Fuente: iProfesional ~ Verónica Celia le dio vida a LK Buenos Aires, una firma de calzados XXS y XXL con el objetivo de calzar a los talles no tradicionales.
«Aquellas mujeres que no tienen el tamaño de pie que la industria del calzado considera estándard, sólo pueden usar zapatos de niña o de hombre», expresó Verónica Celia quien fundó la firma de calzados LK Buenos Aires en plena pandemia.
A pesar de que ofrecer talles 37 y 38 hubiera sido un mejor negocio, Verónica entendió que lo verdaderamente importante era el fin social de esta iniciativa.
Es que en realidad, fue su historia personal lo que impulsó el concepto de la marca.
Verónica es una mujer real que calza 32 y debía usar calzado de niña. Así fue que puso manos a la obra y le dio vida a la primera colección capaz de atender las necesidades de un montón de mujeres que, como ella, querían verse a la moda.
Según sus propias palabras, «LK no vende calzado, brinda felicidad a las mujeres de pies XXS y XXL que siempre fueron excluidas del mercado«.
«Empatía es la palabra que me gusta usar. Es poder visibilizar un problema y brindar una respuesta superadora», dijo, y agregó: «el desafío central es llegar a un público disperso».
Por su parte, el director comercial de la firma, Federico Della Torre, resaltó que «tenemos la oportunidad de atender a un público desatendido. Son todas aquellas mujeres que calzan entre 31 – 35 y 41 – 45». Verónica Celia busca llegar a talles XXS y XXL
Pisando Fuerte
«Si bien al día de hoy vendimos sólo el 40% de nuestra primera producción, como en los últimos meses notamos aumentos de consumo de bienes Glam debido al regreso a la vida social de las personas, nos encontramos terminando nuestra segunda producción que duplicará en cantidad a la primera y sumarán 15 nuevos modelos a nuestra actual colección de 21 modelos», aportó Della Torre.
Por último, adelantó que «para la próxima colección de invierno incorporamos un gran aporte a nuestra empresa: el diseño exclusivo de Fabián Paz que conjuntamente con Verónica Celia, diseñarán los modelos para las próximas temporadas. Ellos se encargan de elegir las materias primas a utilizar y controlar los procesos de fabricación». El objetivo es llegar el objetivo de calzar a los talles no tradicionales
Testimonios de las «excluidas»
Se sabe, tener un pie que no sea considerado «estandar» para la industria se puede volver un verdadero calvario. Así lo cuentan Andrea y Vanesa, dos mujeres que están en los extremos de los talles y deben vivir una verdadera odisea para conseguir calzado.
«Mi talle está entre 34 y 35, pero el 34 no existe generalmente, no recuerdo haber comprado un calzado de ese número. Lo malo es que muchas veces, el 35 me queda grande, por lo que encontré una marca que es la que menos holgada me queda y siempre compro esa más allá de que me guste mucho o no. Esto me limita a no poder comprar muchos modelos que me gustarían. Siempre fue frustrante comprar calzado», relató Andrea.
Por su parte, Vanessa -del otro lado de la escala de talles- compartió su experiencia: «Calzo 41 y salir a comprar zapatos muchas veces es agotador. Conseguir un par más allá del 40 es una misión casi imposible. Y si hay, son con tacos muy altos y no quiero ni necesito usarlos. Ya casi no puedo elegir el modelo que me gusta sino que tengo que optar por el que me entra. O recurrir a calzado de hombres pero no es una opción válida para mi».