Cerrar y reabrir, la parábola de Bicontinentar en Chivilcoy

Fuente: Página12 ~ El socio y director de la empresa que ahora cuenta con capitales nacionales hace un recuento de lo perdido desde 2017 y la reapertura sobre el final de la pandemia. “La gente quiere trabajar”, afirma sin dudar. La fábrica de calzado deportivo, entre el crecimiento del mercado interno y la incertidumbre de mediano plazo.

Paquetá es una multinacional de origen brasileño, que cuenta actualmente con 18 mil trabajadores y exporta calzado deportivo a distintos mercados del mundo. En 2007 inauguró una planta en Chivilcoy, con un total de 16 líneas de montaje y producción.

“La fabricación de calzado deportivo es una actividad intensiva en mano de obra, que requiere alta cualificación”, cuenta Juan Recce, socio y director de Bicontinentar, la empresa de capital nacional que hoy opera la planta y tiene entre sus clientes a Under Armour, New Balance, Diadora, Olylpikus, Montagne, Le Coq Sportif, Hush Puppies, Ringo y Athix.

“Estuvimos de 2007 a 2010 invirtiendo en formación y capacitación. A partir de 2011 se empezó a recuperar la inversión inicial y desde 2015, la empresa ganaba plata. Pero en 2017, cuando estábamos para pegar un salto cualitativo en tecnología, el mercado se contrajo y la empresa empezó a despedir, hasta cerrar en 2018”, cuenta rememorando la parte más dura de la historia de la empresa que se hundió en los tiempos más duros de la Argentina macrista. “Reabrimos el año pasado, vamos creciendo, pero nos preocupa lo que pueda ocurrir a partir del segundo semestre de 2023 y después, por el escenario electoral”, agrega.

El presente es el mejor momento de Paquetá, la planta fabricaba. Hoy ensambla componentes, que describen como “la operación más sencilla”, pero ya puso en marcha una línea de producción de capelladas, funcionando al 75% de su capacidad productiva instalada. Según describen, el mercado argentino llegó a ser de 35 millones de pares, con un piso de 22 millones en 2017 y 2018.

Trabajo

Recce no tiene dudas de que la gente quiere trabajar. “En un día recibimos por la web cerca de 5.000 currículums. Para una ciudad de 80 mil personas como esta, es muchísimo. Pero cerrar y volver a abrir no es sencillo ni está exento de costos y pérdidas”, describe.

“De cada tres trabajadores que tuvimos que despedir en 2018, uno volvió. Los otros dos, son inversión en formación que se perdió”, se lamenta mientras explica que “la pérdida de mano de obra calificada implica, obviamente, una severa pérdida de competitividad”.

Expectativas

El empresario percibe una tensión entre la demanda creciente y la incertidumbre de mediano plazo. “Por un lado estamos bien, porque no tenemos problemas de suministro eléctrico, que para nosotros es vital. Ni técnicos ni, con la tarifa”, señala en una inevitable comparación con las épocas de los tarifazos que anticiparon la debacle del 2018.

“El mercado interno crece porque desde la reapertura, cada dos meses se pone en marcha una línea de ensamblado nueva”, señala mientras que se preocupa por lo que pueda llegar a ocurrir luego del turno electoral del año próximo. El dicho popular dice que el que se quema con leche, ve una vaca y llora.

Repatriación de capitales

La trayectoria reciente de Paquetá- Bicontinentar es similar a la de otras empresas hasta dentro del propio parque industrial. Fábricas que estaban en manos de empresas internacionales y cerraron durante la gestión Macri, reabren. Al principio con una operación mínima, en manos de empresarios nacionales, pero encuentran la posibilidad de seguir creciendo si la macroeconomía se los permite. Es también, por ejemplo, el caso de la autopartistta Concentric.

Acuerdo virtuoso

La planta está edificada sobre seis hectáreas de terreno propio, que se reparten en laboratorio, comedor, depósito, estacionamiento y otras dependencias.

La particularidad radica en que la nave industrial está edificada por la propia municipalidad sobre terrenos públicos, que cede a Bicontinentar bajo el formato de un comodato no oneroso. A cambio, la empresa se compromete a mantener determinados cupos de empleo local.

“Por lo general, más que cumplirlos, los duplicamos”, dice Recce, orgulloso.

John Foos: del boom de los ’90 al restyling de la marca tras 40 años de industria nacional

Fuente: Para Tí ~ Miguel Ángel Fosati fundó John Foos, empresa que se convirtió en una insignia de la industria nacional, en 1977. La marca tuvo su boom durante los ’90: con las sneakers de lona y de jean marcaron la impronta de la firma. Actualmente, en la planta de San Isidro en la que trabajan 400 personas, fabrican un par de zapatillas cada 10 segundos.

Cuenta María José Fosati que durante los ’90, en los veranos donde las playas de Pinamar y Villa Gesell retumbaban de aire adolescente tras el regreso de la democracia, había un cartel de John Foos por cuadra. Esa década, junto con los 2000, posicionaron a la marca fundada por Miguel Ángel Fosati en 1977 como un must del street style argentino. Luego de 40 años en el país, la empresa redobla la apuesta por la industria nacional y se plantea un objetivo para el futuro cercano: fabricar 4000 mil pares por día. 

La fábrica de John Foos está dentro de un polo industrial sobre la calle Intendente Neyer, en el partido bonaerense de San Isidro. Dentro de la planta se llevan adelante todos los pasos del proceso de producción requeridos para las 12 líneas de zapatillas que comercializa la marca. Los 400 empleados que trabajan en la empresa y distribuyen su mano de obra entre turno mañana y turno noche fabrican 3600 pares de zapatillas por día: 360 por hora, un par de zapatillas cada 10 segundos contemplando la jornada completa. Andrés Bulgheroni, gerente general industrial de la planta, tiene como objetivo llegar a los 4000 mil pares diarios. 

En la fábrica de San Isidro trabajan 400 empleados y se realizan todos los pasos en el proceso de confección de las zapatillas John Foos.

“Empezamos a fortalecer la idea de querer contar el origen de esta empresa y más cuando internamente como familia dijimos: ‘o ponemos capital familiar o esto termina acá’. Fue una decisión interna en la que avanzamos y contamos el verdadero origen de la empresa. El branding está totalmente conectado con el slogan ‘caminando historias’ y la iniciativa familiar de apostar a la industria nacional”, explica María José Fosati, Directora General y CCO de John Foos. 

Aunque se comienzan a diseñar los primeros modelos en 1977, John Foos se patenta como marca cuatro años después, en 1980. El 182, 184 y 164 denim (este último fue relanzado con motivo del cumpleaños 40 de la empresa) son los modelos clásicos de JF. “El rebranding tiene que ver con eso, con hacer visibles los infinitos caminos que recorrimos y la cercanía al consumidor, de no seguir trabajando desde lo aspiracional sino de la cercanía y desde decir que todos somos caminantes de esta vida y todos contamos historias todo el tiempo. Eso tiene que ver con el origen de la marca”, dice Fosati. 

María José Fosati, Directora General y CCO de John Foos. 

La fábrica 

Andrés Bulgheroni se incorporó a John Foos como gerente general industrial de la planta en junio de 2021. En la fábrica de San Isidro se ejecuta la confección de todos los diseños de sneakers, se planifica la distribución, se despachan los pedidos de las compras online y, también, tiene lugar uno de los principales showrooms de la marca. El principal objetivo de Bulgheroni para el futuro próximo es llegar a producir 4000 mil pares por día antes de fin de año. No es un número imposible para JF: en el mejor momento llegaron a fabricar un número similar, aunque ahora la diferencia radica en la amplitud de modelos y la implementación de nueva maquinaria.

Las principales vías de comercialización para John Foos son mediante el e-commerce y distribución en comercios.

Para Ti: ¿Qué cambió en la manera de producir desde las primeras décadas de la empresa a la actualidad? 

Andrés Bulgheroni: Históricamente, la fábrica trabajó con una línea clásica que dio mucho resultado y es el emblema de la marca. Mencionás John Foos y automáticamente se te viene a la cabeza una 182 clásica (N. de la R: modelo de lona y caña baja), pero empezamos a generar distintas propuestas de productos, haciendo una línea más urbana con suela de escatola moldeada o la línea deportiva. La idea es también incorporar un pequeño porcentaje de la producción con componentes importados, que sí o sí tenemos que traer porque no podemos fabricarlos localmente por varios motivos, como que no tenemos proveedores locales que nos puedan abastecer los materiales. Igualmente no vamos a traer productos terminados, sino que los vamos a traer para ensamblarlos acá. 

Para Ti: ¿Cómo se adaptó la estrategia de producción?

A.B.: Lo principal acá fue cambiar un poco la metodología de trabajo para realmente elevar el profesionalismo, elevar los estándares de calidad y lograr que se trabaje con diferentes procesos. Casi igual como uno se puede imaginar una automotriz puede funcionar una fábrica de calzado. Obviamente siempre con el ojo puesto en los cuidados de los recursos porque no es solo el costo de la empresa, sino también el impacto del medio ambiente. Se hace mucho énfasis en que se consuma lo estrictamente necesario, puede ser desde la energía hasta los recortes de tela. 

Galería

“Estamos en un país que nos presenta muchísimos desafíos: trabajar en industria con inflación y los costos. Es realmente muy complicado, muy difícil porque te podés equivocar por cualquiera de los dos lados, podés fundirte trabajando o podés castigar mucho el precio de un artículo porque te querés cuidar y te empieza a caer la demanda porque quedaste fuera de precio.Andrés Bulgheroni, Gerente General Industrial de la planta de John Foos. 

María José Fosati, Directora General y CCO de John Foos, y Andrés Bulgheroni, Gerente General Industrial le la planta de John Foos. 

Rebranding: los amplificadores de John Foos para comunicar su nueva imagen 

De las ventas a mansalva de fines de los ’90 y los primeros años del 2000 hasta el rebranding de los últimos años: John Foos atravesó muchas etapas del país y el constante reto de adaptarse a un mercado poco estable y con una competencia que se incrementa. Los viajes a Milán y las principales capitales de moda del mundo sirvieron para que el departamento de diseño avance en la creación de nuevos modelos de sneakers. 

Para Ti: ¿De qué manera adaptan lo que se ve en las pasarelas y fashions weeks cada temporada a la marca? 

María José Fosati: En esos viajes de producto miramos tendencias mundiales, traemos diferentes ideas y vemos la manera de adaptarlas a nuestra realidad. Uno siempre mira hacia afuera, pero después trasladarlo acá a veces es difícil. También hay que pensar en nuestro consumidor, que no es el mismo que el de afuera, y lo difícil que es instalar cosas nuevas cosas más allá de que nosotros tenemos la hermosa oportunidad de tener un shop online que funciona espectacular.

Entre lo vintage y lo vanguardista: cómo son los nuevos diseños de John Foos 

Los modelos que inmortalizaron a John Foos en los corazones de varias generaciones son el 182 y 184: de lona y jean, con y sin caña. Pero la marca, en la búsqueda de adaptarse al mercado, consiguió desarrollar 12 líneas de zapatillas, donde se le da lugar a los modelos disruptivos y con identidad de marca. 

Como parte de la estrategia de rebranding y de contar la historia de la empresa, desde la firma generaron alianzas con influencers y artistas. Suena Eh!, el sello discográfico que impulsa a cantantes emergentes y trabaja en barrios vulnerables de CABA y el Gran Buenos Aires, es uno de los vínculos más estrechos de John Foos en el marco de la iniciativa “Caminando historias”. 

Showroom de John Foos.

María José Fosati explica que la búsqueda de amplificadores comenzó como estrategia para comunicar el lanzamiento del shop online, pero la alianza con “Suena Eh!” no tiene fines comerciales: desde John Foos coinciden en la idea de agregar valor a los proyectos artísticos en desarrollo como parte de la iniciativa social de la compañía. “Tiene que ver con los principios de la empresa, que siempre estamos tratando de agregar valor. Están muy en sintonía de lo que es la marca. Me reúno con Gonzalo Vidal (fundador de “Suena Eh!”) y a los dos días empezamos a cranear, a tirar ideas juntos. Terminamos ayudando a gestar y crear muchas cosas más juntos”, sostiene. 

Rosse Loudi, Aymi Sartori, Surdo.srd, Chris Deimon y Don Kingtana, referentes de Suena Eh!

Las dos redes primordiales de comercialización actuales de John Foos son mediante el shop online, locales propios y distribuidores en todo el país. Próximamente, la empresa buscará expandirse hacia países limítrofes y Europa. Conocé más sobre John Foos haciendo click acá. 

Hecho con sus propias manos: el auge de las tiendas-taller de ropa

Fuente: La Nación ~ Impulsados por la pandemia primero y estimulados por la revalorización de lo artesanal después, muchos espacios ligados a la moda siguen el ejemplo de la gastronomía y muestran la “cocina” tras las prendas y accesorios.

Así como es más frecuente que los restaurantes trabajen con sus cocinas a la vista y, de hecho, las exhiban ante sus clientes con todo lo que ello implica –al dar cuenta de los tiempos, los ingredientes y los modos de hacer–, lo mismo está pasando con la moda. Cada vez son más las marcas de indumentaria, calzado y accesorios que deciden vincular sus talleres a los espacios de venta. Por ende, al público.

Este cambio puede tener que ver con una estrategia comercial (de acuerdo con la premisa económica de maximizar los beneficios en el tiempo de la pospandemia) aunque, además, se lo puede leer en línea con el imperativo de la transparencia.

Así como aumenta la cantidad de personas que quieren saber cómo está elaborada la comida que consumen, algo similar comienza a pasar con la vestimenta. Básicamente por dos cuestiones: por un lado, el placer que da el entendimiento del “saber hacer” incorporado en cada uno de los oficios. Y, a su vez, la necesidad de conocer cuáles son los materiales y las condiciones laborales, por lo tanto, humanas, implicados en la hechura de la ropa. En este panorama, se destacan Eugenia Katz de, justamente, la marca Las Katz; Sylvie Geronimi de la firma homónima de zapatos; y Vicki Otero, pionera entre los diseñadores de autor, que ya lleva 20 años en la escena fashion local.

Un refugio

La historia se remonta a 2008, cuando Eugenia Katz fusionó su emprendimiento de bijoux con el de carteras que tenía su hermana. Esa fue la génesis del primer lugar de trabajo conjunto, con la meta de crear una colección cuyo destino fue Japón. Se instalaron donde antes había funcionado una antigua tintorería, en la calle Bonpland, en el barrio de la Chacarita.

Pionera, hace 14 años, Eugenia Katz fusionó su emprendimiento de bijoux con el de carteras de su hermana y abrió Las Katz, con el taller a la vista
Pionera, hace 14 años, Eugenia Katz fusionó su emprendimiento de bijoux con el de carteras de su hermana y abrió Las Katz, con el taller a la vistamajoaramburufotografia

Aprovecharon la estructura original de las dos vidrieras, a las que sumaron mesadas transversales para desplegar sus saberes, a la vista de los visitantes. Ese fue el espacio donde la creadora buscó resguardar los materiales que venía acopiando en ferias y viajes, con la sostenida certeza de que un día los reutilizaría. Así nació la tienda-taller, que al principio solo abría los viernes a la tarde, momento en el que además de comprar, las clientas se encontraban y disfrutaban de las tortas que hacía la mamá de las Katz.

“Se transformó en un lugar de trabajo, ventas, exposición y reunión”, resume Eugenia, catorce años después de haber comenzado la aventura. “Sostuvimos el espíritu del refugio”, añade y revisita qué pasó durante los dos últimos años en este sitio mágico, atiborrado de tesoros minúsculos, algunos desperdigados en el tablero y otros meticulosamente protegidos. Aros, collares, pulseras y prendedores conformados por elementos retro ensamblados con otros contemporáneos, que inevitablemente se vinculan a los deseos y a las identidades que convocan a la legión de fanáticas que sigue a la firma.

Saber hacer

Entrar a la boutique atelier instalada sobre Uriarte a metros de avenida Santa Fe, en cercanías a Plaza Italia, es un viaje en el tiempo para poder conocer uno de los oficios más ancestrales del mundo. En ese sitio de techos altos y vitraux originales, la zapatera Sylvie Geronimi, hija de madre argentina y padre francés, eligió asociar el espacio de confección de calzado con el local de venta a la calle.

¿Cómo se dio? Pasó durante la primera parte de la pandemia, cuando la actividad entró en un impasse y eso hizo que la diseñadora, formada en L’École de la chambre syndicale de la haute couture parisienne, no tuviera otra opción que aprovechar el taller que había quedado vacío y reorganizar a la distancia el trabajo de los artesanos que intervienen en la realización de cada uno de los pares. Dicho y hecho: en la primavera de 2020, en coincidencia con un momento de crecimiento y reestructuración de la firma, se animó a dejar la tienda que tuvo por más de una década en la calle Guido, para instalar una nueva versión en Palermo, donde legendariamente funcionó el lugar de diseño, cortado y terminación de zapatos.

En un mismo espacio sobre la calle Uriarte, Sylvie Geronimi confecciona y vende calzado
En un mismo espacio sobre la calle Uriarte, Sylvie Geronimi confecciona y vende calzadoSantiago Filipuzzi – LA NACION

Así es cómo invita a que las compradoras puedan curiosear en el desarrollo pormenorizado de sus icónicas botas, balerinas y sandalias expuestas en la vidriera. “La gente tiene que entender que es un trabajo hecho a mano, en la Argentina, con diseño propio”, afirma Geronimi. Y en la era donde todo se vuelve instagrameable, sostiene la importancia de ver el zapato en vivo y en directo.

“Esa tendencia creciente, la de las tiendas en las que se muestra el oficio, es a lo que aposté siempre”, enfatiza. Así lo procuró mostrar en la exhibición El arte del calzado, que hizo primero en la Alianza Francesa de Buenos Aires y luego en París. “Algo muy marcado en mi identidad”, sintetiza.

Fuerza colectiva

Tras haber transitado alternativamente las vicisitudes de los diferentes formatos (local a la calle y showroom) individuales o compartidos, y después de haberse instalado en San Telmo y Palermo, esta vez, Vicki Otero no sólo adhiere a la idea del espacio donde los saberes y la instancia de venta se unen, sino que, además, levanta la apuesta y lo hace en el marco del trabajo colectivo.

Vicki Otero montó una mesa de trabajo donde comienza a darle vida a las prendas en el nuevo espacio en la Avenida Elcano
Vicki Otero montó una mesa de trabajo donde comienza a darle vida a las prendas en el nuevo espacio en la Avenida ElcanoSantiago Filipuzzi – LA NACION

Recientemente mudada a la avenida Elcano, ahora se suma a Gloria gráfica, el proyecto comunitario conformado en su mayoría por propuestas de ese rubro, siendo Otero la única abocada a la indumentaria. Y es ahí donde, justamente, vende Industria Argentina, la línea que honra el legado familiar de la sastrería, con hilvanes visibles y mangas voluminosas, sello indiscutido de la diseñadora que en ese mismo lugar montó una mesa de trabajo donde comienza a darle vida a sus prendas.

¿Cuánto tuvo que ver el factor económico? “No fue lo definitorio –reflexiona–, sino que lo que hizo que llegara hasta acá fue la idea de convivir con otros y estar en un ambiente de trabajo constante”, explica. ¿Qué se gana? “Tiempo, energía y mayor intimidad con la persona que viene a hacerse la ropa”, subraya y asume que le resulta más placentero que estar en un local esperando a que lleguen los clientes. “Le agrega otro condimento; poder estar produciendo, haciendo moldes, cortando”, esgrime. Y alude a la sinergia creativa que define el propósito del sitio, que suele ser visitado por la exposición permanente de afiches callejeros, las muestras de cine y las presentaciones de libros. ¿Lo próximo? Están pensando en hacer productos que sean intervenidos por todos los realizadores que forman parte del espacio.

Aunque Gaba Najmanovich, consultora estratégica de tendencias, asegura que el hecho de tener una clientela privada y que los diseñadores compartan el lugar de trabajo con el de venta, es algo ya conocido –en sintonía además con el boom de los showrooms que se dio en 2010 y que todavía se mantiene–, sí destaca un retorno a revivir los oficios, volver a lo artesanal y darle importancia a la transparencia. “Tiene sentido abrir la ventana de la producción y mostrar cómo es que se dan estos procesos”, indica.

A su vez, la creadora del newsletter Exprimido de tendencias asegura que esto comenzó a pasar en los últimos años con el auge de la red social Instagram, y en consonancia con las marcas que comenzaron a responder a la pregunta “¿quién hizo mi ropa?” (promocionada por la organización Fashion Revolution). En consecuencia, a mostrar cómo se hace la vestimenta, qué hay detrás de una colección. “Este modelo, el de la tienda- taller, se vio fortalecido durante los momentos más álgidos de la pandemia, cuando muchos se encontraron forzados a cerrar su local y decidieron armar un espacio alternativo para la venta, en sus lugares de trabajo o donde viven”, asevera. “Podríamos decir que es el lado B del home office”, profundiza

Najmanovich destaca que la puesta en valor del oficio que está implicado en la realización de cada objeto, es un recurso al que recurren las firmas para justificar cuánto sale y mostrar qué representa ese artículo en una coyuntura donde la automatización se hace cada vez más presente. “El objeto producido por un humano –un experto, como puede ser un bordador o una costurera– se empieza a convertir en un ítem de lujo; es más caro el realizado por un artesano que por un robot que hace un montón de otros productos en paralelo”, aclara.

A esto se suma la posibilidad de personalizar la experiencia, considerando que no se trata solamente de la prenda o el accesorio en sí, sino también de la modificación en la compra, que va más allá de lo transaccional e incluso puede referir al entretenimiento. “Cuando la adquisición virtual es por default, el cliente trata de resolver de forma conveniente y veloz. Por eso, si va al local, exige mucho más de lo que exigía en el pasado”, concluye.

Vicson: visión de negocio y constancia, las claves para llegar a Estados Unidos

Fuente: Ser Argentino ~ Victoria Cirigliano es una joven emprendedora argentina que se puso como meta crear una marca de calzado con proyección internacional. Y lo logró. Te contamos el camino que llevó a Vicson al mercado estadounidense.

Dicen que, para poder llevar delante de manera exitosa cualquier tipo de proyecto, lo que hace falta es disciplina. No se trata de un golpe de suerte ni de un talento mágico: por sobre todas las cosas, quienes logran todo lo que se proponen tienen constancia y decisión. El resto ni siquiera lo intenta. Victoria Cirigliano es un claro ejemplo de esto: con solo 30 años, posee su propia marca de zapatos de lujo que triunfa en los Estados Unidos.

Lo supo desde chica: su objetivo profesional era crear una marca que pudiera internacionalizar. Y tenía en claro algo más: la marca estaría dentro de la industria de la moda. Lo de los zapatos lo decidió después, y no fue un camino sencillo. ¿La clave? Nunca se dio por vencida, sin importar cuántas dificultades se cruzaran en su camino.

Licenciada en Relaciones Públicas, Victoria orientó su carrera desde sus comienzos a los negocios, para lo que también estudió Marketing Business en Londres. Su marca hoy tiene un nombre y una impronta: Vicson. Sin embargo, para llegar hasta donde está ahora, comenzó desde cero.https://www.instagram.com/p/Ch0nFqzrzW8/embed/captioned/?cr=1&v=14&wp=540&rd=https%3A%2F%2Fwww.serargentino.com&rp=%2Fgente%2Fargentinos-por-el-mundo%2Fvicson-vision-de-negocio-y-constancia-las-claves-para-llegar-a-estados-unidos#%7B%22ci%22%3A0%2C%22os%22%3A6653%2C%22ls%22%3A1824%2C%22le%22%3A6636%7D

Diez años atrás, con la firme decisión de que crearía su propia marca de zapatos, comenzó a investigar el negocio. Primero, debía aprender cómo confeccionar sus productos, para lo que se presentó en distintas fábricas de zapatos para aprender el proceso de producción, pero no siempre obtuvo respuestas satisfactorias. Las primeras colecciones no estuvieron a la altura de sus expectativas, ya que aún no tenía la experiencia suficiente. Pero nunca dejó que eso la desmotivara. Con su meta clara, siguió intentando hasta lograr el resultado perfecto.

La era de las redes

A diferencia de lo que sucedía en otros tiempos, comenzar con un emprendimiento hoy resulta más económico que antes. Con mucha dedicación, pasión y creatividad, con la ayuda de la tecnología y una inversión mínima, es posible emprender un nuevo negocio.  

En el caso de Vicson, los comienzos estuvieron impulsados por las redes sociales. Sin locales ni agencias de prensa, la publicidad en Facebook fue la estrategia de la empresaria para lanzar su marca. Con una estética muy cuidada en sus publicaciones, solo en el primer mes sumó 20.000 seguidores.

Los argentinos fueron su primera clientela y quienes la ayudaron a crecer y a hacerse de un nombre. Sin embargo, su meta seguía siendo la misma: quería expandirse y su mente estaba puesta en los Estados Unidos, donde estaba segura de que habría una oportunidad.https://www.instagram.com/p/CfMkvVyrv9q/embed/captioned/?cr=1&v=14&wp=540&rd=https%3A%2F%2Fwww.serargentino.com&rp=%2Fgente%2Fargentinos-por-el-mundo%2Fvicson-vision-de-negocio-y-constancia-las-claves-para-llegar-a-estados-unidos#%7B%22ci%22%3A1%2C%22os%22%3A6666%2C%22ls%22%3A1824%2C%22le%22%3A6636%7D

La llegada al mercado norteamericano

Podríamos definir al calzado de Vicson como canchero y cómodo, algo que, aparentemente, no existía en el país del norte. Había un nicho del mercado que no estaba tomado: por un lado, estaban los zapatos de lujo cuyos precios superaban los 1000 dólares; por el otro, zapatos baratos, pero de baja calidad y poco estéticos. La marca de Victoria llegó precisamente para llenar ese hueco, al ofrecer calzado de excelente calidad a precios competitivos.

Victoria empezó a averiguar cuál era la mejor manera de insertarse en el mercado estadounidense y dio con Brasil como la mejor alternativa para fabricar su producto. Allí encontró una fábrica que cumplía absolutamente todos sus requisitos, incluido el de la sustentabilidad, ya que funciona con energía proveniente de paneles solares.

Nuevamente apoyándose en la tecnología y en las herramientas del marketing digital, comenzó a publicitar sus calzados a través de la plataforma Shopify. A su vez, exportó los zapatos desde Brasil y guardó el stock en un depósito que alquiló. Hoy, Victoria tiene clientes alrededor de todo el país, tanto mayoristas como minoristas.

Gracias a esta experiencia exitosa que la llevó a posicionar su marca internacionalmente, comenzó a recibir consultas de otros argentinos que querían seguir el mismo camino, por lo que decidió dedicar parte de su tiempo a brindar mentorías y consultorías para acompañarlos en todo el proceso. 

Porque el conocimiento compartido se expande y se multiplica.

Imágenes: IG Victoria Cirigliano y Vicson

Don Sabino Vera, el maestro zapatero que llegó con una mochila a Esquel y armó su propio taller

Fuente: RED43 ~ Tiene 67 años y 49 en el oficio. En el año 1987 empezó a fabricar calzado luego de adquirir maquinaria y herramientas con mucho esfuerzo. Hoy es uno de los pocos en el rubro y lamenta que el oficio «se haya venido abajo» en Argentina.

La zapatería «Vera», en la ciudad de Esquel, es sin duda uno de los los lugares emblema no solo en el rubro, sino también en general, por su historia y constancia ante las adversidades.

Sabino Vera; más conocido como «Don Vera», nos abrió gentilmente las puertas de su local ubicado en Molinari 639, para conocer no solo el lugar, sino también su particular historia de vida y formación.

El protagonista de esta entrega especial, es un reconocido zapatero nacido en la provincia de Río Negro, que llegó a la ciudad de Esquel a los 21 años, luego de realizar su labor en otras localidades. Hoy a sus 67 años, nos muestra y cuenta sobre sus 49 años en el oficio.

«Empecé a aprender el oficio con un señor zapatero que vivía en El Maitén, de apellido Florenza. El sabía hacer arreglos y calzado nuevo a medida; tanto botas como zapatos. También arreglos, que en es tiempo se hacían mucho», recuerda Don Vera, quien a sus 14 años, comenzó a incursionar en el oficio.

«Don Florenza nos enseñó a hacer arreglos y compostura de calzado. Yo hoy hago fabricación de calzado porque él nos dio las clases; cómo empezar, sacar modelos sobre las hormas y con los años me sirvió para ponerlo en práctica y fabricar botas»

Sabino fabrica botas para hombre y para dama; trabaja mucho con pedidos de distintos puntos de la Patagonia: Trelew, Comodoro Rivadavia, El Bolsón, Santa Cruz y toda la zona cordillerana.

«A los 16 años yo ya estaba preparado para salir a trabajar. Podía trabajar en fábrica o en talleres; tuve la oportunidad de ir a un taller en Gaiman. Allí era distinto; yo estaba acostumbrado en la cordillera al pegado y cocido del calzado; pero allá, era todo pegado. Me costó agarrarle la mano al pegamento y sus tiempos; tuve varios rechazos, de clientes que venían a reclamar que el trabajo se despegaba y lógicamente, yo lo tenía que hacer de vuelta»

«No es que fui, salió mal y que el cliente se las arregle… Yo tuve que aprenderlo bien y hacerlo bien; tuve en un momento, el deseo de abandonar por cansancio, pero volví y le agarré la mano al pegamento; descubrí la forma de que el trabajo salga bien con sus tiempos y se acabaron los reclamos»

Sabino Vera llegó a la ciudad de Esquel con 21 años; luego de pasos por Bariloche, Viedma, Carmen de Patagones, siempre trabajando en zapaterías. Y en este sentido, recuerda que «en esos años salía de un pueblo a otro, donde había zapaterías conseguías trabajo. Eso hoy se ha cortado. En Trelew, por ejemplo, en aquel tiempo, un zapatero podía tener trabajo en tres zapaterías. Era muy lindo porque se trabajaba mucho y se ganaba bien».

«Ahora ya no se consiguen zapateros; vamos quedando pocos, los veteranos. Hay algunos chicos nuevos pero con distinta técnica. El último chico al que le enseñé tendrá hoy 25 años y ya no está en Esquel. Tenía enseñanzas de su padre asique le agarró la mano enseguida a las herramientas»

¿Cómo armó el taller a lo largo de su vida?

Don Vera llegó a Esquel con una mochila, una cuchillita, una pinza y un martillo que aun conserva: «eran pocas herramientas, con eso ya hacía tacos, suelas. Con eso empecé; después conseguí una maquinita amoladora chiquita como para pulidos y, después de un par de años, pude comprar una máquina en Buenos Aires que fue de gran ayuda; era como tener a cuatro personas trabajando, porque hace los pulidos gruesos, finos y cepillo de lustre y fino. Esa máquina es muy útil y sigue estando».

«Logré comprar una composturera que se rompió; estaba soldada la pieza de rodamiento y se terminó quebrando. La tuve sin uso varios años hasta que la mandé a Singer en Buenos Aires a rectificar y hasta el día de hoy me acompaña. Realiza el cambio de cierre, costuras finas y gruesas; me sirvió para empezar con la fabricación»

«Con el tiempo fui comprando el resto de las máquinas. En el 87 empecé con la fabricación, hice mis primeros pares. En el 92 viajé a Buenos Aires y me traje todo lo que es hormas, hilos y demás materiales para la fabricación, más las máquinas de aparar, con motor. No fue fácil aprender a usarlas, son fijas y se trabaja todo con las manos»

A sus 28 años, Sabino se casó y formó una familia en la que tiene dos hijos y dos hijas. Recuerda que en esos tiempos, también incursionó por períodos cortos en los rubros albañilería y carpintería.

Con algo de nostalgia, Don Vera recuerda que el trabajo valía mucho y además, había: «ahora es difícil porque hay muy poco… En el año 88 ya se empezó a usar mucha zapatilla; después del 93 apareció el calzado de plástico y PVC, entonces quedamos muy pobres… Empezaron a cerrar las fábricas; los zapateros fueron desapareciendo y no se formaron más. La industria del calzado argentino se vino abajo».

«Me hubiese gustado que el oficio pero se está acabando. Me gustaría que el gobierno haga algo con respecto a los oficios que se están terminando; buscar gente idónea para que enseñen. A mi nunca me pidieron que enseñe, ni me vinieron a ver. Estaría bueno que abran escuelas fábricas; es difícil, cuesta encontrar gente capacitada que enseñe y prosiga»

Es argentina, fundó su marca de zapatos de lujo y conquistó el mercado estadounidense: “Vi una oportunidad”

Fuente: La Nación – Con 30 años y más de una década de experiencia, Victoria Cirigliano dirige su empresa de calzado; ahora da mentorías para aquellos que migran y desean emprender su propio negocio

Victoria Cirigliano siempre tuvo la meta muy clara: crear una marca que pudiera internacionalizar. Licenciada en Relaciones Públicas, orientó su carrera a los negocios e incluso se preparó en Marketing Business en Londres. “Inicialmente, no sabía hacia qué lado de la moda me inclinaría, pero sí sabía que esa sería mi industria”, explicó en diálogo con LA NACION. Hoy, instalada en Estados Unidos y con Vicson, una empresa propia en crecimiento, cuenta cómo se inició a través de las redes sociales.

Quien toma una fotografía del negocio actual de Cirigliano, no imagina que la persistencia, aprender todo desde cero y las ventas por Internet, junto a un público argentino que acompañó su entusiasmo, la llevaron hoy a vender calzado de lujo de estándar internacional a precios competitivos.

Parte de la colección de Vicson
Parte de la colección de VicsonVictoria Cirigliano

“Pienso que las redes sociales democratizaron muchas cosas. Antes era necesario contar con una agencia de prensa y también un local en la calle, lo que implicaba mayores gastos, como un contrato de alquiler y un depósito en garantía”, explica, y añade que se dio cuenta de que si se valía de la tecnología y una inversión mínima, podría empezar su propio negocio. Y así lo hizo.

“Elegí zapatos porque pensé que sería fácil”, revela Victoria entre risas. “Cualquiera que trabaja en moda concuerda con que fabricar calzado es lo más complicado. Es por eso que no hay tantas marcas de zapatos”, cuenta.

Victoria Cirigliano encontró en Estados Unidos un mercado en el cual competir con Vicson, su marca de calzado
Victoria Cirigliano encontró en Estados Unidos un mercado en el cual competir con Vicson, su marca de calzadoVictoria Cirigliano

Con el rubro ya seleccionado, fue a las fábricas de zapatos y comenzó a tocar puertas. La idea era clara, aprender desde cero cómo conseguir el tan ansiado producto final. “Nunca dejé que un ‘no’ me detuviera. Yo creo en hacer y pienso que haciendo se aprende”, expresa con seguridad.

Victoria recuerda que dio sus primeros pasos hace diez años, cuando tenía 21, y no dejó que absolutamente nada la intimidara. En una industria sumamente dominada por hombres, hacerse respetar y que la tomaran en serio no fue tarea fácil.

De acuerdo con Cirigliano, “las primeras colecciones fueron un desastre”, ya que desconocía los tiempos hasta que comprendió poco a poco los procesos de producción. “Solo se equivocan los que hacen”, le dijo un ser querido, una frase que ahora es un mantra que la acompaña.

La empresaria destaca que siempre prestó mucha atención a la estética en sus campañas publicitarias en Facebook y considera que ese detalle fue fundamental para crecer velozmente en redes sociales. Tan solo durante el primer mes sumó 20.000 seguidores.

Parte de la colección de Vicson
Parte de la colección de VicsonVictoria Cirigliano

Pese a que su meta siempre fue penetrar en el mercado estadounidense, Victoria reconoce que en su trayecto fue necesario el apoyo del público argentino, donde consiguió sus primeros compradores. “El proyecto siempre fue expandirme a otros países y yo quería arrancar por Estados Unidos porque vi que existía una oportunidad”, manifiesta, y añade que existía la necesidad de zapatos “cancheros” que a su vez fuesen cómodos.

Con calzado de lujo que fácilmente supera los 1000 dólares, su idea consistió en ofrecer un producto a precio intermedio, pero de excelente calidad. “Hay zapatos muy baratos, pero que no son cómodos, no son de buena calidad y tampoco están producidos éticamente”, dice. Recuerda que cada vez que viajaba a Estados Unidos, se impresionaba por la cantidad de personas que la detenían en la calle para preguntarle de quién eran sus zapatos. “Eso no podía ser posible”, expresa.Vicson, la marca de calzado de Victoria Cirigliano que pisa fuerte en Estados Unidos

Asimismo, recuerda con diversión aquella vez cuando la gerente de un local la persiguió en el estacionamiento de una tienda para preguntarle dónde había comprado sus zapatos. Evidentemente, existía una necesidad que debía ser satisfecha, pero sin tener que desembolsar miles de dólares ni tampoco caminar por la calle con calzado que causara estragos en los pies.

Nuevamente con el norte claro, en 2016, Victoria se aventuró a asistir como visitadora a la feria Magic en Las Vegas, un reconocido evento de la industria minorista que reúne en Nevada el mercado más completo de moda a nivel internacional. Luego de ver semejante “movida”, comenzó a investigar cómo podría insertarse en el mercado estadounidense y surgió Brasil como una opción viable para fabricar su producto. Tampoco fue una decisión al azar, ya que el 50% del calzado a nivel mundial se fabrica en el gigante sudamericano.

Contrario a lo que Cirigliano pensó inicialmente, una vez que consultó a la cámara de calzado de Brasil, un mundo de posibilidades se abrió para ella y recibió un listado de las fábricas acordes a lo que ella buscaba, lo que incluía la sustentabilidad. “Hay que perderle el miedo al ‘no’ y dar un paso más allá”, comenta.

No solo se sintió a gusto con reglas de exportación, sino que ahora trabaja con una fábrica que se caracteriza por ser sostenible. “Funciona con la energía que producen los paneles solares, y además es una empresa que lideran una madre y su hija”, explica.

Victoria Cirigliano eligió una fábriza en Brasil para confeccionar su calzado
Victoria Cirigliano eligió una fábriza en Brasil para confeccionar su calzadoVictoria Cirigliano

Con la fábrica ya elegida,lanzó Vicson en Estados Unidos a través de Shopify con muchos anuncios en lo que a marketing digital se refiere. Alquiló un depósito y exportó el calzado desde Brasil. Si bien está residenciada en Miami, Victoria tiene clientes en todo el país y su primer cliente mayorista fue de Arkansas, un lugar completamente inesperado para ella.

El éxito que trajo Vicson consigo no solo se ve reflejado en los números y en las ventas. Por el importante éxodo argentino actual, la joven comenzó a recibir consultas a través de su Instagram personal, que a su vez funciona de vitrina para mostrar cada uno de sus diseños.

Actualmente, no solo dirige su propia marca, sino que ofrece mentorías y consultorías para aquellos que quieren iniciarse en el mundo empresarial en Estados Unidos y los acompaña durante todo el proceso.

Selección argentina: Adidas lanza la nueva camiseta y espera un récord de ventas

Fuente: La Nación ~ Pese a la inflación y la crisis, el presidente de la marca adelantó que espera que la demanda crezca un 15% frente a Rusia 2018.

Messi y la “Scaloneta” le ganarán el partido a la inflación y la crisis económica. Al menos ese es el pronóstico que tienen en Adidas, firma en la que proyectan para este año un récord de ventas de la camiseta de la Selección argentina que se acaba de presentar. “El Mundial pasado no había sido uno malo en ventas de camisetas, pero ahora esperamos estar un 15% por arriba de Rusia 2018″, aseguró Pablo Lamo, presidente y director general de Adidas Argentina en diálogo con LA NACION.

La nueva camiseta se presenta en dos versiones: la “auténtica” -que es la que usan Messi y el resto de los jugadores y que cuesta $25.000- y la “réplica”, que es la que se vende en la mayoría de las casas de deporte, a un precio de $15.000. El nuevo diseño estuvo a cargo del equipo de diseñadores que tiene Adidas en Alemania y que se encarga del desarrollo de las camisetas de las seis selecciones que vestirán las tres tiras en Qatar.

“El detalle de la camiseta está atrás, con una franja que está inspirada en las banderas que cuelgan en los balcones y el sol de Mayo. El diseño se hace en la casa matriz, que está a cargo del desarrollo de todas las camisetas con equipos de diseñadores de todo el mundo y que respetan una misma línea. Salvando las distancias, es lo mismo que pasa con los autos que tienen una línea parecida. Pero la producción es nacional”, destacó Lamo.

El origen de las camisetas no es un dato menor en momentos de endurecimiento del cepo a las importaciones. “Las camisetas se fabrican acá, tanto las que usan los jugadores como las oficiales que salen a la venta para el público en general. La producción está a cargo de la empresa RA Intertrading, que tiene su planta en Villa Lugano. Y no se trata de algo de coyuntura. Desde hace muchísimos años tenemos la estrategia de abastecimiento dual, combinando la fabricación nacional y la importación. En 1999 Adidas se instaló en forma directa, pero cuando la licencia de la marca la tenía Gatic también teníamos una pata de producción nacional muy importante. En calzado también combinamos la producción nacional, en una planta que tiene la empresa brasileña Dass en Coronel Suárez, con la importación, y además trabajamos con un fabricante que nos abastece de medias. Hoy estamos con un 60% de producción nacional y un 40% de importación. Y lo que fabricamos acá no son únicamente las líneas más económicas”, explica el número uno de Adidas Argentina.

-¿Cómo impactó el cepo importador que se anunció hace unos días? ¿Tuvieron problemas con la camiseta?

-Hoy no nos está faltando ninguna línea de producto y estamos trabajando con la Secretaría de Industria para asegurar el abastecimiento. Con respecto a las últimas medidas para la importación, todavía es todo muy reciente para saber cómo nos va a afectar, pero en el caso puntual de las camisetas no hay problemas porque son de producción nacional. Y, de hecho, se va a estrenar en el partido que jugará mañana la Selección de fútbol femenino en la Copa América contra Brasil. Puede haber algún faltante puntual, pero en términos generales estamos bien. Nos estamos adaptando permanentemente a las reglas de juego y no es fácil, porque la certidumbre es un valor importante en los negocios. Hoy lo que estamos haciendo es esperar y ver que se calmen las aguas. Seguimos en forma constante lo que pasa con la importaciones, pero también estamos creciendo con la fabricación nacional y para este año esperamos un incremento del 20% en la producción de calzado y de 25% en indumentaria.

-¿Cómo le explican las restricciones del mercado argentino en la casa matriz?

-En mi caso reporto directamente a la oficina regional que está en Panamá. Y la verdad es que tenemos siempre su apoyo y no viene solo de ahora. El contrato que tenemos con River es el más largo que tenemos a nivel mundial, solo superado por el que nos une con la selección de Alemania. De hecho se renovó el año pasado y tiene una historia más larga que la que tenemos con el Bayern Munich.

-¿Qué le preocupa en el mercado argentino?

-La falta de estabilidad. Nosotros estamos para adaptarnos a las reglas de juego que se pongan, pero nos preocupa la falta de certidumbre.

-¿Qué proyección de ventas tienen para la nueva camiseta?

-Lo primero es que la camiseta le guste a la gente. Y después, va a depender mucho de los resultados de la Selección en el Mundial de Qatar. Siempre ocurre que la venta se va a calentando a medida que se acerca la fecha y depende de cómo le vaya en los primeros partidos. Nos pasó en la Copa América. El fin de semana de la final contra Brasil las ventas se dispararon y las tiendas explotaban. Por ahora, lo único que podemos hacer son comparaciones con el Mundial pasado, que no había sido un Mundial malo en la venta de camisetas, pero ahora esperamos estar un 15% por arriba de Rusia 2018.

-¿Hasta cuándo es el contrato de esponsoreo de la Selección?

-El contrato con la AFA vence en 2030 y se trata de una negociación global, que está a cargo de Alemania (donde está la casa matriz), porque es una selección estratégica, no hay muchos equipos que tengan dos títulos mundiales. Y también influye que hay una identificación histórica muy grande entre Adidas y la selección argentina. El primer esponsoreo fue en 1974 y tenemos diez mundiales juntos en la espalda.

Pablo Lamo: "Siempre ocurre que la venta se va a calentando a medida que se acerca la fecha y de cómo le vaya en los primeros partidos. Nos pasó en la Copa América. El fin de semana de la final contra Brasil las ventas se dispararon y las tiendas explotaban"
Pablo Lamo: «Siempre ocurre que la venta se va a calentando a medida que se acerca la fecha y de cómo le vaya en los primeros partidos. Nos pasó en la Copa América. El fin de semana de la final contra Brasil las ventas se dispararon y las tiendas explotaban»Ricardo Pristupluk – La Nacion

-En el fútbol argentino Adidas tiene a Boca y a River. ¿Cuál vende más?

-Es muy parejo, son niveles de venta prácticamente similares y las posiciones dependen básicamente de los resultados deportivos de cada equipo.

-¿Influye en la venta la falta de sponsors en las camisetas? ¿La gente demanda más ese tipo de camisetas, como la que tiene Boca ahora, después de la finalización del contrato con Qatar Airways?

-Es muy temprano para saber. Personalmente creo que son más lindas las camisetas sin sponsor. Le pasó hace un tiempo a River y ahora a Boca.

-¿Están buscando algún nuevo club además de Boca y River.

-No estamos de manera activa negociando ningún contrato. Adidas está concentrado en la Argentina en cinco categorías. En fútbol tenemos a la AFA, Boca y River. En running tenemos un plan de crecimiento muy ambicioso. La marca nació en 1949 por la pasión que tenía el fundador por darle lo mejor a los atletas y así creó el primer calzado con clavos para el atletismo. Otra categoría en la que tenemos el foco es todo lo que sea lifetime y la ropa casual. Y también queremos crecer en outdoor y las actividades al aire libre. Hoy es una división relativamente pequeña para nosotros, pero queremos que crezca. En Chile por ejemplo estamos con tiendas exclusivas de Adidas Outdoor y eventualmente queremos traer el negocio al país. Y la quinta categoría en la que queremos crecer es la ropa de entrenamiento, aprovechando el tema de la vida saludable que explotó después de la pandemia. Nuestro posicionamiento es como una marca multiespecialista. Tenemos los mejores zapatos para correr y los mejores botines, pero también las botas para hacer outdoor o la ropa para ir al gimnasio.

-¿Cómo manejan los contratos con los jugadores?

-Hoy tenemos contratos con 16 jugadores de la Selección, incluyendo a Messi, que es una negociación global que se maneja desde Alemania. En otros casos, como el de Julián Alvarez, el contrato se negoció acá, pero después lo maneja donde se localiza el jugador.

-¿Qué está haciendo la forma con el fútbol femenino?

-Tanto los contratos de la AFA como los de Boca y River incluyen las camisetas de los equipos femeninos, y estamos convencidos que el fútbol femenino va a ser el más va a crecer. De hecho, en muchos torneos locales de fútbol, hay más mujeres inscriptas que hombres. Hay una decisión de Adidas de crecer en todo lo que sea deporte femenino y para 2025 queremos que el 40% de las ventas sea de productos para la mujer. El fútbol está ayudando muchísimo en este objetivo pero no es el único deporte. También lo estamos viendo mucho en las maratones, los gimnasios o las piletas de natación.

La nueva camiseta de la Selección saldrá a la venta en dos modelos: la que usan los jugadores (que costará $ 25.000) y una réplica oficial que se venderá en la casa de deportes a $ 15.000
La nueva camiseta de la Selección saldrá a la venta en dos modelos: la que usan los jugadores (que costará $ 25.000) y una réplica oficial que se venderá en la casa de deportes a $ 15.000IONIEPEL

-¿Cómo viene el mercado de la indumentaria deportiva? ¿Es un buen año?

-No hay números generales, pero estamos arriba de 2021, que ya había sido un buen año para el sector. La pandemia nos terminó jugando a favor. Por un lado, porque la gente se puso más consciente de la importancia de la actividad física y eso benefició a todas las marcas deportivas. Y también porque el trabajo en casa le dio un nuevo impulso a un estilo de vestimenta mucho más casual.

-Nike acaba de desprenderse de su negocio en la Argentina y empezó a trabajar con un operador que tiene la licencia de la marca para el país. ¿Analizan seguir sus pasos?

-No. Nunca estuvo en análisis esa posibilidad. Tenemos presencia desde hace más de 50 años en el país y no está en nuestros planes vender ni buscar un socio. La compañía opera de manera directa en la Argentina y va a seguir siendo así. Y lejos de irnos, estamos con planes de inversión, en marketing, en las fábricas que nos abastecen de calzado e indumentaria, y también en las tiendas. Hoy estamos manejando en forma directa los outlets de la marca y queremos ampliarlos, duplicando la superficie. Además también estamos potenciando todo lo que sea la venta online. Queremos que Adidas.com represente aproximadamente el 20% de las ventas y estamos cerca de lograrlo. Para 2025 el objetivo a nivel mundial es que la venta digital signifique el 40% de las ventas y lo veo como algo posible a nivel local, no solo por la demanda de Adidas.com sino también por el crecimiento de los canales digitales de nuestros clientes y de propuestas como Mercado Libre.

Pablo Lamo: "En ventas hoy estamos arriba de 2021 que ya había sido un buen año para el sector. La pandemia nos terminó jugando a favor. Por un lado, porque la gente se puso más consciente de la importancia de la actividad física y eso benefició a todas las marcas deportivas. Y también porque el trabajo en casa le dió un nuevo impulso a un estilo de vestimenta mucho más casual"
Pablo Lamo: «En ventas hoy estamos arriba de 2021 que ya había sido un buen año para el sector. La pandemia nos terminó jugando a favor. Por un lado, porque la gente se puso más consciente de la importancia de la actividad física y eso benefició a todas las marcas deportivas. Y también porque el trabajo en casa le dió un nuevo impulso a un estilo de vestimenta mucho más casual»Ricardo Pristupluk – La Nacion

-¿Qué papel tienen las cadenas multimarcas como Dexter o Solo Deportes? ¿Es un fenómeno local o también se registra en otros países?

-El canal de las casas de deporte representa más o menos el 55% de la ventas en la Argentina y su participación depende mucho de cada mercado. En Chile, por ejemplo, son muy fuertes las tiendas departamentales y en Colombia el negocio pasa casi exclusivamente por los locales monomarcas. En cambio, Brasil o México son mercados más parecidos al de la Argentina.

Creó una marca de zapatillas que fue ícono teen y hoy sigue vendiendo: la historia de John Foos

Fuente: Cronista ~ ( @johnfoosla ) Miguel Ángel Fosati armó su empresa en los 80 y sus zapatillas de lona marcaron una época en la moda adolescente. De dónde surgió el peculiar nombre de la firma.

En los 90 una marca de zapatillas de lona con nombre en inglés se volvió furor entre los adolescentes. Su diseño lo usaban desde músicos hasta las estrellas de la tira juvenil del momento. Sin embargo, a pesar de lo que muchos creían, esta etiqueta tenía origen nacional. John Foos marcó una época en el negocio de calzado y más de cuatro décadas después de su nacimiento aún se mantiene vigente.

Miguel Ángel Fosati hizo de todo. Se ganó la vida limpiando autos, se dedicó a armar flores artificiales e incluso incursionó en el mundo de la radio como locutor. Pero en su juventud ingresó a la industria del calzado a través de un familiar que tenía una fábrica dentro del rubro.

Miguel Ángel Fosati, fundador de John Foos. Creó la marca en 1980.

Luego de ganar experiencia ahí en la parte comercial, él decidió independizarse. En los 70 empezó a juntar la producción de varias fábricas y luego las colocaba en el mercado estadounidense, en particular en la cadena de tiendas Macy’s. Lo que hacía era exportar todos los zapatos a la Isla de Margarita, en el Caribe, desde donde los grandes players de retail se abastecían debido a sus menores costos impositivos.

Nacimiento de John Foos

Pero el Rodrigazo de 1975 lo llevó a tener que reinventarse. Tenía 28 años y tras conseguir u$s 200.000 los invirtió para abrir su propia planta de zapatillas vulcanizadas en un predio que había adquirido en Haedo. «Investigué y había pocas fábricas de zapatillas vulcanizadas en el mundo. Los fondos surgieron de los porcentajes que me pagaban las tiendas en Estados Unidos por conseguirles calzado argentino», detalló Fosati, en diálogo con El Cronista en 2020.

La marca se volvió un hit con su clásica zapatilla de lona.

A la compañía todavía le faltaba una marca y el emprendedor lo encontró en un libro. Entre hojas y hojas apareció un nombre que llamó su atención: John Foos. Se trataba de un militar estadounidense que actuó durante la Guerra de Secesión para el bando sureño. A Fosati le gustó como sonaba e inmediatamente lo patentó.

Ícono adolescente

En cuanto al producto, el rumbo era el indicado. Las zapatillas vulcanizadas (cuya suela de caucho atravesaba un proceso que las hacia elásticas y resistentes) tenían potencial. No obstante, la pata comercial no acompañaba, ya que las casas deportivas solo buscaban marcas reconocidas para tener en sus escaparates. Por eso, al principio, John Foos solo se vendía en vaquerías y zapaterías.

¿Cómo logró convertirse en un ícono de la moda urbana adolescente? La etiqueta se consolidó en los 90 luego de apostar por la publicidad en canales de televisión cuyo core de audiencia correspondían a este target, como MTV y Much Music. Así también consiguió penetrar dentro del mercado regional y la marca se registró en 23 países.

Una marca regional

En 1997 se mudó de Haedo a Beccar, donde hoy cuenta con un predio de 9000 metros cuadrados. Ahí posee tres fábricas: una de armado, otra de caucho y una de aparado. Esta unidad elabora principalmente para el mercado interno. Por su parte, para la región produce todo en fábricas en China e India. Actualmente la presidencia de la marca está compartida con María José Fosati.

Tiene una planta en Beccar desde donde fábrica zapatillas para el mercado argentino.

Durante su pico de ventas llegó a fabricar alrededor de 1 millón de pares de zapatillas por mes. Si bien estos números bajaron, hoy John Foos se mantiene vigente con nuevos productos. Su antiguo slogan lo indica: «Las zapatillas se gastan, las ideas no».

“Comme Il Faut”, Alicia la creadora y propietaria de la marca de zapatos de tango

Fuente: La Nación ~ Alicia Muñiz rememora, con lujo de detalles, la primera vez que asistió a una clase de tango en el barrio de Avellaneda. Tenía apenas treinta años y fue a partir de la iniciativa de una amiga. “Ella hacía varios meses que estaba aprendiendo a bailar y me insistió para que la acompañe. Te va a encantar, me dijo”, relata Muñiz. Aquella noche Alicia llegó puntual, sin embargo su compañera tuvo un imprevisto personal y no logró asistir al encuentro. Ella tomó coraje y tras escuchar atentamente al profesor se dejó llevar. Al instante se sintió protagonista. En una de las pistas conoció al amor de su vida, Fernando, y también a Raquel Coltrinari, quien con el tiempo se convertiría en su socia. “Me fascinó, me enloqueció. En ese momento comencé a perfeccionarme y asistir a todas las milongas de la ciudad. Hasta que en una oportunidad se me ocurrió arrancar a diseñar mis propios zapatos de tango. Es que los que había me parecían anticuados, básicos, cerrados y casi todos iguales de color negro. Me aburrían”, confiesa, entre risas, detrás del escritorio de su boutique “Comme Il Faut”, ubicada en el bellísimo pasaje “Rue des Artisans” (ruta de los artesanos) en la calle Arenales 1239 en el coqueto barrio de Recoleta. Lo que comenzó como un hobbie se transformó en un emprendimiento exitoso: sus exclusivos modelos son los preferidos de las bailarinas y los exporta a Europa, Estados Unidos y Asia.

La marca de zapatos de tango, "Comme  II Faut" en el local de Recoleta.
La marca de zapatos de tango, «Comme II Faut» en el local de Recoleta.Rodrigo Néspolo – LA NACION

2001: una mañana en plena crisis

Fue una mañana, en plena crisis del 2001, cuando Muñiz descubrió un aviso que le llamó la atención en el diario. “Aprenda a diseñar sus propios zapatos”, decía como anticipo del curso. Ella sintió una corazonada y, sin dudarlo, se anotó. “Quería hacerme modelos para mí. Me encargué del diseño, de cortar cada pieza y elegir los materiales. Fue muy divertido. Estuve más de dos años probando diferentes hormas y tacos para que quedaran bien confortables. Y empecé a hacer un calzado de tango diferente al que había: antes eran todos cerrados y yo propuse hacerlos abiertos. También le cambié el estilo de las suelas ya que antes eran todas negras. Así le di un toque más moderno y de diseño”, cuenta. Su primer modelo fue uno de color cobre con un taco de 10 centímetros de altura. Luego, incursionó con otro de cavallino blanco con pintas negras. Cuando se sintió confiada con sus creaciones, los lució en una de las milongas y sus amigas quedaron maravilladas. “¿Dónde los conseguiste?”, me preguntaron. No me creyeron cuando les conté la historia”, confiesa, entre risas. Al tiempo sus colegas le encargaron un par y con el boca a boca, los modelos de Alicia de colores vivos y llamativos; con dedos abiertos, encaje, terciopelo, satén y hasta animal print conquistaron las pistas de baile.

Alicia la creadora y propietaria de la marca de zapatos de tango, "Comme  II Faut" en su local de Recoleta.
Alicia la creadora y propietaria de la marca de zapatos de tango, «Comme II Faut» en su local de Recoleta.Rodrigo Néspolo – LA NACION

“Bailarinas extranjeras me pedían de 6 a 8 pares”

El emprendimiento comenzó con un showroom pequeñito en su departamento. Al principio era muy secreto y de “culto”, al que únicamente llegabas por recomendación. Poco a poco empezó a crecer por toda la ciudad de Buenos Aires y traspasó fronteras. “Una tarde se llenó de bailarinas extranjeras. Todas querían llevarse su modelo, me pedían de a 6 y hasta 8 pares”, detalla Alicia y cuenta cómo se inspiró con el nombre del emprendimiento.

Alicia la creadora y propietaria de la marca de zapatos de tango, "Comme  II Faut" en su local de Recoleta.
Alicia la creadora y propietaria de la marca de zapatos de tango, «Comme II Faut» en su local de Recoleta.Rodrigo Nespolo

“Comme Il Faut, es muy significativo. Por un lado, es el nombre de un tango clásico, que me encanta, de Eduardo Arolas. Por el otro, en francés significa “como debe ser”. Considero que hago un producto genuino y de calidad. Zapatos como deben ser”, revela la creadora.

Alicia la creadora y propietaria de la marca de zapatos de tango, "Comme  II Faut" en su local de Recoleta.
Alicia la creadora y propietaria de la marca de zapatos de tango, «Comme II Faut» en su local de Recoleta.Rodrigo Néspolo – LA NACION

Una tarde, mientras caminaba para entregarle un exclusivo diseño a una clienta encontró un cartel de “alquiler” en un local del pasaje “Rue des Artisans”. “Cuando subí la escalerita y descubrí el lugar me pareció mágico. Además, tiene un aire parisino alucinante y mantiene la misma mística de estar escondido. No quería que fuera un local a la calle”, admite mientras recorre el salón con gigantescos espejos antiguos, sillones y cómodos taburetes. De fondo, suena un tango de la década del 50, uno de los preferidos de la anfitriona.

La marca de zapatos de tango, "Comme  II Faut" en el local de Recoleta.
La marca de zapatos de tango, «Comme II Faut» en el local de Recoleta.Rodrigo Néspolo – LA NACION

Los estantes están repletos de cajas de color blancas con distintos modelos y tamaños de taco (desde los 6 hasta los 10 centímetros de altura). Hay de color nude; fucsia con amarillo, azul eléctrico, de leopardo, rojos, de terciopelo, plateados, combinados y hasta a rayas, entre muchísimos más. Muñiz, cuenta que de cada modelo no confecciona más de cien pares. “Por eso, digo que son como mini colecciones cápsulas”, agrega y comienza a explicarnos el minucioso proceso de producción artesanal de cada uno. “Primero armo el diseño (que es la parte que más disfruto) y después elijo los materiales”, detalla y se acerca al pequeño ambiente repleto de cueros, gamuzas, terciopelo, entre otros, de distintas gamas de colores.

La marca de zapatos de tango, "Comme  II Faut" en el local de Recoleta.
La marca de zapatos de tango, «Comme II Faut» en el local de Recoleta.Rodrigo Néspolo – LA NACION

Cómodos y resistentes

En su mesa de trabajo, Luis Verón, de 48 años, se encuentra cortando un forro (revestimiento interior del calzado). A su lado, tiene curiosas herramientas: lima triángulo, fleje de acero y una piedra de color negra de gran tamaño. En otras cajitas apiladas guarda las escalas y moldes para cada talle. “Arranqué en este oficio a los 15 años.

La marca de zapatos de tango, "Comme  II Faut" en el local de Recoleta.
La marca de zapatos de tango, «Comme II Faut» en el local de Recoleta.Rodrigo Néspolo – LA NACION

Viene de familia, mi padre siempre trabajó de armador”, confiesa, mientras le da forma, con movimientos rápidos y precisos, a un cuero para un calzado de charol negro con pulsera de color plateada. Tras pasar por el sector de cortado, las piezas se dirigen a otro taller artesanal de aparado y armado. Allí también le colocan su taco correspondiente. Cuentan que cada par tiene un proceso de producción entre cuatro a cinco días. “El zapato tiene que ser anatómico y envolver el pie. Además, de cómodos y resistentes para el baile de varias horas”, admite la experta.

Alicia la creadora y propietaria de la marca de zapatos de tango, "Comme  II Faut" en su local de Recoleta.
Alicia la creadora y propietaria de la marca de zapatos de tango, «Comme II Faut» en su local de Recoleta.Rodrigo Nespolo

Varias jovencitas se acercan en busca de su primer par. Carina, una de las empleadas, cuenta cómo se encargan de asesorarlas. “Primero les preguntamos el talle y la gama de colores que les gustan. Luego, les vamos trayendo varios modelos (entre 20 y 30 cajas). Hay un calzado ideal para cada una”, dice. Encontrar al indicado no es tarea sencilla: en promedio cada cliente tarda aproximadamente dos horas en la elección. “Para la bailarina es como elegir un auto, el zapato la acompaña a todos lados. Ahora están saliendo mucho los de color piel”, afirma Carina, mientras acomoda en cajas algunos diseños que están en el suelo.

Alicia la creadora y propietaria de la marca de zapatos de tango, "Comme  II Faut" en su local de Recoleta.
Alicia la creadora y propietaria de la marca de zapatos de tango, «Comme II Faut» en su local de Recoleta.Rodrigo Néspolo – LA NACION

Alicia se enorgullece cuando oye que el tango como danza vive un gran auge a nivel mundial. “Muchos bailarines empezaron a viajar y los contrataron para ir a dar clases por el mundo. Creo que gran parte de este renacimiento se lo debemos al espectáculo Tango Argentino”, considera. Muchas de sus creaciones lucen en los pies de bailarinas por Europa, Estados Unidos, China, Japón, entre otros. Entre ellas, Claudia Codega, Graciela González, Milena Plebs y Geraldin Rojas, por tan solo mencionar algunas. Por su boutique también han pasado Rania de Jordania y la diseñadora de moda Carolina Herrera.

Alicia la creadora y propietaria de la marca de zapatos de tango, "Comme  II Faut" en su local de Recoleta.
Alicia la creadora y propietaria de la marca de zapatos de tango, «Comme II Faut» en su local de Recoleta.Rodrigo Nespolo

Cuando se celebra el Festival y Mundial de Tango en Buenos Aires a Muñiz le fascina ir como espectadora. “Siempre me emociona”, confiesa. De vez en cuando, con Fernando, su compañero en la vida y la pista, bailan en las milongas porteñas algunos éxitos de Juan D’arienzo, Carlos Di Sarli y Ricardo Tanturi. “En una época íbamos muy seguido”, admite, quien en su hogar tiene un closet repleto de zapatos. “Tengo muchísimos, imposible poder contarlos. Los que más me gustan son los de taco alto, te parás de otra manera”, dice. Uno con perlas en el taco fue su última incorporación a la colección. Su escritorio está repleto de accesorios y objetos con figuras de tacones: cinta, llaveros, anotadores, cuadernos y cajas. “Soy fanática. ¿Se nota? “, remata, risueña. A su lado, colgada en una de las paredes, se encuentra un cuadrito con la partitura original de “Comme Il Faut’’, tango sentimental para piano por Eduardo Arolas; que inspiró el nombre de sus zapatos.

Son argentinos y fabrican zapatillas con neumáticos y residuos reciclados

Fuente: Economía Sustentable ~ Se trata de Xinca, la marca mendocina creada por Alejandro Malgor, Ezequiel Gatti y Nazareno El Hom. Cómo contribuye con el medioambiente a través de la inserción laboral.

“Nuestras zapatillas son basura y estamos orgullosos”, afirman Alejandro Malgor, Ezequiel Gatti y Nazareno El Hom, tres amigos oriundos de la provincia de Mendoza que en 2013 decidieron dar el salto emprendedor y fundaron Xinca, una marca de calzado e indumentaria que tiene a la sustentabilidad y la inclusión social como motor.

El 17 de mayo se celebra un nuevo Día Mundial del Reciclaje, una fecha que invita a reflexionar sobre el daño ambiental que producen los residuos y de qué forma es posible reducir el impacto y generar valor, tanto para el medioambiente, como para la sociedad.

Xinca, una marca de calzado e indumentaria que tiene a la sustentabilidad y la inclusión social como motor.

Según cifras oficiales, en Argentina se desechan cerca de 150 mil toneladas de neumáticos al año, esto representa una gran amenaza en términos de contaminación ambiental y está comprobado que los procesos de descarte -la quema, por ejemplo- tienen incidencia negativa en la salud de las personas.

Bajo la premisa de generar un cambio, y convencidos de que la industria de la moda puede reconvertirse al servicio del planeta, nace el producto estrella de Xinca: las zapatillas confeccionadas con suela de caucho de neumático reciclado y residuos de la industria textil. “El desecho de una industria puede transformarse en materia prima de otra”, explica Alejandro Malgor, co-fundador de la marca.

Reinserción social

Además del reciclaje Xinca también se encarga de brindar una nueva oportunidad a personas privadas de su libertad, bajo la convicción de que la reinserción social es indispensable para evitar la reincidencia.

En ese sentido, al día de hoy, son más de 80 los internos del penal de San Felipe, en Mendoza, que cuentan con un empleo y fuente de ingresos en el taller de la compañía, donde se realiza el ensamble de las zapatillas.

“El objetivo es que puedan aprender la importancia del trabajo y juntos podamos ayudar a reducir los índices de reincidencia. Si una persona sale de la cárcel y no consigue trabajo, a veces su única opción es delinquir. En Xinca incentivamos dejar los prejuicios de lado y sostenemos que una vez cumplida la condena legal, de nada sirve someterse también a la condena social. Las personas con las que trabajamos demuestran a diario la importancia de una segunda oportunidad”, afirma el emprendedor.

Triple impacto

Xinca cierra el círculo del triple impacto -ambiental, social y económico- con la venta de sus productos al público. Hoy, la tecnología es una gran aliada en el propósito de la compañía: la empresa canaliza el 80% de sus ventas a través de Tiendanube y evalúa la posibilidad de mover toda su operatoria exclusivamente al canal online.

“Contar con un e-commerce nos permite llegar a más personas con un precio más justo, sobre todo porque podemos eliminar intermediarios. Contar con este medio nos ayuda a vender en todo el país, sin necesidad de contar con un local físico”, reflexiona Alejandro.

Xinca cierra el círculo del triple impacto -ambiental, social y económico- con la venta de sus productos al público.

Es una marca 100% de industria argentina que gracias al comercio electrónico pudo dar el salto emprendedor y logró exportar sus productos a Chile y Uruguay. Según comentan sus fundadores, la idea en esta nueva etapa del negocio es poder llegar con sus zapatillas sustentables a otros países de la región. Además, se encuentran en proceso de sumar inversión para potenciar su impacto y llevar el reciclaje y la inclusión al siguiente nivel.

Su objetivo para 2025 es tener una línea de calzado hecha de forma 100% circular, donde las suelas que queden fuera de uso puedan ser reutilizadas para desarrollar nuevos modelos de zapatos.

“En estos años de trabajo supimos entender que no estamos resolviendo el problema de la basura ni del descarte de neumáticos, pero estamos comprometidos a realizar un aporte activo, sumando nuestro granito de arena y demostrando que hay otra forma de hacer las cosas. Queremos seguir promoviendo la idea de que, aún con basura, es posible hacer grandes cosas”, dice Malgor.