Fuente: Caras by @el_tranquito – Desde hace miles de años, el hombre sintió la necesidad de proteger sus pies del frío y de las asperezas del terreno. Esta necesidad lo llevó a indagar, a lo largo del tiempo, distintos materiales y formas de fabricación de un calzado que le proporcionara comodidad y seguridad a sus pies.
Con el correr de las épocas, el calzado fue evolucionando, adaptándose a diversas culturas y estilos e imponiendo modas que han marcado la historia.
Hoy, un zapatero es quien se dedica a la confección, reparación y arreglo del calzado, y piezas similares como carteras y bolsos. No es un oficio que abunda, sin embargo, es muy buscado por quienes eligen la reparación y la comodidad por encima de modas efímeras.
Andrés Pullol fue zapatero, siguiendo la tradición de su padre, heredó no sólo la habilidad de trabajar el calzado, sino también, el nombre de un emprendimiento que inició su padre alrededor de 1967 y que hoy es reconocido por miles de seguidores en las redes sociales: El Tranquito.
El botero de Olavarría, Provincia de Buenos Aires, que ha logrado transformarse en un verdadero artesano del calzado. Manteniéndose fiel a sus raíces, Andrés fabrica botas en cuero vacuno y de búfalo de manera artesanal, para hombres y mujeres de a caballo, domadores, poleros y criollos a los que les gusta lucir las pilchas gauchas en cualquier ocasión.
Alejado de la urbe, cercado por un monte de eucaliptos y al compás del canto de los pájaros, se encuentra su taller y su refugio, el lugar donde se combinan el talento y el saber, con el amor al oficio.
Una bota elegante de montar o de polo, hecha a medida por El Tranquito, brinda comodidad y confianza, ya que se utilizan materiales nobles de primera calidad. Las alpargatas también tienen su estilo propio, fabricadas en cuero crudo o vacuno, forradas en cuero y con delicadas costuras a la vista, son el capricho de cualquier paisano campero.
Son muchos los que disfrutan de un buen calzado hecho a mano y que eligen ésta marca argentina. Es el caso de un reconocido uruguayo jugador de fútbol, quien triunfa en Argentina y le encargó a El Tranquito, nueve pares de alpargatas y dos pares de botas, seguramente, para poder lucirlas del otro lado del charco.
Carlos Ulloa, es una leyenda en el mundo del polo y es quien llama personalmente a Andrés para que le tome las medidas que terminarán en una bota de montar color negra, alta y con un bordado en la parte superior de la caña. Bota que le dará nombre a éste diseño particular y que es una de las opciones que figuran en el catálogo de la página como: “Bota Polito”.
Andrés, que pasó de ser “zapatero remendón” a botero profesional, defiende la tradición argentina como estilo de vida, y eso se materializa en cada una de sus creaciones. Su herencia de trabajar con cuero no termina con él, ya que, son sus hijas quienes encontraron la forma de reutilizar los retazos de pieles y transformarlos en Yerberas de cuero con un nombre muy original: “Las Tranquitas”.
Cada 13 de Septiembre, Andrés recibe numeroso saludos de clientes y amigos por el Día del Zapatero. Ese día, no pierde la oportunidad de levantar una copa para brindar y festejar por haber elegido ese trabajo que tanto ama.