Fuente: Clarín ~ El Gobierno porteño estudia la posibilidad de lanzar créditos a tasas muy bajas para que los comercios más chicos puedan afrontar el nuevo período de aislamiento obligatorio hasta el 17 de julio. El proyecto contempla financiar un monto equivalente a dos meses de la facturación previa a la pandemia, a una tasa del 12% anual y que comenzaría a cancelarse a partir de enero del año próximo. «La medida se definiría mañana y está bajo análisis del Banco Ciudad «, la entidad que otorgaría los beneficios a comerciantes asfixiados por la falta de actividad.
La novedad surgió este lunes por la tarde, en medio de la reunión que mantuvieron directivos de Fecoba (Federación de Comercio e Industria de CABA) con la plana mayor de la Secretaría de Desarrollo Económico, que conduce José Luis Giusti. La entidad pedía que los comercios considerados «no esenciales» (indumentaria, bazares y viveros, por ejemplo) puedan continuar vendiendo con delivery en la «nueva» fase de aislamiento para amortiguar la baja en la recaudación y ahuyentar el fantasma de la quiebra. «El cierre definitivo de comercios alcanzó la alarmante cifra del 20% desde que comenzó la cuarentena«, advirtió Fecoba en un comunicado.
El retorno a las restricciones para operar en la Capital complica a un universo de 140.000 comercios. De ese total, apenas 50.000 son considerados esenciales, como supermercados, almacenes y verdulerías. La situación de los 90.000 restantes es más complejo y afrontan un panorama cruzado por los «cierres masivos, caída abrupta en la facturación, incremento de deudas impositivas, falta de acceso al crédito y la imposibilidad de afrontar el pago de salarios y aguinaldos«, señalaron desde Fecoba. Sin embargo, el decreto presidencial para la nueva cuarentena no restringe la posibilidad de trabajar bajo la modalidad de delivery. «El DNU no dice nada de eso», explicó una calificada fuente oficial.
De todos modos, la vuelta atrás en las aperturas comerciales en el AMBA generó mucha inquietud en el sector. «Recibimos reclamos de muchos asociados para presentar amparos judiciales. Nosotros recomendamos no apelar a esa vía, porque creemos que con el diálogo se logran mejores avances», dijo a Clarín un directivo de la cámara de los comerciantes porteños. Y añadió que «lo único que pedimos es que nos permitan trabajar online, a puertas cerradas, pero que se habilite la entrega de mercadería a domicilio y que se impulsen medidas de alivio fiscal».
No son planteos nuevos. Sobre el aspecto fiscal, la entidad que agrupa a los comerciantes porteños venían planteando algún esquema de moratoria de ABL, para compensar la caída de ingresos. Desde el Gobierno porteño no rechazaron esa posibilidad, pero aclararon que «ese tipo de medidas se adoptan al final de la crisis». Y patearon la pelota para más adelante, sin fecha precisa.
En paralelo, este lunes también se conocieron los resultados de una encuesta nacional elaborada por la CAC (Cámara Argentina de Comercio) elaborada entre el 22 y 28 de junio, es decir la semana pasada. Sus conclusiones corroboran la profundidad de la crisis: apenas el 37% del total pagó los impuestos y casi el 52% de los consultados dijo que sus ventas cayeron entre 26% y más del 50% con respecto al mes anterior.
Más en detalle: el 35% dijo que sus ventas bajaron más del 50% con respecto a mayo. Además, el 78,8% de las empresas encuestadas sostuvo que tendrán problemas para abonar el medio aguinaldo y el 62,8% retrasó parcial o totalmente el pago de impuestos para compensar la caída de ingresos por la crisis. De continuar las restricciones, el 52,7% consideró que sufrirá pérdidas importantes y un 7,2% prevé cerrar.