Fuente: Bae ~ Opinión del secretario de Industria, Economía del Conocimiento y Gestión Comercial Externa de la Nación
El General Perón decía que “El desarrollo industrial no es cuestión de estar hablándolo siempre teóricamente y en los papeles. El desarrollo es como el apetito que viene comiendo: hay que empezar a hacer”. Hacer.
La política industrial de una Argentina que arrastraba cuatro años de desindustrialización y que se vio amenazada por el entorno pandémico del Covid-19 necesitaba que se empiece a hacer. Y así fue. Desde el Ministerio de Desarrollo Productivo liderado por Matías Kulfas se desplegó una agenda industrial para tales desafíos que hoy empieza a mostrar sus resultados en números y anuncios de inversión. Y que es el fruto de una estrategia de trabajo coordinada y elaborada; tanto en lo industrial manufacturero, como la economía del conocimiento y la gestión del comercio exterior.
En materia industrial nos propusimos como ejes impulsar el desarrollo de proveedores nacionales en sectores clave, promover el desarrollo productivo regional y trazar el camino estratégico para cada uno de nuestros sectores industriales. Y allí se puso el foco.
Con el Programa de Desarrollo de Proveedores 2020 se alcanzó a 80 proyectos con $2.200 MM en aportes no reembolsables (ANRs), bonificaciones de tasas y asistencias técnicas; para que empresas industriales de todo el país fortalezcan sus capacidades para ser oferentes en grandes proyectos.
En las economías regionales, el relanzamiento del Programa Nacional de Parques Industriales aprobó 14 proyectos por un total de $ 756 millones en ANRs; recuperando un instrumento de política industrial con capacidad de ordenamiento territorial y desarrollo regional.
Y en el trabajo cuerpo a cuerpo con nuestros sectores productivos, instrumentamos el Acuerdo Económico y Social, un espacio de diálogo y trabajo entre Estado, empresarios y trabajadores, donde consensuamos la dirección estratégica de los sectores industriales, lo que será un insumo para el capítulo productivo del Consejo Económico y Social impulsado por el Presidente de la Nación Alberto Fernández. En 39 encuentros con 16 cadenas de valor, más de 50 cámaras empresariales y 20 sindicatos alcanzamos consensos productivos sectoriales y definimos las agendas de trabajo 2021-2023 para mejorar su competitividad, inserción internacional y capacidades tecnológicas y de integración local.
Además del trabajo estratégico, estas mesas fueron el espacio de impulso a acciones concretas con impacto en el corto plazo: financiamiento a la oferta y a la demanda (créditos del Banco Nación y BICE, Plan Mi Moto, Plan 36 cuotas BNA electrodomésticos, línea exclusiva para la industria naval, Programa PC Docentes), baja de derechos de exportación y suba de reintegros para insumos elaborados y bienes finales industriales, modificación de regímenes y mejoras normativas y detección de oportunidades de comercio exterior, entre otros aspectos.
El camino para el desarrollo argentino hoy debe tener fuertes herramientas para el impulso a la economía del conocimiento. El conocimiento genera empleo, más producción, más riqueza. Y esta industria está presente en todo el territorio nacional con 37 clusters de Software y Servicios Informáticos, 8 clusters de otras tecnologías (aero-espacial, satelital, biotecnología, audiovisual), 14 Parques Tecnológicos y Distritos de Innovación y 15 proyectos de nuevos nodos de Economía del Conocimiento.
A la promulgación de la nueva Ley de Economía del Conocimiento y su reglamentación, que genera un entorno fiscal y de incentivos para el desarrollo del sector, al tiempo que corrige asimetrías de su versión anterior; le sumamos una profunda agenda de apoyo sectorial, invirtiendo más de $800 millones en ANRs y beneficios fiscales para 76 proyectos del programa Soluciona, 82 proyectos de Municipios financiados con ANR Capacitación y 19 proyectos de Biotecnología que obtuvieron beneficios fiscales. A su vez, impactamos en la formación que tendrá lugar para los 157.000 inscriptos de todas las provincias en el Argentina Programa.
Una política industrial activa necesita de una política de comercio exterior inteligente y pragmática; que no se enamore de instrumentos sino de los objetivos de inserción internacional de nuestra producción y desarrollo de nuestro mercado interno. En materia de gestión comercial externa recuperamos instrumentos de política comercial; en 2020 tuvieron lugar 20 aperturas de investigación anti-dumping, 4 medidas preliminares (2 con derechos) y 15 medidas finales (14 con derechos). A su vez, trabajamos para profundizar la agenda Mercosur en términos de política industrial regional, orientados a potenciar las fortalezas que tiene la coordinación con nuestros vecinos estratégicos.
En 2020 el estado estuvo presente allí donde se lo necesitó. Con la asistencia para la emergencia con ATP y crédito, pero con el apoyo estratégico que implica tener la vocación de recuperar las herramientas productivas que nos permitan tener una mejor industria, generadora de valor, conocimiento, empleo y divisas.
El 2021 que inicia será el de la recuperación de la industria, donde consolidaremos estos instrumentos. Será el año para discutir una nueva ley de compre nacional, que mejore las oportunidades de nuestras PyMEs para desarrollar proyectos que las inviten a innovar y crecer y que potencie el rol de las compras estatales perfilándolo a tono con las mejores prácticas internacionales de países desarrollados.
Será un año para profundizar el vector de internacionalización de nuestra producción, con mejores incentivos e inteligencia de la geopolítica industrial que se abre en un escenario mundial inédito. Será el año para fortalecer los incentivos federales en cada región en materia de economía del conocimiento y cadenas industriales de incidencia regional. En 2021, recorreremos con cada sector industrial el camino que hemos consensuado entre estado, empresas y sindicatos.
Y como el camino se hace al andar seguiremos haciendo. A cada paso, una solución, una idea, trabajando codo a codo.
Tener industria es una decisión política. Y en nuestro gobierno es una decisión tomada. Porque sabemos la Argentina que queremos; una Argentina industrial y desarrollada que nos ponga en el lugar que merece nuestro pueblo y su maravillosa densidad productiva.