Fuente: Serma.net ~ A medida que se recupera el consumo de calzados, estos productos lideran la demanda en el mercado local.
Una particular situación se verifica en el mercado argentino del calzado a causa de la larga cuarentena y aislamiento que cumple la población.
Al principio de la pandemia, el gasto familiar se orientó hacia la compra de productos prioritarios como alimentos y salud, para luego en el transcurso del tiempo dirigirla lentamente a la adquisición de indumentaria, dentro de ella: calzados.
En este caso, dos factores determinaron la aparición de un nuevo mercado de consumo: la necesidad de productos cómodos y funcionales (por la menor movilidad y aislamiento) y a precios accesibles (por el disminuido poder adquisitivo). Se sumó a ello, la dolarización de precios en pesos de los productos de marcas, como por ejemplo ADIDAS y NIKE, que tuvieron aumentos significativos. Estas marcas, prácticamente ya no cuentan con fabricación en el país, y se ven limitadas sus posibilidades de importación, por el momento, por las actuales políticas de gobierno.
De esta manera, muchos consumidores resignan su vocación por las marcas top y se inclinan hacia productos nacionales, de buen diseño y con precios más accesibles.
Así se ha conformado una demanda con características propias, donde el calzado de alta moda, pronto moda y técnico ha cedido espacios a las múltiples líneas de alpargatas, sneakers y zapatillas de estructura básica, con mínimos componentes, máximo confort y diseños no ostentosos. Se privilegia funcionalidad y precios sobre el aspecto estético.
En distintas consultas realizadas a fabricantes formales de estos productos, nos confirmaron tal tendencia, aunque aclararon que tal situación también ha dado lugar al surgimiento de un circuito informal de fabricación, incluidas falsificaciones, con el cual se hace dificultosa la competencia.