Fuente: Ámbito ~ La empresa brasileña Penalty, quienes anunciaron una inversión por más de 26 millones de dólares para reanudar la producción local de calzado e indumentaria deportiva. Así se anunció luego de la reunión que el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, junto al embajador de Argentina en Brasil, Daniel Scioli y el secretario de Industria, Economía del Conocimiento y Gestión Comercial Externa, Ariel Schale, mantuvo con directivos de la compañía.
El plan de inversiones de Penalty consiste en la fabricación en el país de 1.200.000 unidades entre calzado e indumentaria deportiva hasta el año 2023. De ese total, 880.000 serán pares de zapatillas de running y fútbol, y 320.000 prendas de indumentaria deportiva.
Lo hará en tres plantas en el país, cada una responsable de la elaboración de un segmento específico de la empresa. La primera se ubicará en Chivilcoy, en la provincia de Buenos Aires, y las otras dos estarán en el barrio porteño de Agronomía y en la localidad bonaerense de Olivos. Se generarán, así, unos 150 puestos de trabajo iniciales, con una perspectiva de expansión real que generará un impacto muy positivo en estas localidades y en todo el país.
“Argentina se está reactivando y este anuncio de Penalty es una muestra más de las empresas que vuelven a confiar en nuestro país para invertir. Sabemos que estamos en el camino correcto para desarrollar una industria nacional fuerte, que genere valor agregado y empleo de calidad en cada región del país”, afirmó Kulfas. La decisión de Penalty se suma a los más de 900 anuncios de inversión por casi 34.000 millones de dólares que hubo desde diciembre de 2019.
Emerson Shiromaru, presidente de Penalty Argentina, dijo «nuestro objetivo es impulsar la producción nacional mediante, ensamble de partes y componentes, como suelas y capelladas, como así también productos terminados 100% nacionales orientados al calzado e indumentaria«.
«Nuestro retorno es apostando a la industria nacional y generando mano de obra y puestos de trabajo, tanto en la industria como así también en los comercios de todo el país. Estamos muy contentos de anunciar el regreso de la producción en el país, hemos sido muy bien recepcionados y tuvimos un gran apoyo para la viabilidad de este proyecto por parte de la Secretaría de Industria y el Ministerio de Producción de la Nación», contó.
Shiromaru señaló además «estamos muy confiados porque la relación del público argentino con el deporte es de una intensidad y pasión difícil de encontrar, y es uno de los grandes factores que motivan la participación de nuestra empresa en el país. La cultura de los argentinos por el deporte es muy similar a la nuestra, ya que son muy apasionados por los deportes de equipo, lo que hace que Penalty tenga una visión muy positiva del trabajo en la región”.
El embajador Scioli por su parte sostuvo: «Agradezco al ministro Kulfas y al secretario Schale haber generado las condiciones para que Penalty, empresa líder en calzado y botines deportivos de Brasil, vuelva a producir en Argentina después del año 2018».
Penalty desembarcó en el país en 1998 y luego logró un importante crecimiento en el mercado local.
En diciembre de 2018, sufrió el efecto de una apertura importadora y debió cerrar sus fábricas de Florencio Varela. En marzo de este año, la empresa de capitales argentinos, Bicontinentar Footwear Technologies, volvió a reabrir la fábrica que pertenecía a Paquetá, que por años le produjo a grandes marcas y desde allí es donde Penalty producirá sus botines para abastecer al mercado interno.
¨Estamos muy contentos de anunciar el regreso de la producción en el país. Este logro es el resultado de nuestra alineación con el gobierno argentino, representado por Daniel Scioli, embajador de Argentina en Brasil, quien fue muy receptivo y ha brindado un gran apoyo para la viabilidad de este proyecto, y para el desarrollo y crecimiento económico entre ambos países. “completó Emerson Shiromaru, presidente de Penalty Argentina.
La firma, presente en nuestro país desde 1998, comenzó tercerizando su producción local hasta que en 2009 inauguró su propia fábrica en Florencia Varela. La misma dejó de producir en 2019 a raíz de la caída de ventas generada producto de la apertura indiscriminada de las importaciones.