuevo, una nueva propuesta de estilismo? Y de algún modo, llevar eso a competir en el mercado, porque tenés que tener otra propuesta, ¿sino como iba a salir a competir con los monstruos gigantes que están en el shopping?
–Celebraste los doce años de la marca. ¿Qué balance hacés de todo este recorrido?
–Fue una celebración muy esperada. Cuando se cumplieron diez años, esperaba hacer una fiesta, pero era tanto lo que estaba pasando, los planes de hacer la reedición de los diez modelos más importantes, que todo se pasó muy rápido y me agarró de sorpresa. Hicimos el rebranding y no llegamos a hacer la celebración, así que creo que fueron necesarios esos dos años más, porque me sirvieron para observar lo sucedido en esa década. Realmente lo viví como un logro y sentí la necesidad de que la marca madure en muchas cuestiones organizativas, los procesos de trabajo, el exterior del local. Poder cumplir con esos objetivos más estructurales donde realmente se pueda plasmar ese crecimiento.
En agosto de 2012 lancé la primera colección y había algo con el número 12 que me parecía importante también. Mi idea era acercarme no solo a las personas que me acompañaron todos estos años, sino también a personas que aún no conocen cómo funciona la marca, el proceso creativo, de producción, las ideas y la emocionalidad que hay. No es solo hacer y vender zapatos sino que hay una historia detrás.
–Más allá de todos estos logros, ¿te queda algún sueño por cumplir?
–Estoy entrando en los 40 años, así que mis sueños tienen que ver con estar con los pies sobre la tierra, con solidez y con estructura. También pienso en el amor, la compañía, los vínculos y la familia. A la vez, por supuesto, me gustaría vender en todo el mundo y tener zapatos en las ciudades más importantes, pero estoy abierta a recibir del universo lo que el universo tenga preparado para mí.
Fuente: SBD – Ya está abierta la inscripción para obtener el SELLO DE BUEN DISEÑO ARGENTINO. Una distinción oficial a los productos, líneas, colecciones o estrategias de comunicación que se destacan por su innovación, propuesta de diseño y aporte al desarrollo productivo del país. Nuclea lo que genera Argentina con más valor agregado de todos los sectores y lo promueve nacional e internacionalmente. Tenés tiempo hasta el 10 de diciembre del 2024.
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Fuente: TN – Valeria Mazza presentó su colección de zapatos y carteras: “Siempre estoy haciendo algo en la moda“
No solo tiene su perfume y su línea de anteojos, sino que ahora creó una colección de accesorios con 30 modelos en diferentes colores
Inquieta como buena acuariana y fanática de la moda desde que pisó la pasarela por primera vez a los 16 años, Valeria Mazzasiempre está pensando en hacer algo más. Y esto va más allá de sus proyectos televisivos (fue la conductora del Martín Fierro de la moda en el 2023 y se rumorea que repetirá este año y condujo en España “Bailando con las estrellas“). Tiene que ver con su faceta empresarial. Así es que a su línea de anteojos (que tiene desde hace 15 años) y su perfume, ahora la supermodelo suma un nuevo proyecto: una línea de carteras y zapatos que ya es un éxito.
Valeria Mazza presentó su línea de accesorios. (Foto: gentileza
“Me contaron que está toda vendida y pueden encontrarse en todas las zapaterías del país. Me encanta, siempre estoy haciendo cosas vinculadas con la moda“, le dice orgullosa y feliz a TN Estilo en la Biblioteca del hotel Park Hyatt Duhau, sobre la Avenida Alvear. Lleva un traje celeste y blanco con saco rayado, pantalón, camisa y corbata de Menage a Trois, una de sus marcas favoritas.
Valeria Mazza con una de las carteras de la nueva colección. (Foto: gentileza Grupo Gravagna)
La colección de Valeria Mazza
30 modelos en distintos colores componen la primera colección de complementos de Valeria Mazza. “Son como 100 en total. Es una línea innovadora de zapatos y carteras pensada para una mujer moderna, actualizada que además busca comodidad y calidad a un precio accesible, un tema que hoy es muy importante“, cuenta Mazza quien se define casi como “una coleccionista de zapatos“.
“Tengo muchos, guardo, guardo y guardo…. debe ser lo único por lo que me peleo con Alejandro“, dice con humor. ¿Los modelos para el verano 2025? Desde stilettos a sandalias bajas y balerinas hechas en diferentes texturas, con presencia de animal print, tachas y strass. “Trabajamos en conjunto con el Grupo Gravagna que tienen mucha experiencia en el rubro, son líderes absolutos en el mercado“, agregó la top model que aconseja regalar zapatos y carteras para el Día de la madre que ya llega.
30 modelos en distintos colores de zapatos y carteras by Valeria Mazza. (Foto: Grupo Gravagna)
Una colección con el sello Valeria
Viajera incansable, la modelo y empresaria cuenta que, además de haber recorrido la fábrica de Gravagna para ver las primeras muestras, también tuvo que aprobar modelos via zoom desde distintos lugares del mundo. “Por suerte hoy la tecnología resuelve todo“, dice la mamá de Taína, Tiziano, Benicio y Balthazar Gravier.
Valeria Mazza en la campaña de sus zapatos. (Foto: @valeriamazzaok)
“Lo bueno es que me hicieron los primeros modelos en talle 40 así que me los llevé a Europa y me los aprobaron enseguida todos allá. Incluso me causó gracia que en la prensa decían: “Valeria tiene los zapatos que son tendencia“ y en realidad eran las primeras muestras. Esto sumado a lo que me dijeron mis amigas, mi mamá y mi hija me dieron el indicio de que iba por buen camino“.
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Fuente: Perfil – La cantante lanzó una nueva colección de calzado, inspirada en la celebración del 50º aniversario del famoso personaje. El resultado es una fusión ideal de cultura pop, moda y estilo kawaii.
Katy Perryparece ser la fan número uno de Hello Kitty, y su nueva colección de calzado lo demuestra. Para conmemorar el 50º aniversario del icónico personaje de Sanrio, la cantante de ‘Fireworks’ lanzó una colección cápsula que incorpora los elementos distintivos de la famosa caricatura, resultando en unos zapatos adorables y llenos de estilo.
La marca de Perry, ‘Katy Perry Collections’, es conocida por sus diseños extravagantes y llamativos, fusionando la cultura pop con las últimas tendencias de calzado. Esta colaboración incluye un tacón inspirado en Hello Kitty, una bailarina y un tacón decorado con el característico lazo del personaje.
El modelo de tacón de Hello Kitty es una sandalia en tonos negro y rojo, con un adorable tacón que lleva la figura del personaje, adornado con brillos. Las bailarinas, conocidas como ‘Ballet de cristal’, son una edición limitada decorada con cristales brillantes que añaden un toque de sofisticación. La colección también incluye dos versiones del tacón con lazo de Hello Kitty, disponibles en morado y blanco, ambos con un lazo en la parte delantera.
Katy Perry ha demostrado su amor por Hello Kitty en varias ocasiones, incluyendo su primera gira de conciertos, llamada ‘Hello Katy Tour’, con la que presentó su álbum debut One of the Boys. «Estoy muy emocionada de fusionar el estilo alegre y atemporal de Hello Kitty con mis zapatos de Katy Perry Collections. ¡Mis favoritos son las sandalias rojas con el tacón de Hello Kitty!», comentó la cantante entusiasmada.
Katy Perry lanzó “Woman’s World”: un sencillo que empodera a la mujer
Katy Perry presentó «Woman’s World», el sencillo que adelanta su próximo álbum, «143», que saldrá a la venta el 20 de septiembre. Mientras los fans esperan ansiosos su sexto trabajo de estudio, Perry ha lanzado este single con la intención de convertirse en la ‘canción del verano’. Acompañado de un videoclip dirigido por Charlotte Rutherford, el video acumuló más de 1,7 millones de visualizaciones en su canal de YouTube en solo 10 horas.
Charlotte Rutherford, fotógrafa y directora de Los Ángeles, ha trabajado con artistas como Lil Nas X, Nicki Minaj y Rihanna. Su enfoque vibrante y colorido se refleja en el videoclip de la artista californiana de 39 años, quien con su letra reivindica el papel de las mujeres en el mundo. Perry utiliza la moda y la ironía para transmitir mensajes potentes: «Sexy, segura, muy inteligente… Tan suave, tan fuerte, ella es una ganadora, campeona superhumana número uno, es una hermana, es una madre, abre tus ojos, simplemente mira alrededor y lo descubrirás».
Katy Perry explicó en la nota de prensa promocional del sencillo: «Me propuse crear un álbum dance-pop audaz, exuberante y festivo con la expresión simbólica ‘143’ del amor como mensaje principal». El video comienza con una reimaginación del clásico «Almuerzo en lo alto de un rascacielos» de 1932, ahora en color, con Perry y sus compañeras en el centro. Las botas estilo Timberland con tacón y la botella de «Whisky para mujeres» son solo algunas de las referencias que se ven en el video. Perry reinterpreta a Rosie la Remachadora con herramientas como pendientes y un succionador de clítoris rosa que saca de su cinturón de trabajo.
También se burla de la industria de la belleza con escenas en las que es masajeada por rodillos de jade y se maquilla grotescamente en un coche. En otra escena, Perry, vestida con un sujetador de estrellas con la bandera estadounidense, aparece como una muñeca hinchable con botas biónicas, caminando por una ciudad caótica y conduciendo un camión Monster con Trisha Paytas.
Muchos seguidores han calificado la canción como un «himno feminista» y la encuentran empoderadora. Sin embargo, no todos han sido halagos. Algunos han criticado el uso de estereotipos y la sexualización en el video, mientras que otros han señalado la participación del productor Dr. Luke, acusado de violación por Kesha en 2014. Perry no ha comentado sobre su colaboración con Dr. Luke en este tema. Recientemente, Perry anunció la fecha de lanzamiento de su álbum, «143», en un video en Instagram desde una playa, donde explicó que los números del título simbolizan el amor que ha recibido en momentos difíciles. Pese a que su popularidad ha disminuido en los últimos años, Katy Perry sigue siendo una figura relevante en la música pop, actuando en eventos importantes como la coronación de Carlos III y asistiendo a desfiles de alta costura en París.
Fuente: La Capital – Marta Mercau creó The Bag Belt, una marca de calzados que creció al calor de los clientes ABC1. Tras la pandemia, se animó a armar planta propia y va por nuevos horizontes.
Los zapatos y las carteras de Marta Mercau son un clásico en los vestidores de muchas mujeres rosarinas. En un target ABC1, ella supo crear una clientela fiel que sigue sus diseños temporada tras temporada. Su marca, The Bag Belt, vende por estación unos 25 mil pares en Argentina. ¿Cómo lo logra? Su bandera es el diseño y la calidad, tanto que el 100% del calzado que fabrican se hace en cuero “por fuera y por dentro”, como ella misma aclara en esta entrevista, “es decir, los zapatos están forrados en cuero y por eso duran tanto tiempo”.
Marta está en este negocio desde fines de los años 80. Comenzó primero vendiendo carteras de cuero que fabricaba su primo en una planta en Buenos Aires hasta que esa industria cerró. Entonces junto a su esposo y socio René Brochier decidieron entrar en el negocio del calzado. Marta no lo dudó: ese era el camino. “Un día me llama René y me dice que había un local vacío en la galería Libertad, que en aquella época era como decirte hoy el Alto Rosario. Nunca había locales vacíos ahí. Llamé y el dueño me dice que si lo quería fuera en ese momento con la plata que tuviese para señarlo. Me fui con todo lo que tenía en casa. Me lo entregaron un viernes, lo arreglamos y pintamos como pudimos. El lunes mismo lo abrimos”, relata Marta. Era el 4 de diciembre de 1999 y nacía The Bag Belt.
Mientras en los locales se está vendiendo la temporada de invierno, la de verano ya está en exposición en el showroom.
El sueño de la planta propia
Durante dos décadas, la marca -con locales en distintos puntos del país- tercerizó su fabricación hasta que llegó la pandemia y se animaron a dar el salto a la producción propia. La estrategia era no depender de terceros para la fabricación y controlar de cerca los costos. “Veníamos de un momento muy difícil, con mucho gasto y sin ingreso por la pandemia, pero después de eso aprendimos a trabajar de otra manera, sin cheques y con fábrica propia”, detalla Marta.
La planta que alquilaron, sobre avenida Pellegrini al 5700, tiene dos pisos y pertenecía a un fabricante de zapatos para niños. Además del predio, le alquilaron algunos de los equipos y luego invirtieron para sumar una máquina italiana de corte de calzado más otros equipos que se utilizan para lograr prolijidad en las terminaciones. Hoy trabajan al 80% de la capacidad instalada: fabrican unos 10 mil pares por temporada en manos de casi 20 empleados. Respecto de los modelos, empezaron fabricando borceguíes y los llamados sneakers, que son calzados con suela de goma. Luego, fueron sumando más modelos a la producción. Marta se encarga de los diseños junto a dos mujeres de su equipo, Virginia Abdelmalek y la joven Franca Supersaxco, mientras que en el equipo también trabaja Belén Orive, que “nos aporta en el tema de los herrajes”, explica.
La industria del calzado
Los gigantes del rubro en Sudamérica son los brasileros que en los años 80 llegaron a ser líderes a nivel global. En los 90, los chinos irrumpieron con la fabricación de calzados con costos bajos de producción y fueron mejorando año a año su calidad. Hoy China hace punta en la industria, fabrica unos 13 mil millones de pares al año para marcas de todo el mundo, tanto para grandes diseñadores como para marcas deportivas.
Según Marta, en la Argentina a esta industria le falta aún mucho crecimiento. “Todavía se confecciona de forma muy artesanal, falta mucha maquinaria, pero podemos competir por calidad, porque afuera se usa mucho sintético y nosotros tenemos buenos cueros”, evalúa. En ese sentido, no le tiene miedo a la apertura de la importación que propone el gobierno nacional, aunque remarca: «A los chinos no hay que temerles, pero sí tenerles respeto”.
Junto a su equipo, Marta se animó a la planta propia en el 2021. Allí trabajan al 80% de su capacidad instalada.
Foto: Virginia Benedetto / La Capital
Otro punto que evalúan es la exportación. Este calzado rosarino ya se comercializa en Chile y están ahora analizando volver a otros mercados, como el uruguayo y el paraguayo. Para eso, proyectan participar en septiembre del Santa Fe Business Forum, organizado por el gobierno provincial, donde habrá distintas rondas de negocios con el objetivo de alcanzar vínculos concretos para futuras exportaciones.
The Bag Belt en Argentina
En lo que respecta a los locales, la empresa rosarina tiene siete propios, cuatro de los cuales están en Rosario, y el resto en Buenos Aires, Neuquén y Santa Fe. Además, tienen seis franquicias distribuidas en Córdoba, Tucumán, Salta y Corrientes.
Si de cifras se trata, Marta explica que el que más factura en la ciudad es el local del Alto Rosario, porque es un shopping “muy elegido por un público ABC1”. Además, una apuesta que hicieron el año pasado fue su primera apertura sobre la peatonal Córdoba casi esquina con Corrientes. Están contentos con el desembarco allí porque les suma clientela diferente. “Va mucha gente de afuera de la ciudad que pasea por la peatonal y también tracciona la Bolsa de Comercio de Rosario que trae mucha circulación”, agrega.
Virginia Abdelmalek trabaja junto a Marta desde hace más de una década.
Un consumo deprimido
El consumo este año, e incluso el anterior, estuvo en caída para todos los rubros y las zapaterías lo sintieron. Para contrarrestar, la estrategia de The Bag Belt fue en mayo comenzar con las 12 cuotas en todos los productos. Marta proyecta que si “la inflación sigue a la baja se puede sostener todo el año”.
Como muchas empresas, esta marca necesita una clase media fuerte que consuma. La mirada de Marta es positiva con respecto a los próximos meses. “La idea es que esto empiece a repuntar ahora, con la temporada de verano. En septiembre presentamos lo nuevo, luego en octubre tenemos una fecha muy importante para nosotros que es el día de la madre, porque a la madre se le compra. Y en noviembre tenés los eventos de fin de año y en diciembre, Navidad. Se supone que va a ser una temporada mucho mejor que la del invierno”, analiza.
Por otra parte, este año estrenaron también un nuevo segmento. Para el día del padre, lanzaron la línea de zapatillas urbanas para hombres y la idea es seguir fabricando nuevos calzados para ellos, para diversificar así la oferta. Respecto del futuro, están preparados para seguir creciendo. Dos hijos de René ya están a cargo de distintas áreas de The Bag Belt y, consumo mediante, seguirán apostando a crear nuevos diseños made in Rosario en la industria del calzado.
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