Fuente: Uno Entre Ríos ~ Inflación y ropa. Vestirse es cada vez más caro: el rubro indumentaria fue uno de los que más aumentó en 2021, incluso por encima de la inflación interanual.
Empezó el otoño y con días más frescos muchos comienzan a pensar en comprar algún abrigo que le hace falta. Pero al pasar frente a las vidrieras más de uno se espanta con lo que cuesta la mayoría de las prendas. Los precios en el rubro textil se incrementaron más que la inflación en 2021: subieron, en promedio, un 64,6%, según las cifras oficiales del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), cuando el Índice de Precios al Consumidor en 2021 fue del 50,9%. A su vez, en su última medición, el organismo dio cuenta que el incremento interanual en febrero trepó al 66,3%, y la tendencia alcista en los valores de las prendas de vestir continúa. Si bien en otoño y en invierno la ropa suele ser más cara que en primavera y verano, porque lleva más tela o más lana en su confección, con cada cambio de temporada los aumentos se venían dando en forma similar cada año, y en porcentajes razonables. Pero actualmente los mismos comerciantes se vieron sorprendidos y hoy advierten que los valores a los que tienen que poner la mercadería para venderla a sus clientes son tan altos que resienten la demanda.
Rocío Basso, quien se dedica a la venta de indumentaria desde hace casi 24 años y es propietaria de una tienda en calle Almafuerte, contó a UNO: “Venimos de un mes de marzo en el que la venta estuvo complicada y ahora nos encontramos con que hay fuertes subas. Hoy una remera de modal no baja de los 2.900 pesos o 3.000 pesos. Estoy sacando la ropa del año pasado y el costo es el mismo que el precio al que yo las tenía para vender. Esta vez ha subido todo demasiado”.PUBLICIDAD
Sin ninguna explicación que responda al por qué de estos incrementos, manifestó: “No sé por qué se aplica tanto incremento en los precios del sector. No tienen excusas para subir en esta proporción, porque el dólar está estable”.
La vendedora expuso algunos de los precios de las prendes con más demanda y expresó: “Hoy a las remeras de piqué las estoy vendiendo a 4.600 pesos. Hay que reconocer que son de calidad, pero en dos prendas se le van al cliente casi 10.000 pesos. Es una locura. Un pantalón de bengalina que estaba hace un año 2.690 pesos, sale actualmente 4.500 pesos. Solo traje para vender camperas de algo de friza y las tengo a 4.200 pesos, porque las de abrigo porque están carísimas. A los jean los vendo a 3.700, pero vi en Internet que ya aumentaron”.
Inflación y ropa. Vestirse es cada vez más caro: el rubro indumentaria fue uno de los que más aumentó en 2021, incluso por encima de la inflación interanual Foto UNO/Mateo Oviedo
Rocío mencionó que las ventas bajaron “un montón” por esta situación y aclaró: “Vendo porque tengo cuenta y clientas de años. Pero con la inflación que hay, con lo que cuesta hoy comer, compran menos ropa que antes, llevan lo justo nada más. Para una fiesta usan lo que tienen, por ejemplo”.
“Con tantos años en esto me doy cuenta que algo se va a vender, pero que este año va a ser grave la situación en nuestro rubro, porque debido a estos incrementos de precios tan altos la demanda va a bajar muchísimo”, analizó.
Yamila, propietaria de otro local desde hace más de una década, manifestó: “Ojalá se estanquen los precios, porque subieron bastante. Siempre en el cambio de temporada se nota la variación. Para no vender tan caro, uno trata de buscar otras marcas más económicas y otras calidades que sean similares a las que está acostumbrados nuestros clientes”.
Según contó a UNO, para poder sostener las ventas en ocasiones debe resignar rentabilidad y refirió: “A las camperas las remarcamos menos este año, aunque tengamos menos ganancias, porque están carísimas. Las parcas cuestan entre 9.000 y 10.000 pesos unas forradas en corderito”.
Una de las prendas que tiene una salida asegurada es el pantalón de jean, al que cada tanto hay que reponerlo por su desgaste ante el uso cotidiano, y contó que “hay distintos precios”. En este marco, mencionó: “Están a casi 4.000 unos elastizados lindos, y uno de mayor calidad se fue casi 6.000”.
Daniel Luna, referente de un negocio de indumentaria unisex del microcentro de Paraná, advirtió: “Hay prendas que subieron más del 70%. El año pasado teníamos los suéter a 4.900 y hoy están a 10.500. Son de una calidad superior, pero es un montón lo que aumentó”.
También opinó: “Creo que la gente todavía no se da cuenta del nivel de inflación que tenemos. Esto se ve en un local de indumentaria como cuando uno va a hacer las compras al supermercado. Y los sueldos no acompañan”.
En cuanto a los precios, dijo a modo de ejemplo: “Hoy una campera de cuero vale unos 18.000 o 19.000 pesos, las abrigadas unos 25.000 pesos. Los jeans que estaban a 4.000 o 4.500 el año pasado se fueron a 8.500. Sin embargo, los pantalones de vestir de hombres fue un producto estaban hace un año 4.500 y ahora 6.500, no subieron tanto”.
“Está todo muy caro. Nos pasa como comerciantes que está difícil conseguir prendas económicas y de buena calidad. Y la calidad y la marca tienen su precio”, explicó.
En este contexto, comentó: “Que los precios estén tan altos resiente las ventas. Hay toda una cadena, porque la gente nos dice que nosotros remarcamos mucho, pero no es así, porque sino no vendemos: ya el valor del mayorista es alto. Nosotros necesitamos vender, porque tenemos que pagar a los proveedores, y también los salarios, la luz, el alquiler y demás”.
Por otra parte, refirió que lo que vende en la actualidad son productos nacionales, ya que acceder a los importados se tornaron prácticamente inaccesibles hoy en día, ya que tienen precios excesivos.
Impacto en el calzado
Uno de los rubros vinculados a la indumentaria es el del calzado. Con respecto a las variaciones de precios en este tipo de artículos, Marcelo Ruggeri, integrante de la Cámara de Comerciantes del Microcentro de Paraná y encargado de dos locales del rubro zapatería de la Peatonal, aclaró: “En el calzado se da una situación diferente a la de la ropa. En las tiendas pueden tener guardadas las camperas, que el año pasado tenían un precio que cambia en esta temporada. Pero en nuestro rubro todo lo que viene nuevo ya llega con un valor de la temporada actual que no se puede comparar, porque no es el mismo calzado, lo que es de moda va cambiando, se le agregan detalles, se le cambian cosas, y termina siendo un producto diferente. Y lo que queda el año anterior, se actualiza pero como son pares sueltos quedan para liquidar, con un valor menor”.
No obstante, señaló que si se hace una comparación con “modelos parecidos” se puede observar que “un par de botas de dama hoy está el doble de lo que costaba el año pasado”, y concluyó: “Es todo muy relativo. Hay otros modelos parecidos que no llegan a tanto, sino que subieron un 60% o un 70%”.