Fuente: Ambito ~ Según un relevamiento realizado por CAME entre 278 pymes industriales, el 57% tiene actualmente dificultades para conseguir su insumo principal o directamente no consiguen.
Según CAME las complicaciones para conseguir insumos en las industrias pymes se agravaron en el último mes y medio. Tras un relevamiento entre 278 empresas el 57% tiene actualmente dificultades para conseguir su insumo principal o directamente no consiguen. Si a ese porcentaje se le adiciona las que no consiguen los insumos secundarios, la cifra alcanza el 71%.
Según la entidad esta situación “está provocando demoras en la producción, incumplimiento de entregas, imposibilidad de ventas, y empeoramiento de la situación financiera de la empresa”. A su vez CAME analizó este panorama y describió que existen “problemas que no son nuevos pero se profundizaron”.
Uno de ellos son las expectativas de devaluación, según explicaron que “lleva a que los grandes formadores de precios no vendan los insumos y materias primas especulando con un aumento del dólar, o que los vendan a un dólar más caros al oficial, o que sólo lo hagan a las empresas más grandes. También están pidiendo pagos por anticipado de contado en dólares y tardando hasta dos meses en entregar”.
Por otro lado se menciona los controles a las importaciones en insumos que el país no fabrica o su fabricación es insuficiente y son necesarios para completar el proceso productivo. Y en tercera posición CAME asegura que “las deudas con proveedores de muchos empresarios e incluso instituciones públicas como los hospitales, que les impide el abastecimiento”.
Al 68,2% de las empresas afectadas, el principal impacto se refleja en sus ventas, porque no pueden cumplir con los tiempos, no pueden cotizar, o no tienen productos para vender. En detalle, el impacto se divide en: al 32,1% de los afectados no le permite cumplir con los tiempos de entrega, el 21,8% no puede programar pedidos, el 14,3% no le permite realizar ventas porque no pueden fabricar el producto y el 17,1% dice que se les está deteriorando su situación financiera.
Los insumos con más problema para conseguirlos son la chapa, aluminio, hierro, polietileno, polipropileno, acero, cemento, tela, papel, plástico, cuero, y, todos los productos derivados de esos insumos.
En metalmecánica, escasea hierro, acero, aluminio, chapas, alambres, perfiles, clavos. “Lo que más sobresale son las demoras en los tiempos de entregas. Hay retrasos de hasta en 60 días. Según los industriales consultados, eso se debe a que se está especulando con los precios por la incertidumbre sobre el tipo de cambio. Hay proveedores que directamente no cotizan” informó CAME.
En polipropileno, las petroquímicas están teniendo problemas para conseguir etileno y por lo tanto las empresas que lo usan como insumo desde hace meses no pueden producir. Esta situación, según las empresas, viene desde mayo-junio.
En plásticos, como consecuencia de la falta de polipropileno, hay faltantes de stock y en la cadena afectan a las empresas que usan el plástico como insumo (por ejemplo, producción de artículos del hogar o juguetes). Solo el 60% de ese insumo es abastecido por el mercado interno. El resto se importa y las restricciones les demora los tiempos de entrega. Lo que se está entregando muy bien, es el plástico recuperado, especificó CAME.
“En telas e insumos vinculados, hay demoras y falta de precios. Los industriales consultados señalan que hay menos variedades, tanto de colores como de calidades. Hay insumos como el hilo que es difícil conseguir. La falta de telas está incidiendo en la confección de indumentaria y eso impacta en el stock de mercadería de muchos comercios” aseguró la Confederación Argentina de la Mediana Empresa.
En papel y cartón, según la entidad, “lo que más se reclama es que hay poco stock y en el caso de este último, la falta de insumos para producirlo, incluyendo los derivados como cajas. Uno de esos insumos es la celulosa, y se suma que por la caída del consumo hay menos cartón en las calles para reciclar”.
En cemento, la principal queja es la demora en la producción y los cambios permanentes en los importes. En maderas y muebles, las subas de precios, la falta o dolarización del poliéster con un cambio superior al oficial hace que no se puedan fabricar sillones y sillas. Lo mismo con la tornillería que se importa de Brasil donde no se están aprobando las licencias, o de los herrajes que también son del exterior.