Fuente: Palermo Online ~ Una de las enseñanzas que nos dejó el COVID, y que más nos impactó, es la costumbre de sacarse los zapatos a la hora de entrar a casa. No muchos teníamos incorporado este hábito. Pero con la pandemia, se convirtió en una tradición que está pisando fuerte y llegó para quedarse.
Una costumbre
Se trata de una costumbre que millones de individuos y sus antepasados han puesto en práctica desde hace varios siglos en diferentes lugares del planeta. Se observa en países asiáticos así como también en naciones de mayoría musulmana. Está presente en varios países europeos y muchas familias en Canadá lo hacen. “Los pies siempre han tenido un significado especial en todas las culturas”, afirma Margo DeMello, autora de «Feet and Footwear: A Cultural Encyclopedia» (“Pies y calzado: una enciclopedia cultural”).
Remover las impurezas antes de entrar en la casa.
Mientras la cabeza se asocia con el alma y con la mente, los pies se vinculan típicamente con la impureza. Son la parte del cuerpo que toca el suelo y que lleva sus impurezas a donde entres. Si nos remontamos a la antigüedad en África, Asia y Europa, varias civilizaciones tempranas tuvieron esa práctica: cuando regresabas del mundo exterior te quitabas el calzado porque era la forma simbólica y física de remover las impurezas antes de entrar en la casa.
Proteger real y simbólicamente nuestro refugio físico
Bajo esa perspectiva de proteger real y simbólicamente nuestro refugio físico y mental es que nace Surippa. El complemento perfecto para los hogares. Ideales para recibir invitados y ofrecerles un zapato fresco y lindo para que se sientan cómodos en tu casa. Dejar atrás el estrés del día a día y conectarse con la calidez de tu hogar. Relajarse y disfrutar de la compañía. Una buena charla acompañada de un café, una linda excusa para tomarse un vino.
Estilismo
Esta fue la idea de dos afortunadas creaadoras: Caro, dedicada al estilismo y la producción de moda, Rochi, en cambio, diseñadora de viajes a medida. Aseguran que la pandemia las puso en pausa, pero el impulso creativo pudo más, las catapultó a pensarse en sus propias casas atravesadas por esas mentes viajeras y de styling. Crearon conciencia fáctica, salieron de rollo de quedarse en la idea, y llevaron su pensar a lo concreto. Su calzado invita a una experiencia. A considerarse en un mundo diferente que vive en el interior de nostros y nuestra casa. Propone convocar a quien nos visite a sumarse a ese vivir y traza una ruta de comodidad, arte, cuidaado, protección y belleza.
Se cree que todo está inventado
Cuando se cree que todo está inventado, cuando parece que nada más pasa, cuando la pandemia detiene y asusta, siempre hay un rincón creativo que inspira, desarrolla, insta y conmueve. Porque aún donde aparece el páramo, simpre hay belleza.