Fuente: Misiones on line – El stream de Misiones Online abrió sus micrófonos a Daiana Eggs, ingeniera forestal convertida en emprendedora y dueña de una marca de zapatos artesanales que marca tendencia en la provincia. En una charla distendida, Eggs compartió los inicios y la filosofía detrás de su creciente propuesta de calzado.
Eggs recordó la génesis de su marca, esta surgió de una experiencia personal insatisfactoria y una oportunidad inesperada. “Tenía un trabajo en el cual no me sentía bien y en ese tiempo compré un zapato y me llegó mal”, expresó. En el medio de este malentendido aquella vendedora le propuso: “¿No querés vender zapatos en Misiones?”
La propuesta que le realizaron a Eggs resonó en una vecina amiga, cuya jornada laboral se había reducido debido al inicio de la pandemia por covid-19. Juntas dieron el puntapié inicial a un proyecto que, en sus propias palabras, comenzó con la intención de “llenar nuestro vestidor de zapatos”. La venta a conocidas y amigas se convirtió en el motor de un crecimiento orgánico, impulsado por el boca en boca.
Además, Eggs reconoció la existencia de un nicho de mercado que no estaba completamente cubierto: “En época de pandemia se había cerrado la frontera, muchas de las mujeres de la zona norte pasan a Brasil a comprar los zapatos. Eso fue un punto a favor para nosotras”.
La visión de la marca trascendió la mera comercialización un tiempo después. “Estuvimos un par de meses, seguimos vendiendo ‘zapatos de’ hasta que en un momento digo, «tenemos que tener nuestra propia marca»”, explicó Eggs.
Para ellas, este fue el punto de inflexión que demandó mayor esfuerzo y que, a la postre, se reveló como la mejor decisión: “Fue el trabajo más duro y fue la mejor decisión que hemos tomado en buscar nuestro propio fasón, nuestro propio taller, que haga nuestros propios modelos”, sostuvo.
Este nuevo desafío implicó considerar múltiples aspectos, desde la concepción de los modelos hasta la producción. Afortunadamente, encontraron un taller con el que mantienen una fructífera relación de casi cinco años. “Por suerte llegamos a un taller que ya va a ser cuatro años y medio que estamos trabajando con ellos, que nos fusionamos muy bien y ellos saben interpretar lo que nosotros queremos”, destacó Eggs, y subrayó la necesidad de una comunicación fluida y una comprensión mutua en el proceso creativo.
La elección de un taller externo, o “fasón” como se denomina en la jerga, es una práctica común en la industria actual, donde pocas marcas conservan talleres propios debido a la complejidad que ello implica.
“Se busca un taller que uno le da todos los materiales, cuero, todo lo que se puedan imaginar y ellos hacen la magia”, afirmó.
Cabe mencionar que al hablar de su clientela, Eggs identificó dos pilares fundamentales en la preferencia por sus zapatos: la comodidad y la personalización. “Hay varios puntos. Lo primero que buscan es la comodidad”, afirmó y marcó un claro contraste con la antigua tendencia de priorizar el diseño y la altura del taco. El valor agregado que distingue a su marca reside en la capacidad de cada clienta de adaptar el calzado a sus gustos. “Este creo que es el plus que nos distingue”, aseguró.
Esta personalización abarca desde la elección de tacos y colores hasta la posibilidad de adaptar el modelo a las necesidades específicas de cada pie, considerando aspectos como el ancho de la horma. Asimismo, según Eggs la marca trabaja exclusivamente con cuero vacuno, una decisión fundamentada en la conciencia ambiental de Eggs como ingeniera forestal. “Usar el cuero vacuno está bueno por cuestiones ambientales porque el cuero es un desecho de la industria alimenticia. Entonces está bueno darle una segunda vida a eso aparte de que es un material súper noble, se adapta a tu pie, es cómodo, es biodegradable”, argumentó.
Los principales canales de venta de Eggs se concentran en las plataformas digitales, WhatsApp e Instagram, donde se establece un contacto directo con las clientas . “La gente busca algo que se perdió que es el contacto. Entonces te escriben, nosotros les asesoramos en cuanto a los colores”, explicó Eggs.
Si bien realizan lanzamientos de cápsulas temáticas, como la reciente colección Animal Print, la disponibilidad de los cueros juega un papel crucial en la producción. Eggs advirtió sobre la dificultad de conseguir planchas idénticas, por lo que recomienda a sus clientas adquirir el cuero deseado en el momento en que lo ven disponible.
La materia prima utilizada es íntegramente de industria argentina, aunque los cueros suelen provenir de curtiembres de Buenos Aires. La colaboración con un taller experimentado ha sido fundamental para asegurar la calidad de los materiales y del producto final. “Te da una tranquilidad de que las cosas te hagan bien y de poder ofrecer un buen producto, que es lo principal”.
En lo que refiere al público principal de la marca, la franja etaria se sitúa entre los 28 y los 60 años, un rango etario que prioriza la comodidad en el calzado. Si bien han recibido consultas sobre la posibilidad de fabricar zapatos para niños y hombres, la infraestructura actual de su taller se enfoca en tallas de adulto.
Por otro lado, consultada sobre la influencia del paisaje y la cultura misionera en sus diseños, Eggs señaló que la inspiración reside más en la gente local y su inclinación por la simpleza. “La gente es simple y creo que buscamos eso. Buscamos la simpleza en los zapatos. Zapatos que se adapten a la mujer misionera”, afirmó.
Y puso énfasis en su visión: “Buscamos un diseño simple que después cada clienta lo pueda adaptar a su gusto”.
De esta manera, al reflexionar sobre sus inicios como emprendedora, Eggs compartió un mensaje de perseverancia y optimismo. “Uno empieza con miedos, como pasa siempre, pero no hay que aflojar, hay que meterle para adelante como decía mi papá. Y pensar en positivo, en que todo va a ir bien y no queda otra que meterle garras y seguir”, aconsejó, enfatizando la importancia de superar los obstáculos y mantener la pasión por el proyecto. “Si uno lo hace con amor llega a buen puerto”, concluyó Eggs celebrando su marca Fulannas.