Tosone: desde 1938, la misma familia se mantiene vigente en el mercado del lujo

Fuente: La Nación ~ Históricamente, la industria del calzado fue reconocida a nivel internacional, sobre todo por la calidad de los cueros. Sin embargo, la apertura al mundo siempre depende de las condiciones económicas y los vaivenes son una constante. Luego del retroceso de las exportaciones, a fines de los años 90, con la devaluación de 2002 las ventas al exterior comenzaron a recuperarse y se mantuvieron estables hasta que el atraso cambiario las volvió a afectar.

Entre enero y marzo de 2020, el sector calzado tuvo una fuerte caída de 66,2% en el primer trimestre de ese año al pasar de US$ 3 millones a U$$ 1 millón. A pesar de estos números , el sector sigue dando pelea con empresas y marcas ya consolidadas tanto en el mercado interno como externo.

Entre enero y marzo de 2020, el sector calzado tuvo una fuerte caída de 66,2% en el primer trimestre de ese año

Es el caso de la empresa Tosone, fundada en 1938 cuando el bisabuelo de la actual socia, que había llegado a la Argentina desde Mallorca y era zapatero, junto con algunos amigos instalan un pequeño taller donde hacían composturas y zapatos para algunos vecinos. Con el correr de los años ese taller fue creciendo hasta mudarse a Caballito, donde contrató como tenedor de libros a José María Tosone, que se casó con su hija Margarita y continuó el negocio. Dos de los tres hijos de ese matrimonio se dedicaron a la empresa y cinco de los siete nietos lo continuaron después, donde actualmente funciona la fabrica.

«Un día estaba en la facultad de Farmacia y Bioquímica, entre libros de química y física, cuando decidí tomarme un tiempo para dedicarme a full a lo que solo hacía cuando terminaba de cursar y rendir finales. Empecé a ir a los locales todos los días y, de a poquito, me incorporé a la fábrica. Para ser sincera no fue fácil, era un gremio muy machista , pero gracias al apoyo de mi padre cada día fui aprendiendo un poquito más», recuerda y comenta Virginia Tosone, socia de la empresa.

Actualmente la fábrica desarrolla el 100 % de la producción de cada uno de sus calzados, produciendo 150 pares por día y 12.000 por temporada

Con una modalidad comercial centrada en locales propios y sin presencia en centros comerciales, la marca logra preservarse de los vaivenes económicos y consolidar un modelo de venta centrado en circuitos más exclusivos.

En el 2019 fueron seleccionados entre 20 empresas de la argentina para incorporar metodologías Kaizen (un famoso sistema de producción japonés que hizo que marcas como Toyota, Honda o Sony revolucionaran sus sectores). Para ello fueron apoyados por e INTI y profesionales japoneses con quienes trabajaron a lo largo del año, visualizando y realizando cambios en la compañía.

«El año pasado especialmente fue un año difícil debido a la pandemia que trajo como resultado una merma en el consumo interno. Antes una mujer se compraba cuatro pares de zapatos al año, ahora solo uno de ellos es de alta gama«, resalta.

Hacia el exterior

«En 2001/2002, luego de varias misiones comerciales junto a la Cámara de la industria del calzad, surgen las primeras posibilidades de exportar, primero a los países limítrofes. Luego llegó nuestra primera orden de compra para Europa, donde había que fabricar botas de cuero cuando estábamos en plena producción de verano y en Europa era invierno. Esto nos llevo a reorganizar la fábrica para exportar,» explica.

«Con un dólar más competitivo tenemos que ir pensando en exportar más, pero para eso hay que conquistar de nuevo al mercado externo. Entre 2002 y 2012 se exportaba casi un 40 % de la producción a mercados como Suecia, pero eso fue mermando por el tema cambiario».

Actualmente la empresa exporta a Chile , EE.UU, Japón y están en negociando para exportar a Italia Peru y Colombia

En el extranjero, Tosone vende sus productos dentro del nicho de lujo, con un precio mayorista de entre US$70 y US$75. «Lo ideal sería estar entre US$55 y US$60 para ser más competitivos. En el 2001 llegamos a exportar el mismo producto a US$25, Podríamos habernos dedicado completamente a la exportación, pero sabemos que con la inestabilidad cambiaria nos conviene tener una pata en el mercado interno y otra afuera. El mundo valora la calidad de los zapatos argentinos y cada vez más su diseño», finaliza.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *