Fuente: BAE Negocios ~ La cadena del cuero, compuesta por las industrias del calzado, marroquinería, las curtiembres y sindicatos, piensan solicitar ayuda al Gobierno para que se solucione el parcial desabastecimiento en el sector
Frente a la escasez que enfrentan para elaborar las manufacturas, la cadena industrial pedirá al Gobierno que limite las exportaciones de cuero salado, que realizan los frigoríficos, en medio de un conflicto con este sector por los precios de la carne.
Diversas fuentes de la cadena del cuero consultadas por BAE Negocios -fabricantes de calzado, marroquinería, curtiembres y sindicatos- coincidieron en que al menos el 80% de los cueros se están exportando en forma primaria, es decir cuero salado, por lo que están parcialmente desabastecidos para hacer zapatos, carteras y el propio cuero semielaborado o terminado.
La problemática estaba planteada desde hace meses, cuando los fabricantes de calzado y marroquinería de todo el país señalaron que existía especulación con el abastecimiento de cuero y que sufrían aumentos quincenales, lo cual estaba impactando en la producción industrial.
«Hoy los aumentos están cediendo un poco, pero sigue la escasez en la provisión de cuero porque entre 80 y 90 por ciento se exporta como cuero salado», apuntaron varias fuentes en consonancia.
Producción industrial
El conflicto es importante porque reunió a todos los actores excepto los frigoríficos. «Está claro que esperamos medidas para cambiar este escenario, debemos discutir una salida a esta situación, instrumentos que cambien esta ecuación», dijeron los industriales y curtiembres.
A la escasez del cuero dentro de las fábricas, se suman que las ventas cayeron después del primer bimestre. Algunos actores piensan que una salida podría ser una suba de las retenciones al cuero salado, y tal vez lo «lancen» en una mesa de conversaciones.
«Se vive una situación de faltantes, donde las curtiembres nos plantean que están complicadas, al tiempo que nos llegaban aumentos cada quince días», agregaron.
En 2020, con la llegada de la pandemia, se dio un escenario en el que el Gobierno habilitó la exportación de cueros salados con bajo arancel frente a cierta resistencia de las curtiembres, a recibir un producto cuyo precio internacional se había precipitado notablemente. «Finalmente, exportar cueros salados era el negocio y así aparecieron frigoríficos nuevos. El cuero con valor bajo en dólares y propicio para subfacturar», plantearon desde empresas.
Cabe reseñar que el calzado de cuero representa aproximadamente el 30% del total de la producción a nivel nacional, ya que el resto se completa con sintético y textil.
Proyección anual
No obstante, los empresarios del calzado proyectan una fabricación anual de al menos 70 millones de pares, frente a los 60 millones de pares del año pasado. «El cuero interno lo estamos pagando más caro que el precio internacional, porque el 80% del cuero se exporta», añaden.
En tanto, fuentes del sector de las curtiembres explicaron: «En pandemia el cuero dejó de tener valor, porque se cerraron todas las fábricas del mundo. El cuero cayó de precio, hasta no tener quien lo compre, su valor era 0».
«Los frigoríficos tuvieron un serio problema por eso, y reclamaban, ya que es un material perecedero y sucio. Esto duró un par de semanas. Luego cuando las curtiembres pudieron abrir y hacer los procesos, hubo una pequeña mejora. El gobierno, ante el reclamo de los frigoríficos de los cueros pudriéndose, tomó una medida extraordinaria por 2 meses de bajar a 0 el arancel de los cueros salados. En 2 meses, la producción se fue reestableciendo, pero se puso por 2 meses más, hasta fin del 2020″, completaron las fuentes.
En enero, se decidió ponerle una arancel del 4,5% y no del 15% como tenía antes, y es su arancel histórico.
«La industria curtidora tiene capacidad para curtir todos los cueros que se faenan en el país, toda la cadena de valor tiene un perfil netamente exportador, y es de mano de obra intensiva. Es decir que crea trabajo y trae divisas», finalizaron.